- No importa cuando lo piense o le dé vueltas, Hunter, sigo pensando en que eres un tonto por no haber hecho más para detener a mittens - La mujer mayor murmuro, suspirando de manera fatigada.
El joven rubio suspiro con fatiga, con la mirada baja sin ver a los ojos a la mujer mayor - Lo se, Odalia, pero en ese momento aun pensaba que tal vez podria recuperarla - el musito, suspirando de nuevo y mirando hacia las niñas al igual que Odalia.
Desde su asiento en la veranda del jardín Odalia podía observar cómo cuatro pequeños infantes saltaban sobre un hombre mayor, riendo y riendo los pequeños no paraban de atosigar al viejo hombre. Odalia podía sentir su corazón dar un pequeño salto cada vez que escuchaba sus risas, Alador su esposo no cabía en sí mismo de la alegría al conocer a las dos hijas de Hunter y sus nietas, lo mismo podía decirse de los otros dos niños quien no tardaron en asimilar la idea de tener más familia, aceptándolas casi de inmediato para pesar de Azura una de las nuevas adiciones.
Ya dos meses habían sido desde que pudo conocerlas aquella tarde a la salida de la escuela, tras recoger a sus nietos había tenido ese fortuito encuentro con el par de niñas, Azura y Eider.
Odalia no entendía como era posible siquiera que estas dos niñas pudieran ser sus nietas, podía sentir como su sangre clamaba por ellas, las pruebas no mentían y aun así podía sentir esa sensación de vacío al verlas, como si algo le fuera arrebatado cada que posaba su mirada sobre ellas.
Hunter miraba en silencio a sus hijas, teniendo las mismas interrogantes que Odalia sobre las niñas, no le dolía ver la ausencia de su madre en la ecuación, le dolía saber que Amity no volvería en mucho tiempo y que sus hijas solo irían perdiendo el entusiasmo con cada día que pasara sin señales de su regreso.
Odalia dejo salir un gran suspiro ante el silencio del rubio, notando como su semblante se oscurecía - ¿Algo que desees compartir? Caleb, no has dicho nada desde que llegaste - ella le cuestiono - Vamos, no te lo guardes, tal vez pueda ayudarte. - insistió ella.
Hunter miro por un momento a Odalia, dudando de si hablar o callar - Es sobre Amity, tengo miedo de no saber cuándo regresara o si planea hacerlo en algún momento - Odalia rio débilmente ante la confesión del rubio, señalando con la mirada a las dos niñas que jugaban con su abuelo.
- No te preocupes por ello, Caleb, mittens regresara tarde o temprano para ver a sus hijas sean días, semanas o meses . . .. - Odalia se detuvo un momento para suspirar - ella volverá, lo sé porque soy su madre y te puedo asegurar que su corazón es más grande que el mío, je je - un segundo suspiro escapo de ella acompañado de un momento de risas - Aunque no puedo decir lo mismo de su novia... .no la conozco lo suficiente para opinar de ella sobre el tema, pero si tiene a mittens de su lado tendrá que venir en algún momento por las niñas.
Hunter miro de reojo a Odalia, sacudiendo su cabeza - Espero que tengas razón, Odalia, me he encariñado demasiado con las niñas como para querer ver su corazón romperse por la ausencia de sus madres y . . .
- ¡Papa! ¡Mira, mira! - la voz de Eider interrumpió la conversación, sus pasos pesados resonaban en el suelo mientras corría hacia ellos - ¡Papa! mira - la niña volvió a hablarle. Hunter observo a su hija, con sus manos extendidas hacia el con una pequeña corona de flores entre ellas.
- ¡La hice para ti! - exclamo ella, poniéndose de puntitas, intentando alcanzar la cabeza del rubio y poner la corona sobre ella, sin poder lograrlo hasta él se inclinó, dándole acceso a su cabeza. Eider chillo de alegría al lograr su pequeño objetivo, corriendo de vuelta con su hermana y primos.
Ambos solo sonrieron mientras la niña se alejaba, Odalia sonreía en especial al ver la rosca corona sobre la cabeza del rubio, dándole un par cumplidos - Que lindo te vez con esa corona, una lástima que mittens no este para verlo . . . aunque probablemente se moriría de envidia si estuviera aquí.
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Amor in-reciproco
PertualanganLa vida de Hunter queda estancada cuando su prometida desaparece una vez mas el dia de su boda, dejandolo en el altar y resignado, el sigue con su vida intentando no pensar mucho en aquella chica que lo abandono. Dos años despues ella volvio, dando...