Capítulo 6 El niño de sus ojos

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Muchos escenarios catastróficos pasaron por la cabeza de Draco, incluso las torturas a las que fue sometido durante su infancia y parte de su adolescencia se sintieron poca cosa a comparación de la sensación de saber que en un segundo podía perder a su hijo quien es ese momento lloraba tan fuerte que él podía escucharlo, recordó una ocasión mientras estaban en casa de su tía Andrómeda cuando el pequeño Draco de cuatro años se hizo daño por correr y chocar contra una mesa y como todo niño pequeño busco el consuelo de sus padres, pero Lucius no perdió tiempo en levantarlo de una manera muy brusca ocasionando más daño, se recuerda llorando solo en una habitación, hasta que su tía apareció con una taza de chocolate y eso lo hizo sentir tan bien, lo hizo sentir que importaba y por muy molesto que en este momento se encontrara, no se iba a permitir que el niño de sus ojos se sintiera como una vez él lizo, fue a la cocina, preparo un poco de chocolate y fue a buscar a su hijo.- Cariño ¿Puedo pasar?

-Papi lo siento tanto, no quería causar problemas, no quiero que estes enojado conmigo

-Jamás. - Ofreció la taza de chocolate, limpió sus lágrimas, mientras se sentaban junto a la ventana. - Creo que ambos hemos estado algo frustrados, yo me disculpo por perder la cordura cuando estaba hablando por esa baratija llamada teléfono

-Pero yo no hice caso cuando me pediste parar y que guardara silencio

-Eres un niño, no puedo pretender que te comportes como un adulto, es mi deber guardar la calma y no perder los estribos, siento haberte gritado y siento mucho el susto que debiste haber pasado-. Abrazo a su hijo por un buen rato hasta que este se quedo dormido, lo llevo a la cama y fue para la cocina para llevar la taza, en ese momento el elfo apareció. - ¡Dobby! Pensé que ya no volverías después de lo que paso

-Dobby está acostumbrado, pero no Dobby se fue porque lo llamaron

-Entiendo, se que no es común, pero no puedo ser mal agradecido contigo después de todo eres de los pocos que nos han ayudado, así que perdón

- ¡No, eso jamás, un amo nunca se disculpa!

-No soy tu amo, lo sabes

-Mejor olvidemos eso, Dobby trae noticias que pueden ayudarlo, es sobre un trabajo

- ¿De verdad? No sabes lo mucho que me ayudaría eso ¿De qué se trata? ¿Con quién?

-Ese es el problema-. Dijo el elfo nervioso. - Pero el pago es demasiado bueno, lo juro

- ¿Es algo ilegal?

-No para nada, el trabajo tiene que ver con Harry Potter

La mente de Draco se puso en blanco y le tomo un par de segundos reaccionar. – No quiero nada que tenga que ver con Potter, te agradezco, pero no gracias

-Dobby solo puede decir que Harry Potter cofia en Dobby y Dobby confía en Draco Malfoy, por ende, Harry Potter confía en Draco Malfoy-. Dejo un pedazo de papel con la información y la dirección, para después desaparecer

Lo primero que vio fue el pago. - ¡30 galeones! ¡Eso es aproximadamente 8,500 libras! Si no es que un poco más, no cabe duda que Potter es un loco, ahora no solo se regocija de ser el maldito salvador del mundo y de su maldita vida perfecta, también quiere venir a humillarme con esta cantidad de dinero-. Estuvo meditando toda la noche y no podía ser egoísta con su hijo, que iba a ser el único afectado si no aceptaba trabajar para Potter, mentiría si dijera que toda la noche durmió bien, estaba nervioso de volverlo a ver después de 9 años de no hacerlo, la última vez que lo vio fue en San Mungo cuando iba del brazo de su esposa y esperaban su primer bebé, mientras que él junto a Astoria recibían la mala noticia de una falsa alarma de embarazo. - Mañana serás digno de volverme a ver

-Papi despierta-. Al niño lo despertó la alarma de su padre. - ¡Oye hoy veremos a la tía Pansy y al tío Blaise!

Draco lo había olvidado, se despertó rápidamente eran las 7 de la mañana en ese momento, llamo a Dobby quien no tuvo objeción en quedarse un rato con Scorpius, se metió a bañar y se puso un traje negro, camisa blanca, algo sencillo, pero no podía evitar ser un Malfoy, todo le quedaba bien incluso esa ropa Muggle que casi siempre ocupaba. – Por favor Scorpius desayunas y te bañas en cuanto regrese nos vamos

-Si, papi está bien ¡Mucha suerte!, por cierto, papá te vez y hueles muy bien

Draco no pudo evitar ponerse rojo. - ¿Qué cosas dices? -. Salió del departamento antes de que su hijo continuara diciendo incoherencias, él siembre se veía bien y olía bien, quería hacer esperar a Potter, la cita era a las 8:00 am, pero las cosas le podían jugar en contra y alguien más se podía quedar con el trabajo, así que no tuvo de otra simplemente se apareció, esperando que la chimenea no estuviera bloqueada, se alegro de que no fuera así

Por su parte Harry reacciono rápido al escuchar que alguien entraba. - Draco-. Fue lo único que pudo decir

-Potter-. Dijo el recién llegado y así se quedaron por algunos segundos. - ¡POTTER REACCIONA!

- ¿Qué? ¡Oh si, lo siento! Es solo que no esperaba verte, eso es todo-. Esta nervioso, después de tantos años, era completamente normal que quedara paralizado

-Puedes dejar de mirarme de esa manera

-Perdón ¿Gustas tomar algo?

-No, gracias y por favor deja de pedir perdón me cansas

-Siempre tan perspicaz, pero sigo sin entender ¿Qué haces aquí?

- ¿No es obvio? - Miro el sofá. - ¿Puedo?

-Claro, claro siéntate

-Gracias, estoy aquí por el trabajo ¿de qué se trata?

Harry salto una ligera risa que para Draco no pasó desapercibida. – No creo que este trabajo sea para ti y tampoco creo que cumpla tus expectativas

-Cuando me digas de que se trata yo sabre si me conviene o no Potter

-Por favor deja de llamarme Potter, creí que ya teníamos un poco más de confianza

-Esa confianza la perdiste hace tiempo PO-TTER-. La platica se vio interrumpida por tres niños que entraron a la sala, el primero un niño de cabello castaño oscuro un poco rizado y grandes ojos castaños, seguido por un niño, de cabello lacio color azabache, ojos verdes y finalmente una niña pelirroja de ojos azules

-Ellos son el trabajo por así decirlo-. Dijo Harry. - Por favor niños saluden, él es Draco Malfoy un amigo

-Así que ya no puedes con la carga de tener hijos ¿Y me los piensas vender? -. Dijo Draco con una ligera sonrisa para los niños, mientras extendía la mano hacia los niños que felices se presentaron

-Un placer soy James Siruis-. Pero este de inmediato noto peligro sabía que no podía bajar la guardia

-Yo me llamo Albus Henrry-. Pensó que el amigo de su padre se parecía al amigo que conoció en el parque

-Hola yo soy Lilieth Céline-. Ella no tenia tiempo de pensar, Lily solo quería desayunar

-Es un placer conocerlos-. Se giro para ver a Potter, pero cuando iba a preguntar este empezó a hablar por teléfono

-Claro Ron dame unsegundo-. Draco una disculpa, esto es importante, estas en tu casa, no tardo,niños por favor compórtense 

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