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Dongmin recargó su barbilla contra su mano, tamborileando los dedos de su mano libre contra la mesa, observando la calle a través del ventanal de la cafetería. La mesera se acercó a la mesa con su orden, sonriéndole en agradecimiento por llevar su pedido, al tiempo en que la muchacha se retiraba, su mejor amigo apareció en la silla de frente agitado.

—Dios, necesitamos cambiar de locación porque siempre llego tarde.—Se quejó, el ahora pelirrojo, mientras tocaba su pecho ante la agitación de su corazón.

—Está a la misma distancia de nuestros trabajos, tú eres quien sale a la hora para llegar tarde aquí.—Contraatacó con una sonrisa divertida, tomando su bebida.—Pero, como un buen amigo que soy, para cuando llegas ya tienes hasta tu café y postre servidos.

—La humanidad agradece tu generosidad, Lee Dongmin.—Guiñando un ojo, agarró el aire suficiente para comenzar a tomar el primer sorbo del café.—¿Cómo estás? Me sorprendió tu mensaje diciendo que nos viéramos.

—Han pasado un par de cosas que quería contarte.—Sonrió, dejando su bebida a un costado.

—¿Tiene qué ver con tu destinado? Ya no supe más del tema.

Asintió.—Digamos que estamos comenzando una relación formal...

Se vio interrumpido por el grito de Sanha, haciéndolo callar y cubrir su rostro al ser observado por las personas de las mesas cercanas a donde se encontraban. Hasta que volvió a su silencio, fue que quitó las manos de su rostro y lo reprimió con una mala mirada, junto con un rubor sobre sus mejillas.

—¡Sabía que quedarían juntos! No me equivocaba, tenía razón.—Sonrió con emoción reflejado en sus facciones.

El omega negó, divertido.—Siempre tienes la razón, lo sé.

—Ahora dame los detalles, ¿Cómo es él? ¿Ya te marcó? ¿Ya pasaron el celo juntos? No, no pueden hacer eso porque tienen a un cachorro, ¿Verdad? Oh por dios, ¿Eres padrastro?

—En otra oportunidad puedo hacer que se conozcan, apuesto a que te agradará mucho porque es muy amable; No, no me ha marcado porque estamos en proceso de formar una relación; Tampoco hemos pasado el celo juntos; Si lo ponemos de esa manera... Sí, soy padrastro.

—Dios, tanto que amas a los cachorros y ahora tienes uno, tienes un alfa a tu lado y te veo feliz, siento que llevábamos años sin vernos.

—La verdad es que se sintió como una eternidad, pero creo que lo malo ya pasó y podremos vernos más seguido como normalmente lo hacíamos.—Partiendo un trozo del pastel, bajó la mirada.—A pesar de haber tenido días tan malos, y de los cuales llegué a creer que no volvería a vivir nada de esto, siento que si vamos por la misma marcha, todo habrá valido la pena. Sé que puede sonar algo loco, podrás pensar que no debí de correr tanto riesgo solo para conocer a mi destinado, pero todo ello solo me hace valorar más lo que tengo y lo que está por venir.

—Dongmin, si estás feliz y te sientes bien, eso es todo lo que está bien para mí también. Si estás feliz, yo soy feliz, pero si estás triste o molesto por algo, entonces también seré triste y/o molesto porque quiero comprenderte. Aunque se hayan dado las cosas de esta manera, me alegra que estés sintiéndote bien y que tengas todo lo que siempre has añorado por tanto tiempo, porque mereces ser feliz y tener todo lo que desees, eres el omega más puro que tengo el privilegio de conocer y me siento honrado por ser parte de tu vida, créelo.

El castaño agarró una servilleta para sorber su nariz, sintiéndose repentinamente nostálgico por todo lo que ha cambiado desde la primera vez que se vieron. Había tenido una vida tranquila y llena de sueños antes de conocer a Bin, pero una vez que llegó a su vida, solo pudo pensar en todos los retos que estaban por venir en su vida y que ahora agradece haber superado y lo que faltaba por afrontar, pero que sentía ahora que podría con todo mientras tuviera al alfa y a su cachorro a su lado.

For Us | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora