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Manhattan appartament

Los siguientes días a Harry le costó horrores adaptarse a los estudios, pero, aunque nunca lo admitiría, Parker y sus amigos siempre intentaban ayudarlo con todo lo posible, por lo que poco a poco fue mejorando el nivel hasta más o menos igualarse. Lo cual estaba muy orgulloso y agradecido.

Sus días se basaban en una rutina muy planificada donde se centraba el 70% del día en sus estudios, el 15% en sus conversaciones con Sirius o Remus y el otro 5% en atender los intentos de socialización de padre e hijo que quería Tony y en las visitas que le hacía de vez en cuando Peter a verle.

Lo cual para él estaba bien, esa rutina era lo mejor que le había pasado en su vida en mucho tiempo.

Tony por otro lado estaba desesperado, le era imposible establecer relaciones con su hijo, y a pesar de todo lo que hacía por que el chico estuviera a gusto, cada vez le daba la sensación de parecerse más a su padre. Y eso es lo último que quería.

Lo veía avanzar con sus problemas con los estudios, le sorprendía el nivel tan bajo que tenía el chico, era como si no hubiera asistido en absoluto al colegio desde la primaria, y estaba seguro que a pesar de que la educación en Inglaterra fuera distinta, no tenía nada que ver con el nivel mediocre de su hijo. Menos mal que parecía que había sacado la inteligencia de él y poco a poco estaba pudiendo adaptarse correctamente, lo cual le enorgullecía completamente.

Pero lo que más le preocupaba no eran los estudios de su hijo, sino que parecía ser que se telefoneaba mediante un teléfono desechable con un hombre al que él le llamaba, Sirius, Padfoot, Snuffles, eso no era importante, el chico podía hablar con quien quisiera, lo que le preocupaba es que de vez en cuando comentaban una cárcel y hablaban de esconderse y mantenerse oculto. Lo habría dejado pasar pensando que sería un viejo amigo suyo, pero no podía evitar quitarse de la cabeza el nombre de Sirius, algo en él lo relacionaba como peligroso, así que lo investigó.

Lo cual no lo tranquilizó en absoluto.

Los únicos documentos oficiales y extraoficiales que se encontró fue un tal Sirius Black de Londres, que lo encerraron en la cárcel desconocida por haber matado a 13 personas en una noche hace 15 años, casualmente la misma noche que murieron los padres de Harry.

No había más papeles, solo una imagen de hace 15 años adjuntada como altamente peligrosa de un hombre que le era como si fuera poco le era familiar.

¿Y si lo estaba manipulando? ¿Qué querría de su hijo? ¿Y si era un pedófilo? ¿Y si fuera él el que le hizo todas esas cicatrices?

Con esa pregunta revolviéndole el estómago esperó ese día pacientemente a Harry que regresara del colegio, ese día estarían ellos dos solos, pues tanto Steve como Natasha habían tenido que irse para hacer algo en Wakanda, seguramente algo del hombre del brazo de robot.

No quería saberlo.

El cerrojo de la puerta se abrió silenciosamente dejando ver al chico que venía cargando la mochila que le había comprado y ese estúpido jersey horrendo que le gustaba tanto con una gran H en el centro.

- Harry ¿podemos hablar? – el chico se tensó con nerviosismo ¿Qué querría hablarle ahora él? Parecía serio, por lo que sería importante, tal vez ahora le quisiera cobrarle el precio por todo lo que había hecho por él.

Obedeció la petición de que se sentara, a pesar de que en ese momento era lo último que quería, de esa manera tardaría más en escapar del hombre en caso de que fuera necesario.

- Harry, me gustaría que fueras lo más sincero posible – comenzó Tony al ver el chico tan asustado como un cervatillo, de repente no lo conocía y le tenía muchísimo miedo, cosa que no le gustaba para nada, seguro que era culpa de ese Sirius Black – Dime de qué conoces a Sirius Black – A Harry se le puso la cara más blanca que antes ¿cómo lo había descubierto? Seguramente sabría de la mágia y ahora lo echaría de la casa como monstruo que era ¿por qué habría de soportarle? Lo poco que había descubierto de él es que el poco contacto que había tenido con la magia, en cualquiera de sus formas había acabado mal. Respiró profundamente centrándose en lo que ese momento era lo más importante ¿qué había descubierto exactamente? Por lo que permaneció en silencio. Eso a Stark no le hizo gracia - ¿fue él quien te hizo esas cicatrices?

Algo por lo que vivir - Harry Potter MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora