Hyunjin esta apunto de casarse, pero aparece nuevamente aquella persona que lo hizo conocer el cielo y el infierno en un mismo lugar ¿Eso cambiará su destino? O seguirá sus planes de volver a amar.
× Lenguaje tóxico
× Mafia
×Posesividad
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Desde ese día Hyunjin se convirtió en el rehén de Minho trato de todas las formas posibles escapar pero le fue imposible poco a poco se comenzó a resignarse ante la situación, el mayor todo el tiempo le traía postres, joyas, ropa, zapatos caros pero nada de eso lograba hacer que el pelirubio sonriera ni un poco.
-Hyunjinsi, ¡mira te compre este bolso! espero te guste cuando lo vi supe que era tu estilo- dejo la bolsa en la cama esperando ver una pizca de reaccion pero nada.
-ah, gracias.
-deja de estar molesto conmigo..porfavor, llevas días con esa apatía necesito ver tu sonrisa.
-Minho, estoy aqui, encerrado, sin comunicación, preocupado porque no se si mis amigos están bien, no se que esta pasando, no puedo salir ¿no lo entiendes?
-¡¿Y si Chang Bin esta bien?! ¿no?¡dime! ¡¿Es lo que pasa quieres estar con ese imbecil?!- reclamo furioso.
-¡si!- le grito con fuerza- ¡Quiero estar con el Minho! entiende no quiero estar aquí, me trajiste a Europa a la fuerza quiero volver a Seúl ahora, Minho tu me abandonaste primero, sabes que cuando te fuiste con Felix mi padre había estado en el hospital, te llame todos los días esperando contarte para recibir tu apoyo moral, tus palabras ¡¿y que tuve?! ¿Sabe tu padre que estas aquí obligándome a estar a tu lado? Porque bien sabes que el me detesta.
-el murió hace un año...
-pues.... pero aun así no creo que estés feliz de tenerme aquí como un muñeco sin emociones ¿Te gusta tenerme aquí como un juguete?.
-¡basta!- intervino- ¡Yo no quería dejarte! Yo.. yo solo pienso en ti desde que despierto hasta que anochece pienso en tu voz, en tus ojos en tus labios, no te puedo sacar de mi cabeza por mas que trate, lo de Felix fue un acuerdo no quería dejarte nunca me quise casar.
-¡¿pero te lo cogiste no?! ¿crees que no lo supe?.
-igual tu, ¡Chang Bin te hizo suyo y no sabes como me hierve la sangre solo de pensarlo!
-con que derecho reclamas Minho, era mi elección entregarme a él.
-con el derecho de saber que tu cuerpo siempre será mío, todo tu me perteneces Hyunjin- lo repego contra la pared besando su cuello cual vampiro queriendo chupar su sangre dejando besos que le causaban dolor al alto, pero al mismo tiempo una extasis de placer que ni el podía controlar, su cuerpo reaccionaba ante un instinto superior.
-no.. no quiero hacerlo.
-te recordare quien es tu dueño- masajeando de forma violenta sus glúteos lo fue llevando hasta el sofá donde fue quitando cada prenda sin remordimiento dejando expuesta su blanca piel a merced de él, quien lo tomó por las caderas metiendo los dedos en su ano haciéndolo ceder ante el placer, entraban y salían, las largas manos de Hyunjin de aferraban al sillón.
-mmm...más...quiero mas- suplicaba entre gemidos- f...follame- rogaba de sus propios labios a lo que Minho no pudo contenerse su miembro exigía salir y enterrarse en lo más profundo del cuerpo ajeno, así lo hizo su pene palpitaba deseando entrar y no salir jamás.
Entre gemidos, embestidas rápidas y frenéticas ambos se corrieron,Minho quito el semen que Hyunjin había dejado en él y lo probó metiendo los dedos en sus labios.
-me encantas Hyunjin...eres tan sabroso.
Una vez que el pelirubio quedó completamente dormido el castaño lo llevó hasta la habitación con cuidado lo coloco en la cama y lo observo dormir.
-perdóname por ser tan bastardo contigo, pero no puedo renunciar a ti aun que se que es lo mejor para ti pero no para mi, soy egoísta Hyunjin siento que si te vuelvo a perder no podría si quiera vivir.
Pasaron los días.
Minho trataba de complacer a Hyunjin en todo lo que mas podia, llevaba de paseo y al parecer poco a poco se iba a acostumbrando a su nueva vida.
Mientras tanto en Seúl Chang Bin estaba planeando su venganza.
-lo quiero matar Felix, te juro que lo quiero matar.
-Bin, cálmate ¿si? Entiendo tu dolor pero creo que debes aceptar que talvez es cierto que Hyunjin jamás dejo de amarlo..
-me lo quito a la mala ni si quiera fue de frente es un desgraciado- fingió golpear al aire- cuando lo encuentre..
-lo se pero...
-Felix entiende a Chang Bin esta pasando un momento difícil- intervino Jisung.
-Han tu que eres amigo de ese imbecil si sabes algo de él dímelo- comento el fornido señalando a Han quien estaba algo asustado ante la situación pero aun así trataba de mantenerse sereno.
-te soy sincero no se nada de Minho desde ese día, trate de llamarlo pero su número parece estar bloqueado.
-pues talvez es mejor así, pero si saben algo díganle que le ruegue a dios que yo no lo encuentre.
Hyunjin caminaba lentamente tomando foto a todo lo que se encontraba en su camino, para el cada cosa era digna de admiración.
-siempre le haz tenido mucha sensibilidad a la vida Jinnie, ves belleza donde personas como yo no podemos verla.
-talvez es lo que te falta para ser feliz, ver la vida diferente.
-¿crees que no soy feliz?- solto burlesco.
-no, yo creo que no..
-jaja ¿porque dices eso?, soy feliz, tengo mucho dinero, te tengo a ti, lo tengo todo.
-pero no eres feliz, las personas que son felices no dañan a otras- sentenció.
Minho enmudeció por un instante.
-¿ya no me amas Hyunjin? ¿Es lo que pasa? Porque en estos cuatro años que estuvimos separados yo te seguia amando, nunca he dejado de hacerlo.
-tus formas de amar son muy extrañas Minho.
-talvez, pero eso no quiere decir que no ame, desde que te conocí supe que eras para mí, desde la primera vez que pude estar cerca de ti sentía una tranquilidad abrumadora eres especial.
-eso fue a hace tanto tiempo.
Minho tomo delicadamente la mano de Hyunjin estremeciendo al alto pues no esperaba ese movimiento de su parte.
-intentemos una vez más, se que puedo hacerte feliz.
-¿con tantas heridas abiertas?, ¿Con tanto dolor? , ¿En una jaula de oro como en la que estoy? No creo poder- safo su mano lentamente mientras el mayor lo veía caminar a distancia comenzó a reflexionar si lo que estaba haciendo estaba bien, pero en su mente había un pensamiento más poderoso y era "no puedo renunciar a él".