MAX: La carrera del amor.

𝟬𝟰 » 𝗨𝗻𝗶𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗱𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗲𝗴𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀

Miércoles. 7:43 PM.

La noche en Spoonerville habia llegado hace poco, las luces de todas las casas se encendían y las personas regresaban de la chamba, los parques vacíos, las escuelas también y únicamente las calles transitadas por unos cuantos vehículos. Entre esos vehículos se encontraba una gran camioneta tipo Van de color negro que transitaba cerca del vecindario de Goofy, pasando justo frente a su casa y dirigiéndose a una casa cercana. Para ser específicos, la de Pedro.

Mientras tanto, dentro de la casa de Pedro, específicamente en la habitación de PJ, se encontraban dos pequeños enamorados jugando videojuegos de carreras en su consola, sentados en el suelo alfombrado del cuarto y con una caja de pizza en su costado.

— Ultima vuelta. — Dijo Pete con toda su atención en la pantalla del televisor. — Juju, la tengo en la bolsa. — Celebraba el joven al ir en primer lugar.

— No cantes victoria tan rápido Peter, estoy muy cerca. — Exclamó su novia que de igual forma se concentraba en el videojuego.

— ¡Ja! Cómo si de verdad estuvieras tan- — PJ miró el marcador de tiempos: la chica estaba a medio segundo de él. — ¡Cerca! — Exclamó con pánico.

Ambos pusieron el 100% de sus habilidades detrás del volante.... O en este caso detrás del control para llegar a la meta, ambos se emparejaban en la recta final, estaba para cualquiera de los dos, su novia había salido con mejor tracción y pudo ganarle... Hasta que volteó y miró su tierno rostro de esfuerzo y terror ante la posible derrota, había estado jugando por días para mejorar... Eso la conmovió, y decidió frenar un poquito antes de llegar a la meta, dejando que PJ ganara.

— ¡OHHHH SIII! — PJ tiró el control, a la cama celebrando. — ¡POR FIN TE GANÉ! ¡YUJU, YUJU! — Corriendo en círculos por toda la habitación por la primera victoria contra 10 de su novia.

La chica solo vió con ternura la actitud de su novio, dejando de lado el control y dramatizando completamente lo que estaba por decir. — ¡Cielos!, ¿Cómo pude haber perdido?... ¡Rayos y centellas!, creo que debo practicar un poco más. — Exagerando.

— ¡Ni modo! ¡Empieza el reinado de PJ! ¡El mejor piloto de la historia! —

— Jajajaja, si tú lo dices. — Maggie se puso de pie y se acercó a su novio, dándole un rápido beso en la mejilla. — Te amo bebé. —

Maggie era una chica de pelo lacio color negro, siempre llevaba una playera color azul marino, aunque por las noches también una chamarra negra con cierre gris, pantalones de mezclilla azul claro y unos tenis que el mismo PJ le compró. Además y no menos importante, un collar con un corazón y las iniciales de su amado en él. Ella llevaba saliendo con PJ 8 meses recién cumplidos el día de ayer, se conocieron en un negocio de auto servicio donde PJ trabajó el verano del año pasado, salieron, se conocieron y se gustaron. No como otros ¿Verdad?

— Oww, también te amu.. — Dijo PJ con voz de niño chiquito.

— Cambiando de tema... — Maggie se dirigió otra vez al lugar donde jugaron, para recoger el tiradero que dejaron. — ¿Cómo está Max? Escuché que Bobby dijo que le había ido mal con la chica. —

— Estará bien, estuvo algo triste al inicio, pero creo que Roxanne se aventuró a hablar con él. — Explicó PJ, acercándose a su novia para ayudarle a escombrar.

— Es una lastima que lo ví a esa bella parejita en su tiempo, se ve que son el uno para el otro. — Opinó la chica.

— ¿Verdad?, es una basura que se traten de esa forma... Pero supongo que el dolor cega a las personas. — Pensó Pedro Junior, que tomaba la caja de pizza y la ponía sobre su escritorio. — Órale, debo ser más ordenadito. —