6

128 30 2
                                    

Aquella noche solo se encontraba Dongmin en el área de neonatos, checando los signos de cada uno de los cachorros mientras les arrullaba con una suave canción que sabía de memoria desde su infancia, adorando los buenos recuerdos que traía consigo.

You sleep so happily; i wish you a good night, good night, good night.—Tarareó con una sonrisa, anotando todo en la tabla de información mientras seguía su recorrido.

El clima era fresco afuera, pero la temperatura de la habitación era cálida gracias a la calefacción del lugar. Terminó su chequeo y tomó asiento al otro extremo, buscando su botella de agua para refrescar su garganta después de la canción. La tranquilidad del lugar lo arrullaba, lejos de estar aburrido por solo estar al margen con los horarios de comida y comprobar que todo estuviera bien con cada uno de los cachorros, se sentía feliz por estar ahí y hacerse pasar por los padres de cada uno, adorándolos y dedicándoles las atenciones necesarias para su mejoramiento.

Curioso, se inclinó lo suficiente para poder observar de cerca al pequeño SiWoo, sonriendo tan pronto como lo vio removerse en su incubadora.—Hey, al parecer no quieres dormir aún, ¿Verdad? Andas muy inquieto hoy, debe de ser porque tu papá no vino hoy, ¿Es así?

Soltando un suspiro, cambió de lugar al pequeño banco a lado del cachorro, alzando su mano para acariciar su cabecita. El alfa se había comunicado desde temprano con el enfermero, pidiendo una disculpa por no poder ir aquel día a causa de seguir arreglando unos asuntos con su trabajo y el tiempo de incapacidad que tenía programada. Dongmin le había asegurado que no había problema, pero la verdad era que lo extrañaba, y al parecer su cachorro también, manteniéndose inquieto gran parte del día como si estuviera atento a que llegara.

—¿Quieres que hable contigo? Sé que no seré tan interesante con tu papá, pero puedo hacer que te entretengas, lo prometo.—Sonrió, siguiendo con sus caricias en su cabecita.—¿Qué podré contarte? Tengo muchas experiencias aquí, pero no estoy seguro por cuál podría contarte, ¿Qué te parece la primera vez que lloré de terror cuando un cachorro tuvo una pequeña recaída? En ese momento recién había ingresado al área, estaba familiarizado en trabajar con bebés, por lo que pensé que sería igual que allá. Pero una de las noches que me tocaba cuidarlos, uno de los cachorros tuvo una recaída, por suerte no fue nada grave, pero me puse tan nervioso que inclusive me puse a llorar mientras lo cargaba, hasta que llegó la jefa en turno y me ayudó a calmarlo, también me ayudó a calmarme y que no debía de estresarme al verlos mal, porque si yo me pongo mal, ¿Quién más podría ayudarlos? La próxima vez que pasó una situación similar, supe como reaccionar a tiempo y lo tuve controlado, ahora ya no me siento estresado o con miedo, puedo manejarlo.

En ese momento, Dongmin había estado demasiado estresado y con el miedo recorriendo su cuerpo; a comparación de sus inicios, el omega ahora pensaba que era un tiempo muy lejano y lo tanto que había cambiado. En ocasiones se reía por todos los miedos que había sentido hace mucho, donde en la actualidad eran sus mayores fortalezas, en esos momentos ni siquiera recordaba un miedo que pudiera tener, no se lo podría permitir estando con tanta responsabilidad a su cargo.

—He visto demasiados casos, pero debo de confesar que muy pocos como el tuyo, SiWoo.—Apretó su mano libre sobre la tela de su pantalón, siguiendo.—Cuando te trajeron al área, temía que tu padre fuera uno de esos alfas que se volverían locos, recé a la Diosa luna para poder encontrar la fuerza suficiente para detenerlo en caso de que quisiera hacerte daño, pero contrario a lo que pensaba, él simplemente se la pasó observando desde el pasillo, buscándote. Los primeros días estaba demasiado centrado aquí, y en su mirada pude ver el deseo por poder conocerte, y no con la intención de hacerte daño, simplemente con el deseo de conocer a su cachorro, por eso le permití pasar y así también te ayudaba a ti. Es triste saber que solo se tienen entre ustedes, pero podrán superarlo mientras mantengan esa conexión especial, puedo notar como él te ama mucho y como daría la vida por ti, así como puedo asegurar que tú también lo amas mucho, debes sentirte orgulloso de tener un padre como él, no te ha dejado solo en ningún momento y además siempre está dispuesto a vencer sus miedos si eso garantiza que puede ayudarte a salir de aquí.

El omega siguió hablando, sin saber que su propio lobo estaba sintiéndose conectado con el cachorro, sintiendo un inmenso cariño hacia él. Al ser hijo de su pareja destinada, su lobo automáticamente sentía la necesidad de protegerlo, de marcarlo con su aroma y gritarle a todos que era su hijo, lo quería como si fuera él quien lo hubiera concebido, aquel anhelo de tenerlo a su lado y asegurarse que nada le pasaría le estaba arrasando sus entrañas, sacando una faceta suya que jamás había experimentado hasta ese día.

No tenía miedo, en cambio, le emocionaba saber todo ello, pero de lo único que dudaba era la capacidad del alfa de entenderlo. Bin no tenía mucho tiempo desde que perdió a su omega, aún se encontraba en duelo pero con el cual sobrepasaba solo por su cachorro, pero que tan pronto como se alejaba, los pensamientos intrusivos lo invadían por completo.

Pero desde que su lobo comenzó a reaccionar con interés al omega enfermero, tenía ahora sus pensamientos ocupados con ello. Se encontraba tan bloqueado por la situación, que ni él, ni su lobo, estaban viendo bien las señales de lo que realmente ocurría. Aunque aquella noche, tan pronto como terminó de emitir la última incapacidad para justificar sus faltas, se dirigió al hospital con la intención de por lo menos ver a través del cristal a su cachorro, solo eso necesitaba para disminuir la ansiedad creciente dentro de su pecho. Tan pronto como le fue permitida la entrada al área de neonatos y caminó por el característico pasillo que reconocía desde días atrás, se detuvo al ver desde el otro lado como Dongmin se encontraba sentado a un lado de SiWoo, demasiado sumergido en su conversación como para darse cuenta de la presencia del alfa fuera de la habitación.

Bin se detuvo en seco, observando la escena frente a sus ojos con cierta admiración, deseando por un momento estar ahí con ellos, compartir ese momento a su lado. Su lobo se removió dentro, ordenándole que fuera a la habitación y se uniera, que no se quedara en el pasillo simplemente mirando quieto. Sin hacerle caso, se limitó a estar ahí con una pequeña sonrisa en su rostro, sintiéndose repentinamente cansado, ¿Cuándo había sido la última vez que durmió bien? Siquiera, ¿Cuándo había dormido?

Recargándose contra la pared frente al cristal, se permitió cerrar los ojos por un momento y respirar hondo, sintiendo una extraña tranquilidad arremolinar en su pecho y un particular aroma llegando a su nariz, perdiéndose completamente en él. 

For Us | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora