Extra #3

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Bin abrió la puerta de la casa, cerrando la puerta con el pie mientras dejaba el maletín y su abrigo en el perchero, alcanzó a desabotonar los nudillos de la camisa cuando escuchó movimiento provenir del segundo piso, haciendo que levantara la mirada para encontrarse con SiWoo.

—Hey, cachorro.—Sonrió, comenzando a subir el tramo de escaleras para llegar a él.

—¡Papá!—Alzando sus brazos sobre su cabeza, el alfa lo tomó entre sus brazos para cargarlo, olfateando su mejilla.

—¿Cómo estás, pequeño? ¿En dónde está tu papá y tus hermanos?

—Durmiendo, estoy cuidando.—Levantando su barbilla, pareció orgulloso de su acción.

El azabache abrió los ojos con sorpresa, ¿Había escuchado bien? Una extraña emoción se instaló en su pecho, sonriendo con ternura.

—Woo, ¿Qué dijimos de no estar en la puerta si no estamos ni tu padre ni yo?—Sin dejar pasar ese detalle, tuvo que reprender de manera severa. Al no obtener ninguna respuesta y solo la mirada cabizbaja de su cachorro, comenzó a dirigirse hasta la habitación.—Gracias por cuidarlos mientras no estaba, cachorro. Solo no me gusta que te expongas de esa manera, puedes mantenerte en la habitación con ellos, así puedes cuidarlos.

—Bien.—Asintió con un pequeño puchero.

Bin empujó suavemente la puerta de la habitación, su mirada dirigiéndose al suelo donde reposaba un gran nido que el omega se había encargado de hacer para su familia. Dongmin se encontraba dando la espalda hacia la puerta, arrullando a sus dos cachorros cerca de su cuerpo mientras dejaba salir pequeños soplidos entre sueños. Tanto para el omega como para el alfa habían sido meses difíciles al tener que cuidar a dos bebés al mismo tiempo, rara vez conseguían dormir por lo menos cuatro horas seguidas antes de que alguno de sus cachorros llorara, el único que parecía aún emocionado y demasiado tranquilo era SiWoo, prometiéndole a sus padres que estaría cuidando de sus hermanos mientras ellos estuvieran ocupados.

Al principio temían por la forma en que su cachorro pudiera reaccionar ante la llegada de dos nuevos bebés, pero tan pronto como le explicaron la situación se mostró territorial y dispuesto a cuidar de ellos en todo momento. Dongmin sentía una necesidad grande de llorar cada que veía a su cachorro tan protector y amoroso con sus hermanos, aún creía que se sentía demasiado sensible y que por ello cualquier cosa que proviniera de sus tres cachorros provocaba que llorara hasta que sus ojos casi se cerraban, pero para ello tenía a su alfa que lo consolara.

El alfa había tenido que volver a trabajar solo unas semanas atrás, después de su descanso por la licencia de paternidad, volver a la empresa le había costado más de lo que pensaba al no querer separarse de su familia. Bin sentía que había desarrollado una mala costumbre y la mala necesidad de estar en todo momento con sus cachorros y omega, necesitando verlos y saber que estaban bien. El instinto de protección solo había empeorado cuando volvieron a casa después de la alta en el hospital, impregnando todo el hogar con su aroma y siendo más servicial de lo acostumbrado.

Por ello, tan pronto como entró a la habitación, dejó salir de sus brazos a su cachorro y se encaminó hasta entrar al nido con cuidado, tomando lugar frente a los bebés para depositar un beso en sus frentes y olfatearlos, dejando su aroma en ellos. Cuando fue el turno de acercarse a su omega, sonrió cuando soltó un suave ronroneo que revoloteó sobre su pecho, haciendo un sendero de besos por todo su rostro hasta llegar a sus labios, solo un pequeño roce antes de apartarse, recibiendo un gruñido que provocó una baja carcajada.

—Alfa.—El susurro del omega le provocó escalofríos sobre su cuerpo, volviendo a inclinarse sobre él.

—Omega, no quería despertarte.

Abriendo sus ojos, Dongmin se adaptó a la poca iluminación de la habitación. Se sentía desorientado, ¿Qué tanto había dormido? Parecía demasiado oscuro por la ventana en comparación a cuando decidió tomar solo una siesta corta.

—¿Hace mucho llegaste?

Negó.—Realmente no tengo mucho, ¿Sabes con qué me encontré al llegar?

—¿Con qué?—Frunció la frente, interesado por escuchar.

El alfa compartió una mirada con su cachorro, el cual se encontraba a un costado de sus hermanos mirándolos dormir.—SiWoo los estuvo cuidando mientras dormían, llegué y se asomó por las escaleras, cuando lo cargué me dijo que los estaba cuidando.

Dongmin se giró rápidamente para ver a su cachorro, sonriendo enternecido.—¿Es así, cariño?

—Yo los cuido.—Susurró en un tono bajo.

Aunque SiWoo lo dijera de manera natural, para la pareja sentía que estaba creciendo demasiado pronto. Dongmin tenía sentimientos encontrados al saber que hace solo un par de años cuidaba al cachorro en el área de neonatos, procurando animarlo para que saliera del peligro, ahora verlo a sus cuatro años y tomando una postura autoritaria cuando su padre alfa se iba a trabajar para protegerlos solo hacía que quisiera abrazarlo y decirle que ya no creciera, el tiempo estaba pasando muy rápido para ellos.

—Nuestro cachorro está creciendo muy rápido.—Susurró en un tono bajo, estirando sus brazos para invitarlo a recostarse contra su cuerpo.

El pequeño no lo dudó, llegando hasta su padre omega con una sonrisa antes de fundirse en un abrazo, gustoso por el tacto.

—Ya no crezcas, cariño. A tu padre le está doliendo verte ser todo un buen niño cuidando de nosotros, aún quiero cuidarte, aún eres nuestro pequeño cachorro, Woo.

Bin sonrió, envolviendo entre sus brazos al omega para tratar de apaciguar la tensión que comenzaba a acumularse sobre el lazo.—¿Por qué no bajamos a cenar? Prepararé algo y así comeremos a gusto.

Dongmin asintió, sorbiendo.—Está bien, alfa.

Besando su mejilla, se separó.—Vamos, Woo. Preparemos la cena para que podamos cenar y luego volveremos para descansar.

El cachorro se separó del abrazo de su padre, inclinándose para verlo con ojos llorosos y pasó sus manos sobre sus mejillas, limpiando las lágrimas que el omega había soltado. Sonrió, y Dongmin solo pudo comprobar una vez más el gran parecido que tenía con su padre, sus gestos y la forma de ser tan servicial solo lo hacían recordar al alfa con el que estaba unido. SiWoo le dejó un beso sobre su mejilla y se apartó para salir del nido, tomando la mano del azabache para acompañarlo a preparar la cena.

El omega los siguió con la mirada hasta que salieron de la habitación, y una vez que los perdió de vista, dirigió su mirada al techo. El tiempo comenzaba a notarse, ¿Cuándo imaginaría que el cachorro que cuidaba en neonatos ahora tenía cuatro años y estaba asumiendo un rol importante en la familia? A pesar de que no contaba con una designación a una casta aún, eso no demeritaba el papel que SiWoo planeaba tomar en su familia, procurando cuidarlos.

Sintiéndose afortunado, sonrió al estar en paz consigo, la tranquilidad y la realización instalándose en sus pensamientos mientras repasaba los sucesos de los últimos años. No solo había conseguido obtener un buen empleo en algo que le apasionaba, sino que a partir de ello solo desencadenó momentos significativos en su vida, desde conocer a su pareja destinada, formar su propia familia y cumplir todo lo que creyó necesario para sentirse bien. Sus mayores sueños y anhelos se habían logrado, a esas alturas no necesitaba más mientras tuviera a su familia junto a él, no imaginaba cambiar o desear algo más porque estaba tranquilo con lo que tenía.

Dongmin daría todo por volver a vivirlo si eso significaba sentirse así de tranquilo con su vida. Y él estaba seguro que Bin también daría todo por ellos. 




Ahora si llegamos al final de esta linda historia, esperó que les haya gustado tanto como a mi me gusto adaptarla.
A partir de mañana estaré actualizando "Nothing" subiré dos capítulos diarios y también empezaré las actualizaciones de Car's outside pero solo un capítulo diarios hasta que acabe la primer.
Bueno eso es todo por hoy y nos vemos mañana 💗

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