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Capítulo 43 Maldiciones imperdonables

-No hay duda, he conocido niños muy estúpidos, pero ustedes...Es maravilloso, yo no tuve que mover un solo dedo para que vinieran a mí, claro que debo confesar que estoy algo decepcionada, tenían que llegar con sus otros dos hermanos, pero tendré que conformarme con ustedes-. Daphne hablo mientras, mantenía a Scorpius y a Albus hincados, apuntándoles con su varita

Los niños lograron entrar porque la mansión estaba lista para recibirlos, Dobby no corrió con la misma suerte, el hechizo de protección lo golpeó tan fuerte que lo hizo desmayarse y caer lejos de los jardines.-¡Por favor se que el problema es conmigo! Lo sé, conozco la historia, puedes hacer conmigo lo que quieras, pero te lo suplico ¡No lastimes a mi hermano Albus, por favor!

-Tus deseos son órdenes-. Dijo la mujer jalándolo por el cabello, haciéndole imposible levantarse

-¡No Scorpius! ¿Qué estás diciendo?-. Antes de que ambos pudieran reaccionar, Scorpius fue arrastrado fuera de la habitación, dejando a Albus completamente solo.-

Fue llevado hasta otra habitación, Daphne lo lanzo con fuerza, haciéndolo caer.- ¡No sabes como me encantaría ver la cara de tu estúpido padre en estos momentos!

-¡Mi papá, no es estúpido! ¡Tú eres la...!-. Una fuerte bofetada lo hizo callar

-¡Bien, bien...bien! Veamos si todavía tengo talento con esta varita ¿Hoy aprenderás lo que un crucio puede hacer? Claro que no será tan fuerte, no quiero que te desmayes y arruines toda la diversión

El hechizo apenas lo toco y el dolor que empezó a sentir fue indescriptible.- ¡Ya por favor me duele!

¡Abre, abre por favor!-. Golpeaba con todas la fuerzas que tenía, pero era inútil, no había pasado mucho tiempo cuando empezó a escuchar los gritos y llantos llenos de dolor de su hermano

-Sí justo así como estas gritando, gritaba tu madre, sus berridos eran música para mis oídos

-¡Mi mami era buena y tú la mataste!-. De nuevo recibió otro hechizo, pero esta vez un poco más fuerte

Daphne se arrodillo a su altura, para sujetarlo por la nuca.- ¡Mírame cuando te hablo! Si tu maldita madre no se hubiera embarazado todo hubiera sido más fácil, pero ¡No! Tuvo que traer a este mundo a una basura como tú

-¡Pues siguió el ejemplo de tus padres cuando te tuvieron a ti!

-Igual de arrogante que tu padre, pero te voy a quitar esa arrogancia a punta de golpes-. Fueron varios minutos en los que su pequeño cuerpo recibía golpe tras golpe. Hasta que llegó el momento en el que dejó de emitir ruido alguno

¡Detente por favor detente!-. Imploraba mientras se tapaba los oídos, se dejó caer tras la puerta, arrodillado mientras imploraba, la preocupación llegó segundos después cuando ya no escucho ningún ruido, pensando lo peor, terminó por recostarse, hecho un ovillo, espero que todo esto terminara, para él era lógico lo que pasaba, Scorpius estaba muerto y ahora él iba a enfrentar ese mismo destino, tuvo que retroceder cuando escuchó los fuertes pasos que venían hacia él, retrocedió un poco, en cuanto se hizo visible la silueta tuvo que tallarse los ojos, no creía lo que veía

...

-Por favor Loli, tienes que hacerlo, la tienes que poner a salvo-. El retrato de Astoria permanecía dentro de la cuna de la bebé, apenas unos segundos antes estaba llorando de manera desesperada y el único consuelo para ella fue una canción de cuna que le cantaba Astoria

-Ella me matara, ya lo intente, juro que intente sacar a la amita Lucy, pero falle en el intento y fui castigada

-Me preocupa que Dobby no regrese todavía, mi pequeño Scorpius debe de estar muy preocupado, pero también quería verla a ella -. Astoria miraba como la pequeña bebé dormía tranquilamente