Capítulo 18

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Era hora de irse a casa, había sido un día largo e intenso en la escuela. El cielo, aunque estaba claro, sin nubes, para Casey, se veía gris y deprimido. Suspiró pesadamente al recordar al castaño. Todavía tenía el deseo de arreglar las cosas y hacer las pases, pero por el simple hecho de mantener su reputación intacta, prefirió dejar una amistad.

El joven la miraba tímidamente, buscando su atención, pero por desgracia, no pasó así. Sencillamente, se dio la vuelta y, mientras lo ignoraba, se marchó del salón.

Atravesar por aquel pasillo fue un infierno para la pelinegra, los estudiantes la miraban con asco y la señalaban como si fuera una cualquiera. En ese mismo instante, el deseo de desaparecer fluyó en su mente, y el de dejar la escuela y vivir en alguna otra parte del mundo donde no la juzgaran por el simple hecho de ser amable con alguien a quien apreció mucho.

Quería con todas sus fuerzas que pagaran por lo que le hicieron a ella y al castaño. Y hablando de este, él se quedó solo en el salón, arreglando meticulosamente su bulto como suele hacer, para luego esperar a su hermano. Mientras hacía eso, se le vino a la cabeza Casey, ella había sido la única chica que realmente lo aceptó y trató como un ser humano real, ya que los demás lo percibían como un rarito o incapacitado.

Y el mero hecho de que ella decidiera no hablarle más solo por un simple rumor lo ponía muy triste, puesto que después de Jungkook, ella era su amiga. Con su bulto en mano, salió del salón. Aquellos pasillos de la escuela estaban vacíos, excepto por una sola luz que parpadeaba por encima, haciendo que pareciera una película de terror.

Jimin caminaba atento a su alrededor. Le tenía mucho miedo a la oscuridad y ese pasillo con aquella luz no estaba ayudando en nada. De repente, se escuchó una risa profunda desde el otro extremo del pasillo y luego el sonido de pasos pesados.

El castaño entrecerró los ojos para tratar de ver mejor y cuando echó un vistazo, paró en seco. Sus ojos se abrieron muy grandes y su pequeño corazoncito empezó a latir fuerte. Congelado en su sitio, no pudo hacer más que mirar con asombro al temeroso Kim Taehyung. Era enorme, una figura imponente, con hombros anchos y puños que parecían vibrar con energía.

Su mirada le era intimidante y amenazadora a Jimin, por eso el castaño lo detestaba. Obviamente, el susodicho no estaba solo, siempre tenía que andar con Kim, su guardaespaldas. Era gracioso el hecho de que ningún bravucón es lo que es cuando está solo, siempre tiene que andar con alguien, como para sentirse superior a los demás o algo así.

Con sus pequeñas manitas apretando las mangas de su bulto, quiso dar un paso hacia atrás para intentar correr fuera de Taehyung, pero su voz intimidante lo detuvo.

—Vaya, vaya, mira a quien tenemos aquí... si no es nada más y nada menos que el tonto autista —se burló Taehyung, acercándose a Jimin.

Jimin tragó saliva un poco fuerte. Aquel nudo formándose a pasos agigantados en su garganta al haber escuchado ese comentario fuera de lugar de parte de Taehyung. Él sabía que era distinto a los demás y siempre Jungkook le decía que por eso era muy especial. Pero ahora, dudaba mucho de eso.

—¿Qué pasa Jimin? ¿Tienes miedo? —preguntó Kim, con su mirada malévola.

—¡Aléjate de mí, Taehyung, lo digo en serio! —exclamó el castaño, poniendo una mano al frente de él, en señal de detenerse.

—¿Qué? Mírate, no seas patético. Esos puñitos que formas con tus manos no pueden lanzar ni siquiera un golpe —burló Taehyung, tocándole la frente a Jimin con su dedo índice. Esto enfureció a Jimin, pero trató de no hacer nada en esperanza de que lo dejaran en paz.

—¿Qué quieres? —preguntó el castaño, temblando del miedo.

—¿Que qué es lo que quiero? —dijo Taehyung, sonriendo burlonamente. —Bueno... supongo que quiero venganza por lo que me hizo tu estúpido hermano en la galería.

~Serendipia (Jimin Fanfic)~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora