CONTRATO

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Contrato.

Un acuerdo mutuo establece las condiciones a seguir entre dos partes, ya sea de índole profesional o interpersonal. Siempre que una de las partes viole los acuerdos del contrato; la otra parte está obligada a dar una compensación en proporción al daño causado.

Me gustaría que la vida personal de cada individuo fuera tan simple como la que se vive frente a un tribunal.

Cuando existe un juez capaz de dictar sentencia, los límites son claros y el poder es legible. Sin importar cuanto lo intente negar, no hay posibilidades de victoria para mí está vez.

—Entonces, viniste a este lugar tras atacar a tres oficiales de policía solo para; ¿Verme?

—Se puede decir.

Levante una ceja, indignada no, más bien intrigada. Este chico es dos años menor y aun así les pateó el trasero a tres oficiales veteranos.

No, eso no es lo que debería pensar en este momento.

Observe su tonta sonrisa, sé que no le importa en absoluto la ley ni las reglas. Para Len todo órgano jurídico o legislativo no es más que una herramienta, de la misma manera en que un niño juega con castillos de arena, el cumple sus caprichos en base al deseo egoísta de permanecer libre.

¿Acaso tiene sentido?

En realidad no, yo debería odiar a las personas que creen estar sobre las reglas del mundo, sin embargo, no lo hago y jamás lo haré si se trata de él.

Dicen que el amor ciega de la misma manera en que la ley cega. Una paradoja pero no una buena metáfora, todo cuanto posee reglas está atado a poco más que la sugestión social del momento.

En la Alemania nazi por ejemplo se denigro a toda etnia no emparentada con la aria. En el siglo XXI se usaron las leyes para blindar a las mujeres dejando obsoleto el derecho masculino. Los mismos métodos, diferentes resultados.

—Ven aquí —dije.

Me quite las gafas extenuada, observe con una ceja arqueada a Len. El mantiene su actitud confiada, como siempre lo ha hecho y como siempre lo hará.

—¿Se puede saber en qué estás pensando?

—Bueno honorable jueza, solicito una sola cosa.

—¿Una multa? ¿Un año de trabajo comunitario?

Sus labios partidos por la resequedad se curvan, aunque no es alguien que destaca en el gran imperio, se puede decir que no hay figura más influyente. Quizá es el poder del legado consanguíneo o mera valentía mal infundada.

—¿Una cena?

—Una cena —digo con una vena en la frente.

Este mocoso, el segundo hijo del emperador y único miembro de la familia real que gobierna sobre la unión terrana, si yo estuviera en su situación ni siquiera habría dudado en ordenar lo que deseó.

Siempre ha sido así, un niño mimado.

Recuerdo los días en los que solíamos jugar, demasiado inocentes para llegar demasiado lejos pero lo suficiente como para experimentar el amor.

Quizá tiene que ver o es una extenúa malversación de sentimientos.

Len jamás toma algo que no desea, nunca tiene piedad pero a su vez carece de odio, alguien que tiene el poder para hacer del mundo su juguete es respetuoso de él.

Suspiré cansada, el día en el que me fui a la universidad y nos dejamos de ver el me hizo una promesa; "regresaré por ti".

—Su señoría, jueza Rin; ¿Sucede algo?

—No es nada —digo en alto —, bien Len, una cena pero nada más.

El retrocede complacido, organizo las hojas frente a mí.

—Bien; ¿Es su primer delito?

—Si su señoría.

—¿Sucedió algo durante el delito?

—No su señoría.

—¿Cómo se declara?

—Culpable.

—Bien, multa de diez mil dólares.

—¡¿Eh?!

Levanté otra ceja pero Len paro en seco.

Está noche será larga.

Siento mis labios curvarse, dios, quizá haya sido una buena idea el haberme enfocado solo en el trabajo. Antes ni siquiera comprendía lo que significa el poder.

Quien sabe, está noche puede ser divertida.

Mensaje a los cielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora