Un fuerte cielo azul acompañado de hermosas nubes se hacían visible en nuestra vista. Pensé que había conocido lindos cielos, pero el de hoy, se salía de lo sobrenatural de lo hermoso que estaba.
Llevaba un suficiente tiempo sólo observando el cielo sentada en la grama recién podada. Podría decir que estaba realmente cómoda, lo estaba tanto que no quería levantarme de acá.
Un gran árbol me hacía sombra con sus largas rama, arriba de ellas, se encontraba un nido, con tres pequeñas aves. Aún estaban muy bebes para echarse a volar, pero su mamá iba y venía con comida en su boca para alimentarlos a ellos, me pareció muy tierna esa escena y sonreí.
Dejé de tocar la grama y limpié mis manos pasándolas por mis piernas sobre mí pantalón. Y recordé lo tanto que le irritaba cuándo Michelle y yo lo hacíamos. Arrugaba su cara y nos fulminaba con la mirada. Era realmente divertido, a veces lo hacíamos para hacerlo enojar.
Flexione mis piernas para levantarme y irme, pero antes de eso Mathias llegó a mí.
-Ya está por comenzar y sólo faltas tú. -Dijo.
Mathias llevaba consigo una camisa blanca, junto con unos usuales pantalones suyo, y su pelo rubio lo llevaba de lado. Todo este tiempo no me había fijado en que mi pequeño hermano ya estaba casi de mi tamaño y de lo realmente maduro que se ha convertido.
El tiempo pasaba tan rápido que ni chance nos daba para apreciar nuestro al rededor y sus cambios.
-Ya iba en camino. - Respondí.
Caminamos en silencio hasta llegar a donde estaban todos, de lejos se veía una gran manada de personas y lo que más resaltaban, eran sus camisas blancas sobre ellos, y claro, globos blancos. Jamás pensé en ellos, pero mi madre y la suya estuvieron de acuerdo para eso, era un ángel después de todo, ¿No?
Varias sillas movibles color negras estaban al aire libre, como estuvimos de acuerdo. Una alfombra roja estaba sobre el medio de estas sillas, con pétalos blancos regados por toda ella.
De echo rosas era lo que más sobraba acá, estoy segura qué si el estuviera, se burlaría.
¿Acaso montaremos una florería entera con todas estas rosas?
Sí.
Ésa sería su burla.
Imaginé su sonrisa y sus mejillas ponerse rojas de tantas carcajadas.
Habían tantas personas que no tenía ni por donde empezar para poder contarlas. Todas ellas estaban aquí por él, ya que en su momento él estuvo con todos ellos.
Internamente les agradecí, él estaría feliz de verlos a todos.
Mathias me ubicó en el lado izquierdo de la primera fila; Su madre y Michelle me acompañaban a mí derecha. Mi famila se encontraban atrás de mí. Y los demás asientos eran amigos, profesores, vecinos y demás familiares que en todos estos años nunca conocí.
Había un pequeño portarretratos encima de cajón de madera, era su foto, era la más lima y sexi.
Él decía que de tantas fotografías esa era su preferida ya que realmente se sentía el más sexi de todos.
Reí mucho y se enojó, me pareció exagerado de su parte, pero al final lo apoyé.
Y cuándo tocó seleccionar una foto, definitivamente pensé en esa.
Sé que estará feliz también por eso.
Un padre con su bata blanca, la misma que suelen usar todos, comenzó a hablar sobre cosas de la vida.

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Julieta, La Chica Suicida
Romantika[Hola!! Les agradecería que no juzguen a un libro por la portada o nombre. Espero que les vaya a gustar :) ] Existen momentos en donde nos sentimos, felices. Otros donde solamente queremos desaparecer. Muchos siempre sentimos ambas. Compartimos la...