capitulo 25: Baches de la vida.

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"Con suerte ella no tendría que esperar mucho."

Aquellas palabras que dijo aquel día se las llevaba el viento ahora mismo, tras dos años de espera para volver a las islas hirvientes entremedio de ese lapso de tiempo muchas cosas habían pasado para entonces.

El llanto de un pequeño infante llenaba la habitación del hospital donde ahora ella estaba descansando, agotada tras el largo parto y odiando cada momento del proceso en sí. Pero todo había valido la pena solo para poder tenerlo entre sus brazos, a su pequeño hijo, Luz miraba con atención al pequeño bebe, su mano acariciaba sus mechones de cabello mientras él bebe se sostenía de su dedo menique con fuerza, aferrándose a él como si su corta vida dependiera de ello.

- Mi pequeño príncipe, no sabes cuanto te había esperado - Suspiro la emperatriz o mejor dicho solo Luz ahora mismo, con sonrisa al pequeño - He esperado por este momento y... - una lagrima cálida empezó a correr por su mejilla - Je je, parece que el mundo humano me hizo más blanda después de todo este tiempo y.... no me importa en lo absoluto. - musito ella sonriéndole de nuevo al pequeño

Luz dijo secando sus lágrimas y acariciando la mejilla de su hijo recién nacido, escuchando el cómo alguien entraba en la habitación, sobre las manos de la visita se encontraba una pequeña manta infantil - Oh Hey hunter, llegas un poco un tarde - ella le reprochó al rubio con una sonrisa. - Te perdiste el parto.

Él le devolvió la sonrisa, ofreciendo la manta a su hija- Lo sé, perdona por no estar aquí - Hunter se disculpó con ella - Muchas compañías estaban en post de hacer una revisión de sus contratos para la próxima temporada - Un suspiro de pesadez salió de su boca, mirando al pequeño en los brazos de la castaña.

- ¿Y.... ya le pusiste nombre? - Inquirió el, acariciando la mejilla del bebe, viendo como la pequeña sonrisa ante el tacto de su padre.

- No, no todavía . . . pensé en algunos nombres, pero quería que estuvieras aquí para ayudarme a elegir - Luz respondió, sonriéndole al rubio. - También pensé por un momento en elegir nombres de algún familiar, pero . . .

- ¿Nada encajaba con él bebe? - Inquirió el, Luz asintió con una sonrisa y un suspiro.

- Pensé en muchos nombres posibles, pero siempre encontraba una falla para elegir ese nombre en particular, me gustaría que sonara bien con tu apellido y con el mío por supuesto - Aclaro la castaña, regresando un poco a su antiguo yo - Alguna idea.

- . . . . Si, pensé en ti cuando elegí este nombre, pero no sé si guste del todo - Dijo el entre murmullos, rascándose la cabeza - Es Lucius, un nombre algo antiguo y sé que puede ser algo anticuado, pero . . .

-Es perfecto y suena bien con nuestros apellidos - Declaro Luz, zanjando el asunto del nombre del nuevo miembro de la familia, suspirando con fatiga mientras no quitaba la vista del pequeño infante - Ha pasado tiempo desde aquel día ¿Verdad?

- Si y parece que te has acostumbrado a vivir como una humana.

Luz rio un poco ante esto - No ha sido fácil para nada, tener que aprender mucho de los humanos y sus procesos - Ella suspiro por un momento - Pero valió la pena, poder moverme sin hacer algún ridículo la mayoría del tiempo, valió cada maldito segundo - Luz rio de nuevo empezando a acomodarse en su sitio antes de respirar profundamente y soltarlo en un largo suspiro.

- Estoy sucia, contaminada por la cultura de los humanos. -La castaña empezó a reír para ocultar un poco la sensación de amargor en su pecho- je je, ya no creo que pueda volver a las islas hirvientes . . . al menos no como su emperatriz - Declaro ella, suspirando de nuevo.

- ¿Pero quieres volver? - Hunter la cuestiono, sentándose a su lado y abrazándola, sintiendo como la chica comenzaba a temblar - No tienes que responder si no quieres.

-No, realmente no creo que quiera . . . inclusive si mi magia volviera. yo, yo no creo que aun querría volver . . . salvo por ellas.

La imagen de dos pequeñas cruzó por la cabeza de ambos en ese momento, una pequeña lagrima escapo del rostro de Luz, mientras ella mascullaba entre dientes sus nombres.

- Azura y Eider, nuestras pequeñas niñas - susurro Hunter lo que Luz no pudo decir - Ya deben de estar pasando de los siete años para estos momentos, tan solo que espero Amity las esté cuidando bien y... - Luz interrumpió al rubio, abrazándolo con fuerza como una señal de cuanto extrañaba a las pequeñas.

- Yo también las extraño - Susurro en voz baja la castaña, sonándose la nariz y limpiándose una lagrima del rostro - Amity seguro debe de estar divirtiéndose en las islas, seguro no se acuerda más de nosotros, je, tal vez sea lo mejor para los dos - ella dijo esto último con un suspiro, recargándose en el hombro del rubio, una risa nerviosa escapaba de sus labios al pensar en ello mientras se forzaba a no llorar por sus hijas del otro lado del portal.

La relación de ambos había mejorado considerablemente tras todo este tiempo, tiempo en que ambos se permitieron conocer más del otro, principalmente Luz quien hasta ahora siempre tenía una visión sesgada por su posición como emperatriz y bruja. Hunter a duras penas le había ayudado a conectar con el lado más humano de ella, enseñado a ver las cosas desde una perspectiva más simple mientras el tiempo volaba para ambos, acercándolos el uno al otro y de manera inevitable llegando a este punto de su historia.

En dos años su relación se había vuelto tan cercana que . . . estaban siendo padres, el cuarto hijo en unirse a su disfuncional y apartada familia. Luz reía para no llorar de pensar en el pequeño bebe que nunca pudieron conocer, ahora otro bebe ocupaba su espacio, aunque . . . el sentimiento seguía ahí, oculto debajo de su sonrisa y a la espera de que algún día pudiera verlo o si el titan lo permitía, tenerlo entre sus brazos

Pero ese era solo un sueño lejano por ahora, solo por ahora así quedaría. - Luz musito, con una sonrisa forzada mientras lentamente esa fachada se venía abajo y un par de lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.

Esta era su hogar ahora, Luz estaba en casa . . . o eso pensaba ella.

Mientras tanto en las islas hirvientes.

Dos niñas se preparaban para cruzar a través del mágico artefacto, el portal brillaba de vuelta a la vida tras todo este tiempo de estar inactivo. Amity miraba el portal con nostalgia, recordando cual había sido su ultimo uso, un suspiro de culpa se escuchaba provenir de ella mientras sus dos hijas la miraban por última vez antes de aventurarse en su brillante fulgor.

- Adiós mama, te veremos tan pronto como podamos - Se despidieron ambas, volviendo sobre sus pasos para abrazarla por última vez antes de irse. Amity el abrazo de vuelta, apretando con fuerza como si le fuera la vida en ello y tal vez así era.

-Adiós mis niñas, tengan cuidado ahí y no olviden que su madre las quiere - Susurro la mujer mientras las veía desaparecer, sabiendo bien que su último mensaje no sería recibido y que tal vez nunca las volvería ver, pero no importaba.

- Tal vez esto era lo mejor.  - musito en su mente

- Tal vez esto era karma por sus acciones o tal vez - Pensó hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por el brillo rojo en la distancia dejandola con un ultimo pensamiento mientras el brillo empezaba a cubrirlo todo hasta engullir por completo las islas.

-Lo siento Luz.

Y entonces solo había silencio.

Amor in-reciprocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora