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Cuando Bin creyó superar su miedo por tocar a su cachorro, y se atrevió a acariciarle desde las pequeñas manitas, hasta propinar leves caricias sobre su cabeza, Dongmin llegó un día con sugerirle algo que le hizo pensar que no estaba consciente de su naturaleza.

—No puedo.—Se negó rotundamente, sin siquiera permitirse pensarlo.

—Sé que puede parecer algo complicado para usted, pero realmente creo que de esa manera puede ayudar a su cachorro.—Trató de razonar con él, soltando un suspiro.—SiWoo ha presentado síntomas de una posible recaída, y estuve preguntando un par de opiniones a médicos expertos en estos casos, por lo que le puedo asegurar que lo que hará garantizará el bienestar de su bebé y pueda sentirlo cerca.

—Pero si lo lastimo, no puedo siquiera imaginarlo.—Los ojos del alfa mostraban la preocupación que estaba pasando, por supuesto que quería ayudar a su cachorro, pero no quería arriesgarse a lastimarlo.

—No lo hará, yo me aseguraré que todo esté en orden. Le ayudaré con los cables que lo conectan con el respirador, mientras usted lo sostendrá entre sus brazos y procurará hacer contacto piel con piel, eso es lo único que tiene que hacer.

—¿Es seguro que funcione?

Asintió.— Como le comenté, a los cachorros les gusta sentir a sus padres cerca, conocerlos por medio de la voz y por la conexión que están forzando por medio de sus interacciones. Los bebés pueden tener momentos de estrés, y si no funciona el hablarles o estar acariciándolos, inclusive aunque se les cante, entonces es mejor asegurar que se relajen por medio del contacto piel a piel. En estos momentos le toca su comida, por lo que podrá cargarlo y ayudarme a darle de comer, es necesario que respete las horas asignada de comida y no alterar su horario.

Bin dudó demasiado en aceptar, su lobo le recriminaba el hecho de negarse a ayudar a su cachorro para que estuviera bien, ¿Qué padre se negaría a realizar algo con el fin de garantizar que esté bien su hijo? Pero también su miedo lo albergaba, sintiendo que el pequeño cuerpo de su cachorro estaría demasiado frágil entre sus brazos, ¿Y si lo sostenía mal? ¿Y si le provocaba algún otro malestar?

—Sé que le estoy pidiendo mucho, pero confío en que usted podrá hacerlo bien por el hecho que lo he visto interactuar con su cachorro. Una vez que salgan de aquí, ¿Cómo le hará para llevarlo de un lado a otro con usted? Deberá de cargarlo en algún punto de su vida, y es mejor que empiece ahora que puedo ayudarlo y no cuando salga y no sepa qué hacer a mitad del camino.

Asintiendo ante sus palabras, decidió relajar su cuerpo mientras repasaba lo que tenía que hacer, tan simple como sostener a su bebé contra su pecho por debajo de la camisa que llevaba consigo. El omega había sido claro en que tenía que mantener a su bebé lo más cerca de su piel posible, adaptándose a la sensación y tratando de alejarlo de lo que podría ser las texturas ásperas de las telas.

Desabotonando los botones de la camisa, se sintió un tanto cohibido al saber que estaría exponiendo el frente de su cuerpo ante el omega. Su lobo inclusive pareció ocultarse en algún rincón, demasiado apenado como si el enfermero no estuviera acostumbrado a ver tantas cosas que los padres harían por sus cachorros y su bienestar. Pero contrario a lo que podía pensar, Dongmin tuvo que aclararse la garganta y respirar por la boca, desviando el sonrojo que amenazaba en subir por sus mejillas al ver como el torso desnudo del alfa aparecía en su campo de visión.

Nuevamente agradecía el neutralizador que había en la habitación, de lo contrario ya sería demasiada bochornosa la situación.

—De acuerdo, vamos a sacarte de aquí, cachorro.—El omega sonrió, asegurándose de mantener los cables en su lugar cuando atrapó el pequeño bebé entre sus brazos, familiarizado con la sensación.—¿Está listo, señor Moon?

—Sí, adelante.—Extendió sus brazos, sin saber en qué posición exactamente debería de ponerlos, hasta que los brazos de Dongmin estuvieron encima de los suyos.

—Bien, voy a ir retirando mis manos poco a poco, hasta que me asegure de que usted lo esté sosteniendo, ¿Sí?—Recibiendo un asentimiento, hizo lo que comentó con sumo cuidado, acomodando los brazos del alfa para reforzar su agarre y que el cachorro quedara a la altura de su pecho.—Los cables estarán de este costado, puedo acomodarle la camisa para que no esté incómodo y pueda estar más cálido para el cachorro, ¿Está bien?

—No hay ningún problema.—Su mirada estaba enfocada únicamente en su bebé, fascinado por verlo mas de cerca en comparación a verlo a través de la incubadora.

Sentía un extraño sentimiento sobre su pecho, demasiado maravillado por el primer contacto real que tenía con su cachorro desde la primera vez que lo vio. Si bien aún sentía algo de miedo por lo pequeño que se sentía su bebé entre sus brazos, saber que lo estaba reconfortando de alguna manera casi lo hizo llorar nuevamente en esa habitación, queriendo salir de ahí corriendo y presumir a todos de lo bonito que era su cachorro, su pequeño SiWoo.

—Parece que está mejorando, ha dejado de respirar tan acelerado.—Dongmin sonrió, contento por ello.—Podemos mantenerlo de esa manera por un rato, hasta asegurarnos que se encuentre tranquilo. Si siente molestias, o inclusive si siente frío, puedo pedir que cambien la calefacción mientras usted se mantiene con SiWoo de esta manera.

—No tengo ningún problema, gracias por preocuparte.—Le mostró una pequeña sonrisa antes de volver su mirada a su bebé.

—Viendo que lo está haciendo bien, necesito salir unos minutos de la habitación para revisar algo, pero volveré pronto. Si necesita algo, puede tocar el timbre que se encuentra detrás de usted, así recibiré un mensaje y vendré tan pronto como pueda, ¿Está bien?

—Por supuesto, cualquier cosa llamaré.

Asintiendo, Dongmin les brindó una última mirada antes de salir de la habitación, corriendo directamente a la habitación contigua en busca de sus pertenencias. Definitivamente necesitaba reunirse con su mejor amigo para contarle toda esa situación, de lo contrario sentía que se estaría volviendo loco al guardarse todo para sí mismo. 

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