Algo entre nosotros - ZoSan

No debía de quererte y, sin embargo,...

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Mira la espalda de Zoro cuando desenvaina sus espadas al ver uno de los reyes del mar cerca al barco y está seguro de la expresión que tiene en el rostro cada que ve un desafío, hasta que lo obligan a guardarlas porque podría explotar la burbuja del Sunny. Cuando se voltea ve el puchero que hace y Sanji jura que es de las pocas veces que lo hace y que él ha visto... cuando sólo quiere molestarle.

Enciende otro cigarrillo mientras se deleita con el puchero en la cara salvaje del cazador de piratas más buscado.

Al expulsar el humo del cigarrillo, Sanji ve su carreta de recuerdos recorrer hasta aquel día que lo vio así por primera vez. Aunque no se siente orgulloso en absoluto por cómo se dieron las cosas.

Cuando ven una isla a lo lejos, Nami indica que llegarán esa misma noche allí y la emoción se siente en el aire.

—¡Sanji prepara un banquete! ¡Hagamos una fiesta! ¡Ya no necesitamos cuidar la comida!

Sanji acepta sin más, empieza a preparar la comida con lo que queda en la alacena. Afuera ve a Ussop y Chopper ayudar con los adornos que Nami y Robín van colgando por la cubierta del barco.

Y Zoro duerme en el nido de cuervos después de haberse ejercitado.

Luffy tiene dos cañas de pescar esperando a que la suerte esté de su lado para tener más carne para el banquete.

Sanji ve que sólo hay una botella pequeña de sake y lo poco que quedan de otros tipos de licores que normalmente utiliza para cocinar que tiene en la despensa, varias recetas se le vienen a la mente, aunque ya casi no queda nada. Además, es un pedido de Nami que, inesperadamente, dijo que quería beber un poco ese día.

Cuando hay bulla en la cubierta sale a ver de qué se trata y encuentra a Zoro atacando al pescado gigante que mordió el anzuelo de Luffy.

Ya el sol empieza a descender en el horizonte y la isla a la que llegarían está más cerca, se ve un poquito más grande y el verde de sus bosques les da la bienvenida a lo lejos.

Todos ayudan a sacar la comida a la cubierta, el banquete empieza después del discurso de Luffy que no era más que balbuceos al ver carne por todas partes, y brindan con una copa de lo último que quedaba de sake, y eso que Luffy y Chopper brindaron con jugos de fruta.

Sanji entra a sacar los otros cocteles que preparó alegremente para Nami y Robin. Repentinamente Zoro aparece en la puerta de la cocina justo cuando Sanji está de salida a cumplir su deber.

—Sake —dijo mirándolo, Sanji se encoje de hombros.

—Ya no queda nada.

El ceño fruncido aparece, la mirada afilada se dirige al par de copas que Sanji tiene en una bandeja.

—Ni siquiera se te ocurra, marimo —amenaza haciendo a un lado la bandeja.

—¡Pero tienen alcohol!

—¡Es para mi adorada Nami san y Robin chan! —la cara de Zoro es de enojo completo— Además, no me molestaría en preparar algo así para un gorila salvaje como tú.

—¿¡Qué intentas decir ero cocinero!? —la expresión de ira inunda rápidamente la cara de Zoro.

—De todos modos, la isla está cerca, podrás conseguir todo el alcohol barato que quieras.