𝐂: | ❝¿Qué juego perverso juegas para hacerme sentir de esta manera?
Un cervatillo desamparado, postrado a los pies de un lobo voraz, es simplemente un bocado para el depredador que lo contempla con ojos hambrientos.
Dante se encuentra con Hanniba...
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Algunas cosas es mejor mantenerlas en secreto, llevarlas hasta la tumba. Pero Dante parece incapaz de mantener la boca cerrada.
—Yo podría haberte comprado uno —dice Will, mirando el nuevo teléfono de Dante y luego al joven.
—Will —Dante intenta refutar.
—¿Por qué te lo compró? —insiste Will, tomando el teléfono entre sus manos. Es un modelo de gama alta, evidentemente caro. Will duda que ni siquiera Hannibal use un teléfono así.
Dante se encoge de hombros—. No lo sé, pero estoy agradecido. ¿A qué fuiste a Minnesota?
Will le devuelve el teléfono—. Vi a Abigail.
El corazón de Dante late con fuerza al escuchar ese nombre. Abigail Hobbs. La simple existencia de esa niña le molestaba.
—Ah —responde con desinterés, pero Will frunce el ceño—. Ya decía yo que ver a tu jefe por aquí no era común.
Will se queda frío—. ¿Jack estuvo aquí?
—Sí, en la casa de Hannibal.
—¿Y por qué estabas en la casa de Hannibal?
—¿Por qué te molestas? Creí que eran amigos.
Will guarda silencio por un momento—. Me enteré de algunas cosas con Abigail. No quiero que vuelvas a ver a Hannibal.
Dante ríe, incrédulo—. ¿De qué hablas?
—Hannibal no es quien crees —Will se cruza de brazos—. Te pido, por favor, que te alejes de él.
Dante borra su sonrisa al notar la seriedad de Will—. ¿A qué te refieres, Will?
—¿Por qué estaba aquí cuando llegué? —Will pregunta mientras se levanta de la mesa.
—Comimos juntos —responde Dante, acortando la explicación.
Will se detiene frente a un mueble y toma algo—. Miles Teller —dice, mostrando una tarjeta.
Dante se queda estupefacto.
—¿Por qué hay una tarjeta de un abogado en mi casa? —Will se gira y lo mira fijamente, con la tarjeta en mano.
Dante traga saliva—. Will...
—¿Él te lo presentó? —pregunta Will inmediatamente.
—No, la tarjeta es mía —Dante se retuerce de nerviosismo.
—¿Por qué tienes la tarjeta de un abogado? —Will saca su teléfono y busca algo.
—Will —duda Dante en responder, pero ya es inútil ocultarlo—, voy a heredar una propiedad de mi mamá y parte de su fortuna, pero quieren quitármela.
Will se queda quieto, miles de pensamientos pasan por su cabeza—. Mi hermano me dijo que ese abogado me ayudaría, pero Hannibal me hizo dudar de sus intenciones.
