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Midtown High School

El chofer personal de Tony lo dejó en la puerta del enorme instituto. Las personas entraban y salían del edificio charlando alegres, algunas estudiando o repasando de los gruesos libros que sostenía.

A pesar de que no tendría que ser ni la mitad de grande que Hogwarts, a Harry le parecía más grande e impotente que el castillo. Su antiguo colegio era para él un hogar, y aunque había pasado por todo tipo de peligros, ningún otro sitio había conseguido despertar ese sentimiento en él.

- ¡Hola! Debes de ser Harry Potter – le distrajo de sus pensamientos una chica rubia sonriente – me llamo Betty Brant, pero me puedes llamar solo Betty si quieres, soy la delegada que te enseñará el colegio – le extendió la mano alegremente. Al chico le recordaba mucho a Hermione.

- Harry – le saludó torpemente para luego seguirla, a pesar de que la chica no era más alta que él, andaba muy rápido, tanto que apenas lograba correr a su ritmo y escucharla.

-... Y por último aquí se encuentra tu casillero – se lo señaló deneteniéndose al fin, Harry lo agradeció, ni todo el entrenamiento de Quiddich le había sido tan costoso, también es cierto que no había hecho deporte en mucho tiempo, pero eso para él no contaba – aquí tienes tu horario, creo que te adaptarás bien – le sonrió y se fue al escuchar el timbre dando el aviso del comienzo de clases.

Harry guardó rápidamente todo lo que no necesitaba en ese momento en su nueva taquilla, nunca había tenido una y le resultaba algo raro, pero sabía que se acostumbraría, estaba solo ahí de paso, ya iba retrasado con sus estudios en Hogwarts y aunque no sabía si los recuperaría, no pensaba quedarse muy atrás en los estudios muggles, tenía que prepararse para todo lo que pudiera venir, y eso incluía pasar lo más desapercibido posible.

Aunque parecía ser que Peter Parker tenía otros planes pues se acercó con dos chicos, una chica alta y castaña, con el pelo como el de su mejor amiga, y al igual que ella, muy guapa. El otro chico era algo bajo, pero no más que él, era muy alegre al contrario de la chica y para el gusto de Harry demasiado optimista.

- Hola Harry, estos son mis mejores amigos: Ned y MJ – los presentó alegremente.

El que parecía ser Ned miró por encima de su hombro el horario que sostenía.

- Genial vas a la misma clase que yo, ellos van a otra aula, pero no te preocupes, en la siguiente asignatura estamos todos juntos – lo obligó a andar junto a él para dirigirse al aula, donde estaba la chica de antes, Betty.

Harry decidió separarse de él y se sentó en última fila, el chico no discutió y se sentó con un chico que no conocía. Harry sacó todo lo que necesitaría, todo nuevo para su desgracia, toqueteó los bolígrafos con nerviosismo hacía mucho que no usaba uno de esos, en su antiguo colegio siempre usaban plumas y aunque era más complicado, para mal todo le recordaba a su pasado.

Prestó atención a la clase, aritmética, el chico llevaba sin ver las matemáticas desde los 10 años y aunque se esperaba que no se parecieran mucho a aquel entonces, lo que estaba en la pizarra parecía más los apuntes de runas antiguas de Hermione que otra cosa. Fue entonces cuando supo que no sería nada fácil pasar de curso.

Cuando acabó la clase se dispuso a recoger todo y a salir rápidamente intentando que el amigo de Peter no lo siguiera, pero un chico un poco más alto que él le impidió salir.

- Eres nuevo, ¿verdad? – No respondió – Soy Flash Thompson, he podido observar como tu cara cada vez palidecía más y más en clase, ¿qué? ¿Te asustan los números? – se rió de él.

- Déjalo en paz Flash – la voz de Ned sonó molesta detrás suya.

- ¿O qué? - su forma de hablar y de actuar le recordaba mucho a Draco Malfoy.

Decide por una vez salir e ignorar la discusión que estaban comenzando los dos chicos.

- No deberías dejarte pisotear por los demás – Se acercó molesto Peter con muchos papeles.

- No me interesa seguirle el juego a un niño que quiere atención de su papá – se encogió de hombros, al fin y al cabo todos son iguales. Peter suspiró enfadado, pero no dijo nada.

- Ned me ha comentado todo – le extendió un tocho de papeles – toma, son apuntes míos, te ayudarán a adaptarte.

Harry estaba confundido ¿por qué le iba a ayudar? Vale, era el pasante de Tony, pero él no estaba ahora allí. Pero no dijo nada, si él quería ayudarlo no se negaría.

El día pasó lento, con las molestas voces que no callaban de Peter y sus amigos y las horribles clases que cada vez eran más difíciles.

Por primera vez ansiaba estar en las clases de Snape, sí él era horrible, pero al menos se entendían más que esas moléculas sin sentido que enseñaban en lo que llamaban "biología".

Su regreso a casa fue mucho más ansiado de lo que alguna vez admitiría, y estaba ansioso por entrar en su dormitorio y comenzar a estudiar todo lo que tenía atrasado, si Ron estuviera allí lo tranquilizaría y le diría que no es para tanto, que Hermione lo rescataría como siempre, pero ninguno de ellos estaban allí, por lo que se tenía que centrar ahora en todos esos papeles con garabatos.

Subió al piso y justo antes de abrir la puerta escuchó un murmullo de voces ¿cómo había llegado tan rápido Peter a su casa? Sabía que era él, aunque no entendía lo que decían, podía ver como el chico estaba hablando con Tony.

Pero cuando entró al salón, vio que en vez del chico estaba ese... ¿niño araña? Aunque debía ser obvio para todos, claro.

Obviamente tenía que ser Parker disfrazado de eso, para que "nadie lo reconociera", supuso que en eso consistiría su "pasantía".

Diría que un niño de 16 años no debería de encargarse de eso, pero ¿para qué comentar si hasta él mismo lo ha hecho?

Algo por lo que vivir - Harry Potter MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora