capítulo 34: Algo por perder

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"Suspiro" - ¿Y entonces, que haremos? - La más joven pregunto con una mano sobre la cabeza y temblando - ¡Esto está por encima de mí! yo no pedí esto ¿Porque tengo que hacerlo? - Ella perdió la cabeza por un momento, sintiendo como alguien la tomaba en un abrazo mientras se forzaba a no llorar de la rabia en esos momentos.

- Lo siento por todo esto - Una débil disculpa se escuchó de su versión mayor - Esto es mi culpa y sé que no deberías pasar por esto... pero así son las cosas, lo siento de nuevo - la fuerza de su abrazo aumento por un momento - No creí que las cosas se fueran a salir de control a tal punto y... - Un suspiro de vacío escapo de sus labios para resaltar cuan perdida estaba en esos momentos - No sé qué hacer, realmente no lo se.

- Si lo sabes, solo que no quieres aceptarlo - Los ojos de la pequeña la miraron, en ellos la mayor miro el reflejo de culpa, volviéndose autoconsciente de lo que debía hacer - Si tu pierdes, yo pierdo igualmente, pero está bien porque sé que eventualmente las cosas serán más brillantes para las dos y... "Sniff"-

Luz joven sintió su voz quebrarse por un segundo, cruzando de nuevo su mirada con la mayor, sus ojos vidriosos y a punto de llorar de la presión que sentía - Esto lo correcto, lo sé, pero, aunque no queramos, debemos hacerlo por más que nos duela mucho, somos fuertes ¡Las más fuertes! -Alzo ella su voz, quebrandose por momentos - "Sniff" Y por eso debemos dar el ejemplo al resto de las brujas de las islas, por eso somos la emperatriz de las islas. - Ella cayo de rodillas al decirlo, hundiéndose en el pecho de la mayor apenas sintió que esta la abrazaba de nuevo, derramando sus lágrimas sobre el pecho de esta.

Luz mayor solo dejo que la pequeña se desahogara hasta que nada quedo dentro por sacar, solo escuchando en silencio mientras la consolaba en silencio, acariciando su corta cabellera de la misma forma en que su maestra lo hacía. Para Luz joven no había sido mucho tiempo desde que esta convirtiera en piedra a Eda, era uno de los momentos más bajos para ella y algo de lo nunca se recuperaría, lo sabía porque ella aún tenía pesadillas con ese momento.

A veces había cosas que te marcaban para toda la vida, miradas que te perseguirían hasta el final de tus días, esos ojos decepcionados que nunca podrían verla de la misma manera, no después de pasar por eso. Su última charla con Eda había sido una llena de odio en cada palabra que salía de sus bocas, ambas dijeron cosas de las cuales probablemente se arrepentían ahora, "suspiro" al menos ella lo hacía, porque de Eda no podía decir lo mismo en el estado en que se encontraba.

Por qué Eda era una estatua y las estatuas no podía hablar, solo juzgarte en silencio como testigos inconscientes de tu vida, perpetuamente atrapadas en la forma de su último acto de rebeldía y con su mirada marcada por la decepción hacia ella, pero esa era la voluntad del titan y Eda, su madre era el último obstáculo para ambas en el camino de la paz de las islas.

- Aun la extraño - Susurro la más joven, aferrándose a su yo mayor - pero eso ya lo sabias - Denoto ella, sintiendo los dedos acariciar su melena - ¿Crees que ella algún día nos perdone?

- Si, yo creo que en el fondo ya lo hizo - Dijo con una sonrisa la mayor, era claramente una mentira, pero la menor la tomaba como una verdad en esos momentos - Eda nos amó inclusive cuando nuestros caminos eran opuestos, aun cuando luchamos y estuvimos por perder nuestras vidas ella se contuvo.

-"Sniff" Por qué éramos su pequeña brujita - interrumpió la pequeña con sus ojos rojos de llorar.

- Si, por que éramos su pequeña brujita - repitió la mayor, dudando por un momento de sus propias palabras - Y una madre jamás querría enterrar a sus propios hijos - Señalo con un sabor amargo formándose en su lengua como una señal de lo dura verdad que había dicho.

La verdadera bruja más poderosa de las islas solo había perdido por tener un corazón en el momento menos indicado y eso le había costado todo lo que aun tenia, incluida su propia vida al final de su viaje, una vida que tal vez hubiera sido diferente de ella no haber estado presente en la vida de esa mujer.

- Somos una plaga, Luz - Dijo la pequeña - Todo lo que amamos acaba por morir por nuestras manos una forma otra "Suspiro". Primero fueron todas las brujas que lucharon junto a nosotros, entonces Eda... y ahora es Amity - La mano de la pequeña se posó sobre la de la mayor, sonándose la nariz se recargo en su hombro.

- ¿Crees que funcione? - Pregunto con miedo, Luz alzo sus hombros para responder

- No lo sé, pero no tengo más ideas y tal vez esta sea la única forma de salvarla, -

- De nosotros, - Completo la más joven - Quisiera decir que fue bueno mientras duro, pero... yo no tuve la oportunidad conocerla - señalo ella con pesar, notando su yo mayor empezó a preparar un hechizo - ¿Qué haces? - pregunto, viendo la magia empezar recorrer la mano de Luz camino arriba hasta llegar a su frente.

La castaña esbozo una sonrisa - Voy compartirlo contigo, cada momento que pase a su lado. Los felices y los tristes, las discusiones y las reconciliaciones. Lo amargo y lo dulce de mi vida, todo eso lo voy a compartir contigo - Luz comento, abrazando a la pequeña y uniendo sus frentes por un momento mientras su magia empezaba a compartir sus recuerdos.

Pequeñas lagrimas empezaron a brotar de los ojos de la más joven, a pesar de haber llorado ya mucho antes no podía detener las cataratas de abrirse nuevamente - ¿Por qué? - cuestiono de nuevo a la mayor - ¿Por qué haces esto?

- Es mi regalo, porque cuando esto termine, yo...yo. puede que ya no este aquí para entonces - Luz confeso, abrazando con más fuerza a la pequeña Luz - Puede que desaparezca al final del viaje y.... puede que solo tu puedas recordar lo que alguna vez paso o tal vez solo olvides, caigas en sueño profundo y esta conversación solo sea un pensamiento lejano que desaparezca en tu subconsciente.

-...... Lo siendo-Luz pequeña susurro por lo bajo guardando silencio por un momento, hasta que finalmente termino por corresponder el abrazo -

-No te preocupes - La mayor rio en un intento de disipar sus propios temores - Solo es una posibilidad, nada nos asegura que esto termine mal para nosotros cuando acabemos con esto.

- Solo espero que estes equivocada - dijo con un suspiro cansado la pequeña, mirando como el titan se acercaba a ellas tras notar la calma en sus miradas.

- ¿Así que han llegado a una decisión? - Las dos se miraron por un momento, asintiendo al mismo tiempo y dándole su respuesta al titan.

Una enorme sonrisa se dibujó en su rostro tras oírlas, realmente no se había equivocado en elegirlas como sus profetas, realmente no lo había hecho

Ahora solo debía aferrarse a su destino y dejar que su profeta hiciera lo correcto, como siempre debió de ser.

Un mundo sin humanos.

Amor in-reciprocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora