2

98 6 0
                                    

En algún lugar de Inglaterra del norte.

Las voces despertaron a Harry, voces que conocía bien, voces que no pensó que volvería a escuchar nunca.

Tal vez estaría soñando, seguramente es alguna alucinación causada por la fiebre, el frío o la falta de sangre, no sería la primera vez, pero no le importaba, quería disfrutar escuchar todas esas voces, aunque fueran en su cabeza, lo hacía sentir como en casa. Sabe que no lo debería de hacer, pues cuando despierte de ese sueño, lo más seguro que se sienta fatal, pero no le importa, ya se ocuparía de eso más tarde, por ahora disfrutaría sentirse por un momento cálido, a pesar del frío que seguía pensando.

- ...está mejor a salvo, con nosotros – pudo escuchar a quien creía que era el señor Weasley.

- ¡No sabemos nada de ese hombre!, tal vez lo está llevando a una trampa peor, puede que al Señor Oscuro – le apoyó su esposa

- ¿Peor? ¡Míralo Molly! El chico ha sido torturado y violado, ¿qué puede ser peor? – Ahora era la voz de Tonks la que se escuchaba.

- Nosotros lo conocemos, lo ayudaremos a sanar y a recuperarse – aseguró ahora su amiga Hermione, qué voz más bonita, no recordaba echarla tanto de menos.

- Exactamente, le cuidaremos lo mejor posible – su mejor amigo hizo que su voz sonara como música clásica para sus oídos, maravillosa.

- Chicos, sé que queréis ayudar, pero él le cuidará mejor de lo que podemos nosotros – la voz de Remus le alegró el corazón – además es su familia, lo querrá.

- ¿Y si no? ¿Y si son como los Dursley? – preguntó de nuevo su mejor amigo preocupado.

- Fríamente hablando, es el lugar donde mejor podrán curar a Harry y protegerse por ahora, ya sea del ministerio o del Señor Tenebroso. Yo mismo lo llevaré – Harry no se esperaba estar soñando con Snape.

- Por una vez estoy de acuerdo con Sniverus, James me habló de él, podemos confiar en que será lo suficiente bueno con Harry - ¿Sirius está vivo? ¿y está dándole la razón a Severus Snape?

Qué sueño más raro estaba teniendo, decidió abrir los ojos para terminar de una vez con esto, sabía que cuanto más se quedara, más probabilidades había de que se torciera las cosas y se convirtiera en una pesadilla.

Decidió abrir los ojos enfrentándose a la realidad de Azkaban y charlar un rato con Rowle.

No siempre se podría vivir en una mentira.

Lentamente comenzó a abrir los ojos, deslumbrado por una luz intensa. Imposible, en Azkaban no había apenas luz.

- ¡Está despertando! – Escuchó como Hermione chillaba.

Si estaba despertándose ¿cómo podía seguir oyéndolos?

Terminó de abrir los ojos enfrentándose a lo que se avecinaba.

- ¡Harry estás despierto! – se sintió invadido por una borrosa mancha oscura que lo abrazaba con una fuerza inmensa. Era Hermione. Sabía que era ella, pero ¿qué hacía ella en Azkaban?

Sintió como alguien le puso las gafas en las manos, colocándoselas él mismo con algo de dificultad. Poco a poco pudo observar la gran cantidad de gente que había a su alrededor, los veía con una claridad que no había tenido en todo el tiempo que estuvo encarcelado.

Quiso levantarse a pesar de que su cuerpo estaba tan adolorido que le era casi imposible hacerlo.

- No debería de levantarte, o si no, todo el trabajo que realizó el profesor Snape será en vano, cariño – le dijo la madre de su mejor amigo de la manera más maternal posible, sabía que lo que el chico necesitaba en esos momento era que lo quisieran mucho.

Algo por lo que vivir - Harry Potter MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora