Capitulo 23: La custodia

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- Así que... ¿Es hora de ir a casa? una lástima, me habría gustado que te quedaras un poco más, je je o tal vez solo estoy siendo irracional - La emperatriz musitaba, sus ojos fijos en las maletas que el hombre rubio cargaba en sus manos. Un suspiro de angustia salia de sus labios, de manera pensativa buscaba idear un método o forma de hacerlo quedarse.

Hunter miraba a la mujer, podía captar las maquinaciones de la mujer, la emperatriz que en esos momentos apretaba sus puños molesta, eran tan lindo verla así, pero debía ser firme con ella o de la contrario no cedería - Mis vacaciones han terminado Luz, debo volver al mundo de los humanos para seguir con mi vida y . . ..

Las palabras del rubio se detuvieron cuando escucho como los dientes de Luz rechinaban por un breve momento- Lo sé, pero este podría ser tu hogar también, aquí están tus hijas, ¡esta Amity y estoy . . .! ¿Que más te falta?¡ - Exclamo la castaña, apareciendo delante de él, tomándolo con fuerza de las manos para tirar y quedar cara a cara - ¿Que más necesitas? ¿Que tienes que irte?

Hunter suspiro con pesadez, dedicándole una sonrisa a la mujer - Luz, sabes bien que no puedes controlarlo todo, siempre puedes venir al mundo humano cuando lo desees y . . .

Una voz en la distancia en lo interrumpió de nuevo- ¡Señor guardia! perdón digo, Hunter, espera un momento - desde una esquina venia corriendo Gus, uno de los brujos más leales a la emperatriz. - Solo un momento y . . . ¡Emperatriz! quería pedirle un favor.

Luz alzo una ceja con curiosidad ante que podía pedir el brujo - ¿Un favor? de que se trata? habla antes de que me arrepienta- Musito ella, mirando de reojo y sosteniendo al rubio de una mano quien tenía toda la intención de correr de ser necesario.

- Yo. . . yo . . .yo quería pedirle permiso para ir al mundo con Hunter y . . . ¡Ughh! - La voz de Gus se hundió en su sitio, abrumado por un momento ante la presencia mágica que la emperatriz empezaba a crear, pero esforzándose logro terminar su mensaje - Se que es mucho pedir y . . . ¿emperatriz?

Luz suspiro profundamente, disipando su propia miasma - ¿Que deseas ver del mundo humano? que puede haber ahí para que desees ir - ella le cuestiono, tirando con su magia de Hunter y poniéndolo bajo su custodia - No hay nada ahí para nosotros y . . .

- ¡Pero sí que lo hay! solo debe de darla una oportunidad - Exclamo el brujo interrumpiéndola con los brillosos de la emoción - Hay tantas cosas que son nuevas para nosotros los brujos y el solo hecho de poder comparar nuestras tecnologías podrían ser un gran . . .. avance -

- Puedo ver tu punto, pero podría ser peligroso - Luz señalo, interrumpiéndolo e intentando disuadir al brujo de seguir con ese curso de acción, pero esto solo lo impulsaba más.

- Aun así, esta podría ser una oportunidad única y . . ..

- Se puede quedar conmigo durante su visita - Hunter intervino, tras liberarse de las enredaderas en que Luz lo había puesto - Así sería más fácil para ti y . . . ¡Wow! - el exclamo evadiendo un ataque mágico, Luz no perdía un momento para intentar atraparlo y ponerlo nuevamente bajo su cuidado.

Los ojos de la castaña brillaban con un fulgor mágico, su mano se encontraba apuntando en la dirección de - No, no te iras de ¡Aquí! - Declaro ella, empezando cargar su siguiente hechizo.

Un escalofrió recorrió el cuerpo de Hunter- ¡Gus! corre ¡Ahora! - exclamo el rubio, retrocediendo lentamente, empezando a esquivar más ataques mientras empezaban una persecución por el castillo. Luz estaba más que decidida en hacer que Hunter se quedara en las islas, aun si debía forzarlo.

A la distancia, Amity miraba todo pasar, negando con la cabeza - Ya empezó de nuevo - suspiro algo decepcionada, volteándose a ver a sus hijas - Azura, Eider podrían parar a mami Luz por mí.

Amor in-reciprocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora