Sora abrió los ojos lentamente para encontrarse a Jett dormitando en el suelo, como un perro fiel a su dueño, quería pasar los dedos por su cabello negro, ser capaz de tocar aquellos cuernos y ver si eran tan peligrosos como parecían, picar aquellas mejillas con minúsculas pecas que a penas se alcanzaban a ver, de vez en cuando se quedaba quieto para observar a Jett dormir aunque este prontamente se despertaba probablemente por instinto, y sonriendo como si verlo a primera hora del día fuera lo mas hermoso que podía pasarle. A veces Sora se mantenía quieto, esperando a que Jett no se despertara para pasar más tiempo con él, el hecho de que Jett era un demonio poderoso no era menos y eso significaba que no podía estar todo el día a su lado, Jett también sabía que no podía alimentarse frente al ángel, verlo comer almas humanas probablemente no iba a ser la actividad favorita del Sora.
—Entonces Beryl volvió a regañarme cuando salimos de la reunión ¿Que había de malo si le decía a los demás Lores que mi poder demoniaco estaba sellado?
Acostado en la alfombra junto a Jett, como si ambos estuvieran recostados en la hierba entre un campo de flores Sora comenzó a reír a carcajadas por las cosas que le contaba.
—Jett... ¿No te importa que te vean más debil? Tal vez Beryl solo estaba preocupado — dijo con una sonrisa y aunque seguía temiendo del demonio de ojos rojos, no podía negar que este cuidaba y apoyaba en todo a Jett.
—No soy más debil... — murmuró Jett haciendo un puchero, la manera en que su voz varonil se escuchaba como la de un niño hacia sonreír a Sora.
—Tal vez estaba preocupado de que confabularan en tu contra, tal vez pueden quitarte territorios o otras cosas ¿No son comunes las guerras entre demonios?
—No importa... eso no es importante.
—Algo importante debes tener — comenzó a reír nuevamente, cuando Sora reía entonces su nariz se arrugaba un poco y eso le encantaba a Jett.
—Solo tu... eres lo único importante que tengo — le dijo serio, nuevamente mirándolo con esos ojos color del sol, extendiendo su mano como para tocar el rostro del ángel, sintiendo su corazón latir con fuerza, pero con amargura tenía que retirar su mano y resistirse a la tentación frente a él.
A veces Sora no le creía ¿Como podría ser él tan especial para un demonio?, ¿Era por su alma?, ¿Era porque era un ángel?Jett nunca había parecido mostrar interés en su alma o en el hecho de que era un ángel, Sora pensaba que podía ser cualquier criatura y aun así Jett seguiría mirándolo con esos ojos repletos de cariño y afecto. Pero, aun así le costaba entender por que él, que era lo que lo hacía tan especial frente a esos ojos que tanto le gustaban, Sora siempre había pensado ser uno más del montón, su apariencia no era diferente a la de cientos de otros de ángeles, su personalidad e incluso su forma de comportarse no era distinta a la de sus compañeros.
—¿Por que soy tan importante? — se atrevió a preguntar, con algo de miedo a la respuesta.
—No lo sé... supongo que fuiste amable conmigo y que eso me hacía querer verte feliz.
—¿Sólo por eso?
—Si... Sora, eso creo... — Jett no estaba completamente seguro, recordaba la primera vez que había visto a Sora, recordaba la forma en que su universo completo había cambiado solo por el hecho de darse cuenta de su existencia, como si Sora le hubiera dado sentido a su vida. Nunca había sentido nada así antes y no podía describirlo con palabras, para Jett la existencia de Sora representaba el mismo aire para un ser vivo.
—¿Soy importante para ti también?
El rostro sincero del demonio le hacía doler el corazón ¿Como era posible que la única luz en la oscuridad que vivía no podría ser importante para él?

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La Jaula del Ángel
FantasyUna historia de un amor imposible donde un demonio que no sabe como amar correctamente se enamora de un ángel que no puede ser tocado, ambos lucharan con la amargura del infierno y tal vez por primera vez lograr un final feliz para seres tan diferen...