XIII

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En la parte acomodada de la ciudad un antiguo y lujoso edificio de oficinas se hallaba frente a los hermanos que entraban por las puertas de vidrio con pomos dorados, enseguida el anciano guardia del edificio los recibió indicándoles el camino a la consulta.

—Vamos a la oficina 513... está en piso 5 — le explicó Beryl mientras entraban al antiguo ascensor.

—¿Realmente ha tratado con ángeles antes?

—Bueno solo dos... no son muchos pero es más de lo que un demonio normal puede socializar con un ángel en su vida.

Ambos bajaron del ascensor y tocaron la pesada puerta de roble con el nombre de Dr. Damon Payne escrito en dorado.

Una mujer de cabello cobrizo los recibió con una sonrisa amable, mientras tomaban asiento para esperar a ser llamados.

El silencio hacía sentir incomodo a Jett ¿Que estaría haciendo ahora Sora? Ya podía imaginarse lo feliz que se pondría al tener cosas nuevas con las que divertirse, esperaba poder compartir esos momentos con él, era lo que más deseaba.

—Adam Smith — Llamó el doctor desde adentro.

Ambos se levantaron y entraron a la oficina del demonio.

Aquel demonio vestido de manera simple los miró de arriba hacia abajo algo a la defensiva, Jett no pudo evitar mirar que sus ojos eran del mismo color que los de él, siempre había visto demonios de ojos rojos durante la mayor parte de su vida y en tan solo un día conocía demonios con diferentes colores de ojos, no podía negar que se sentía menos solo al saber que no era el único demonio en el mundo con los ojos de aquel color.

—Una inesperada visita... — dijo cauteloso el dueño de la oficina mientras Beryl cerraba la puerta y corría uno de los sillones para que su hermano se sentara.

—No es inesperada... — sonrió Beryl de manera falsa — hice mi cita igual que cualquier paciente.

—Si... sólo que mi agenda está reservada para humanos — le devolvió la sonrisa falsa.

—Un gusto soy Adam Smith — Beryl estiró su mano para darle un apretón respetuoso al doctor Payne.

—Damon Payne... — sonrió.

—Le presento a Belial... mi amo — quiso dejar eso en claro para que aquel demonio impertinente supiera que estaba ante una figura importante, sin embargo no era necesario, en el momento en que Jett había entrado al edificio ya había podido sentir la cantidad de energía demoniaca que este desprendía, sólo que no entendía por qué un demonio de su talla estaría en su oficina.

—¿Que los trae por aquí? — preguntó Damon, inspeccionando al demonio que a penas podía esconder el color de sus ojos detrás de esas gafas.

—Estamos en busca de contactos de brujas o hechiceros, los contactos con los que solía trabajar no responden.

—¿Ah... no lo sabes? — dijo serio.

—¿Que?

—Los ángeles están más activos, en un nivel alarmante... ya no solo demonios, están cazando hechiceros que trabajen con demonios.

—¿Pero son humanos no? — Jett interrumpió no entendiendo del todo lo que hablaban, Jett siempre había pensado que las brujas y los hechiceros eran humanos con un poco de magia.

—Tecnicamente — le explicó Beryl.

—Para los demonios son simples humanos — continuó Damon — Pero para los ángeles... no son del todo humanos ya que sus almas difieren un poco de las almas de los humanos, no sienten remordimiento haciéndolos desaparecer si eso implica su seguridad y la de los humanos.

La Jaula del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora