Capítulo 3

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La tarde se hizo sentir con colores que despertaban el deseo de paz, aquellos rojos intensos mezclados con amarillos y anaranjados, creaban un majestuoso cuadro en el cielo. Los pájaros alzaban el vuelo, desplazándose por el aire, como espíritus libres; chirriando felices en armonioso son.

La carretera, estaba llena de autos y había gente pasando despreocupadamente por las aceras. Casey, suspiró en cansancio, había llegado tarde a la escuela y tuvo que asistir a Jimin en la enfermería por un idiota que le lanzó una bola en la cara.

También, sentía pesar por llevar un tobillo lastimado que no la dejaba hacer sus respectivas actividades seglares; y por encima, lidiar con un proyecto que no se había empezado.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el semáforo cambió a luz roja, indicando que podía cruzar con seguridad. Los pasos eran lentos y dolorosos, así como cuando se corta accidentalmente un dedo al cocinar. Sin embargo, con todo y su dolor, llegó sana y salva a su casa, dejando a un lado sus zapatos y bulto.

—¡Mamá, estoy aquí! —anunció la joven Smith, dejando a un lado su bulto y zapatos.

—¡Estoy en la cocina cariño!

—¿Qué haces?

—Puré de papas.

El ceño de la joven se frunció al ver que el color del puré de papas se veía algo extraño.

—¿Qué pasa, no te gusta? —su madre interrogó.

—¡¿Qué diablos es eso?! —exclamó la joven.

—Ya te dije, es puré de papas.

—Sí, lo sé, pero ¿por qué parece estar podrido? —Casey comentó, un poco disgustada.

—Porque le agregué queso azul.

—Con razón se ve tan desagradable.

—Bueno, si no quieres comer, entonces muérete de hambre —contestó su madre, mostrando su lengua en forma de burla.

—Por Dios, madre, no era para tanto, solo decía la verdad.

Casey fue hasta el gabinete a buscar aquel plato color azul que siempre usaba. Ese, había sido uno de sus favoritos desde pequeña, por eso, trataba de no romperlo y que nadie lo usara. Al sentarse frente a la mesa, miró a su madre con mueca de disgusto.

—¿Qué ocurre?

—Nada, solo me preguntaba, ¿cómo se te ocurrió esta loca idea?

—El chef Norman me enseñó.

Casey frunció el ceño en incomodidad al escuchar la respuesta de su madre, era la primera vez que escuchaba tal extraño nombre. Ella sabía que a su progenitora le gustaba cocinar e inventar cosas extrañas, pero jamás pensó que iría a hacer este plato tan estrambótico.

—Está bien, de todos modos, voy a probar el puré de papas. Espero no envenenarme —replicó la joven, con su cara toda contorsionada.

Aunque estuvo indecisa, terminó dándole un pequeño bocado, saboreándolo en su boca. Al final, no le supo tan mal como pensó. —No sabe tan mal.

—¿Ves?, te lo dije. El chef Norman explicó que aunque se ve desagradable al principio, sabe bien después. Entonces, ¿cómo estuvo tu día? —preguntó su madre, tomando un sorbo de agua.

Ella hizo una breve pausa, analizando las palabras adecuadas a decir, sabía que llegó tarde a la escuela, que estaba en la enfermería con Jimin y que tenía un proyecto importante sin hacer. No quería mentir, pero sentía temor el decirle la verdad.

~Serendipia (Jimin Fanfic)~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora