❁ཻུ۪۪03❁ཻུ۪۪

222 15 0
                                    

Título: "Faraón"
Protagonista: Kim NamJoon.

♧♧♧

Anat

Mis pasos a través del gran pasillo rocoso me guían a un solo lugar, uno de donde provienen voces fuertes, algunos gritos y otras voces nerviosas. Suspiro fuerte al imaginarme lo que está ocurriendo.

— Busca a mi mujer, la traes y yo me encargo. — la voz superiora del rey exclama y ordena a ese frágil y obediente servidor.

Cuando cruzo la esquina y llego hasta el salón brillante y rocoso, estando decorado con figuras de oro que explican muchas de nuestras historias. Como la de cuando NamJoon ascendió al trono, así es, es ese hombre que se ha nombrado dueño de mi cuerpo, ese que está llamando a sus sirvientes para ordenar que me busquen por una razón que conozco muy bien.

— No es necesario Señor. Estoy aquí como lo está ordenando. — NamJoon parece sorprendido por mi forma de hablar, y su rostro terso y moreno me indica que la belleza natural sí existe.

— Puedes retirarte. — ordena hacia el sirviente frente a él, quien inmediatamente hace una reverencia.

— Sí señor. — se gira en su posición y sale casi corriendo del lugar.

Miro al frente cuando noto como su figura se mueve en pasos firmes y decididos hacia mí. Alzo un poco mi barbilla para observar.

— ¿Dónde estabas Anat? — su voz sale seria, pero el tono es como si ya supiera la respuesta pero quisiese saber qué digo.

— Lo sabe muy bien Rey. — me atrevo a decir con los nervios aflorando mi garganta. Estoy cometiendo un error al dirigirme de esta manera hacia el rey, hacia el dueño de mi cuerpo.

— ¿Como te atreves a responderle así a un superior, a tu esposo, a tú dueño? — su tono destaca en el adjetivo que me une a esa pregunta, y lo que antes eran nervios se convierten ahora en preocupación por lo que será de mí.

— Mis disculpas Mi Rey. — hago una pequeña reverencia y vuelvo a verlo a los ojos.

— Salir al pueblo sin mi consentimiento no es algo que debas hacer Anat. — su mirada molesta está sobre mí y lo miro sin expresión, aunque por dentro tenga miedo.— Sé que eres nueva en esto, llevas poco tiempo de ser mi esposa. — escucho el tono que va tomado su voz y cuando observo una pequeña sonrisa en sus labios me siento de pronto inquieta por dentro.

Sus pasos me rodean y una mano sube suavemente por mi brazo, haciéndome estremecer. Está siendo demasiado seductor ahora. Me va a pedir algo a cambio por haberlo desobedecido.

— Tu madre está muy contenta en que seas la esposa del Faraón, sabe que tendrá una buena vida si su hija me complace pero... ¿Qué crees que pasará si su hija, Anat, no obedece a su esposo y en cambio lo desafía? — aprieto mis labios sabiendo a donde quiere llegar. Él sabe muy bien las reglas en Egipto, los matrimonios siempre son por conveniencia, y que suerte que su madre prácticamente me ofreció al superior y este haya quedado impregnado de la "belleza" que vio en mi.

— Mi señor mis disculpas. — bajo mi cabeza pero es tan rápido cuando se pone frente a mí y levanta mi barbilla con sus dedos.

Me deja observar un momento la belleza que posee. NamJoon es muy guapo, recuerdo nunca haberme opuesto ante la sugerencia de mi madre, es una persona que seduce con sólo mirarte. Él poco sonreía, sin embargo cuando lo hacía unos pequeños agujeros brotaban en sus mejillas.

— Anat... — pronuncia en un susurro.— nunca bajes la cabeza, ni siquiera ante mi. Nunca demuestres debilidad, nunca ocultes tu belleza. — murmura muy cerca de mi rostro y cuando sus labios están a punto de tocar los míos se separa y los acaricia con su dedo.— Tu belleza es indescriptible... sin embargo no puedo dejar pasar que me desafíes. — sus labios nuevamente se acercan a los míos y mi labio inferior se ve atrapado entre sus dientes. Cierro mis ojos disfrutando de ese tacto.— Hace ya un poco de tiempo que te convertiste en mi esposa... los pueblerinos esperan un nuevo heredero al trono. — lo miro fijamente cuando abro mis ojos y los suyos parecen escudriñar mi alma.— ¿No crees que ya es hora de que tengas mi primer hijo?

ʀᴇʟᴀᴛᴏꜱ ᴅᴇ ᴜɴᴀ 𝐍𝐈𝐍𝐅𝐎𝐌𝐀𝐍𝐀 ॐ「ʙᴛꜱ ꜱнѳтꜱ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora