La necrófaga de fina educación pt.1

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Sucedió ya a edad adulta, uno de los sucesos más extraordinarios probablemente de toda mi vida. Me faltan palabras para describir de manera exacta el asombro que esto me causa y a pesar de las consecuencias, estoy orgulloso.

Inicio de la bitácora de Eméritus I

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Él sirvió siendo el Eméritus Primero de la línea de sangre y poseía como de costumbre a sus respectivos ghouls. Los cuales se abstenían de palabra y jamás le dirigían la mirada.

Él estaba acostumbrado a castigarlos o  disciplinarlos como decían, por el error más mínimo en favor de su aprendizaje,  sin embargo, estas eran torturas brutales que él permitía sin excepción, totalmente de acuerdo con la idea de que eran esclavos.
Eméritus I había crecido con la mentalidad de los ghouls siendo una especie de animales que servían de utilidad a los líderes, así como los burros y los caballos, por lo tanto merecían ser tratados de igual manera. Y en aquel entonces no veía más allá de ese trato.

Al recibir a sus desdichados sirvientes, también recibió una pieza de conocimiento que estaba prohibida para quienes no ocuparan el cargo de Eméritus: aprendió una antigua práctica para encerrar seres en recipientes.

Esta práctica era muy tradicional entre los líderes anteriores y se llevaba a cabo cuando sorprendían a un ghoul intentando fugarse. Los encerraban en frascos frágiles y luego los condenaban a los peores castigos.

A Eméritus, al oír de la práctica, no le agradó en lo más mínimo. Eso era peor que cualquier cárcel, aún así tuvo que aprenderla y al estudiar el conjuro llegó a la conclusión de que esta práctica no era otra cosa que brujería. Aunque ese asunto nunca le agradó en público, desde que era muy joven tuvo curiosidad por el este conocimiento.

Muchas cosas de sus ghouls estaban fuera de su comprensión y por ese motivo cada vez que no podía controlar la situación otros hermanos le sugerían castigarlos. Sin embargo, Primo pensó que los más mínimos errores de sus ghouls podían corregirse de una forma más rápida.

Había acudido a la biblioteca, decidido a investigar más sobre los ghouls. Encontro muchos relatos espeluznantes de aquellas criaturas, que francamente encontró fascinantes.

Conoció sus habilidades para moverse más rápido que una sombra, para succionar sangre con su lengua bífida y de partir huesos con sus colmillos. Además de sus garras que podían penetrar lo que fuera y que empleaban a gran velocidad y su agilidad tan increíble que se diría acrobática, la cual también involucraba su cola puntiaguda. Y lo que más le asombró fue su capacidad para sanar rápidamente y ser casi inmunes a las enfermedades debido a su dieta de cadáveres.

Realmente eran criaturas para admirar y el hombre instruido que era Primo, le hizo pensar en la belleza que había en ellos, como lo pensaría de un animal salvaje.

La curiosidad lo invadió y decidió escabullirse a aquel salón remoto de paredes de piedra negra, las cuales tenían adheridas lámparas con tenue luz roja; múltiples baúles se encontraban en los rincones de la sala, con toda clase de secretos dentro. Aquella era la sala de invocación.

Entonces Primo, revisó el libro para efectuar el ritual y encontró que la invocación se hacía con diferentes piezas como un rompecabezas. Se nombraban las características del individuo para escoger de entre toda la población al más apto. Algunas eran:

• Servicial

• Cándido

• Piadoso

• Con memoria a largo plazo

Tretas GulescasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora