Zoro dormita o al menos lo intenta detrás de la cocina, con Chopper acostado sobre su estómago, tomando la siesta después del almuerzo, asegurándose de que no fuera a ningún lado después, porque necesitaba revisarlo, dijo antes de quedarse dormido profundamente.
Ojalá Zoro pudiera dormir así.
Lleva varios días con la última conversación que tuvo con Lily, era su nombre, se lo dijo antes de besar suavemente a un Zoro que se marchaba, quizá, por siempre de allí.
Recuerda haber llegado a la extraña (y relajante) conclusión de que podría ser un malentendido por su parte. Equivocándose al recibir las atenciones que Sanji tiene con todos, quizá esos detalles que veía en los platos que cocinaba eran algo que estaba confundiendo.
Después de todo, Sanji conocía exactamente los gustos y preferencias de todos en el barco. Zoro no podía estar más equivocado al pensar que es especial con él, sólo porque ve más onigiri con más relleno formados en su plato al lado de una botella caliente de sake cuando hace mucho frío. En comparación, ve cosas mucho más preparadas, cosas que requieren más elaboración y esfuerzo, que siempre prepara para Nami y Robin, ahora también para Chopper que es amante de los dulces. Zoro puede decir que entre Luffy, Ussop y él, son los que menos exquisitos son con lo que comen y (aunque lo fueran) seguramente Sanji se esforzaría en lo mínimo por ellos, siempre se los repite una y otra vez cuando prepara golosinas.
Entonces no hay detalles especiales para Zoro. Sólo estuvo confundiendo las cosas, las cosas que nunca tuvo y ahora llegan en demasía; como un poco de cuidado y atención.
Lily le contó que ella confundió amor con un poco de cuidado, o eso le dijo el hombre que terminó dejándola. Zoro no espera que Sanji se lo diga. Después de todo, es su labor como cocinero en el barco, cuidar de los alimentos y de que la comida alcance hasta poder reabastecerse.
¿Qué hacer?
¿Cómo seguir actuando como si no le afectara? Porque aún lo hace.
¿Qué se supone que dirá o hará cuando Sanji lo busque para divertirse un poco, si es que lo busca después de lo abandonó aquella tarde?
Parece una pobre tirita para un corte tan grande como la cicatriz que todavía le recuerda su derrota contra Mihawk. Cómo hacer, cómo pretender que no le afecta cuando está temeroso, porque lo que ahora tiene es únicamente un dique de contención en su mente para un océano furioso esperando el mínimo descuido para desbordarse.
Si Sanji lo busca, Zoro teme no poder ser ni entregar lo que le daba sin cuestionar nada, teme desbordarse y hacer que Sanji termine huyendo sabiendo ya lo que Zoro sería incapaz de ocultar. Y si Sanji no lo busca, si eso ocurre, Zoro podría suponer que Sanji realmente se dio cuenta de lo que Zoro siente por él, obviamente. Maldita sea.
Sin embargo, no puede ahogarse en las únicas dos probabilidades, hay más, millones más y Zoro no puede pensar en más que esa sensación amarga de cuando Sanji lo dejó solo en ese cuarto.
—Zoro, ¿te duele algo? —Chopper balbucea mientras se incorporaba.
—No —niega ante la mirada preocupada.
—Es que estabas quejándote como si te doliera algo —dijo mirando hacia las costillas de Zoro— ¡¿Peleaste otra vez con Sanji?!
Zoro se divierte con el pequeño reno que está acostumbrándose a ellos, y ahora mismo en una agradable compañía que no cuestiona nada y piensa que el dolor que Zoro siente es sólo por huesos rotos. Ojalá fuera así.
La distancia parece ideal, mantener a raya a Sanji, delimitar lo que son, obligarse a sí mismo a entenderlos y a respetarlos. Normalmente confía en su propia fuerza para todo, pero no puede evitar mirar al cielo azul y rogar.
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Algo entre nosotros - ZoSan
FanfictionCuando los sentimientos han estado ahí, cuando el amor se ha estado construyendo, y cuando no es sencillo ver lo evidente.