Will no sabía, ni entendía muy bien por qué decidió dar la vuelta en aquella calle y parar frente al trabajo de Dante. Consideró esperar a que saliera para llevarlo a casa y conversar un poco, pero luego se echó atrás y se marchó. Repitió el camino tres veces en distintos días, estacionándose en el trabajo de Dante y al menos cinco veces paró cerca del supermercado al que Dante solía ir los martes y jueves. Finalmente, se resignó y volvió a casa.
Qué equivocado estaba.
Se arrepintió de no haber hablado con él.
—¿Estás bien? Estás pálido —la suave voz de Abigail sacó a Will de su trance.
—Perdón, ¿dijiste algo? —Will parpadeó un par de veces y miró a la joven.
—¿Qué sucede? —Abigail se sentó en la pequeña mesa frente a Will—. ¿Es sobre ese chico? —preguntó, observando atentamente a Will.
Los perros revoloteaban a su alrededor, buscando atención que Abigail les dio brevemente acariciándolos.
—Sí —suspiró Will—. Sí, es sobre Dante —dijo, pasando las manos por su cara con frustración.
—¿Por qué no vas a verlo? —preguntó Abigail—. Es mejor que aclaren esto. No sé qué sucede entre ustedes, pero no me gusta verte así, Will —dijo Abigail, mirando preocupada a Will, quien le devolvió la mirada con una leve sonrisa.
—Gracias, Abi —dijo Will—. Tal vez sí, lo mejor sería verlo.
Will tomó un collar, una correa y se llevó a Winston con él. Era una larga caminata, pero el tiempo pasó volando mientras pensaba en qué decir cuando llegara a la casa de Dante. Al llegar, se quedó plantado frente a la puerta, sin atreverse a tocar el timbre, solo mirando la puerta. No podía hacerlo.
Para su mala suerte, la puerta se abrió. Era Dante.
—Will —Dante lo miró sorprendido. Un revoltijo en su estómago se hizo presente; hacía días que no lo veía.
—Dante —saludó Will. El pequeño Gus se movió hacia la puerta y olfateó a Winston con emoción.
—¿Qué... qué haces aquí? —preguntó Dante—. ¿Quieres pasar? —invitó Dante, abriendo la puerta, pero Will negó con la cabeza.
—No, gracias —dijo Will, carraspeando.
Dante hizo una mueca y asintió, algo decepcionado.
—Dante, vine para hablar contigo sobre —Will tragó saliva— lo que pasó el otro día.
Dante asintió mientras mordía su labio.
—Claro, sí —dijo Dante—. Desde hace días quise verte también, pero... —se trabó un poco al hablar—, pero no tuve las fuerzas para hacerlo... ni la valentía.
La confesión hizo que Will tratara de sonreír, pero solo logró hacer una mueca.
—Te vi el otro día cerca de mi trabajo —soltó Dante.
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CERVATILLO ━❝ Hannibal Lecter
Fanfiction𝐂: | ❝¿Qué juego perverso juegas para hacerme sentir de esta manera? Un cervatillo desamparado, postrado a los pies de un lobo voraz, es simplemente un bocado para el depredador que lo contempla con ojos hambrientos. Dante se encuentra con Hanniba...