Mensaje a los cielos.
Cuando todo lo que te queda es el llanto, es porque llegaste al límite de toda opción.
Me hubiera gustado que el final fuera diferente.
Si, una vez estuvimos en la cima del mundo, gobernando sobre un imperio insondable de un millón de mundos. Aplastando enemigos alienígenas, esclavizando a los barbaros que quisieron oprimirnos.
Tantas historias que hoy son un eco lejano.
¿Son estas mis palabras? O ¿Son las de ella?
¿Quién está hablando?
¿Quién está pensando?
¿De quién es este dolor?
La eternidad se siente rara.
Aquí no hay luz, no hay sueños, tampoco hay mundo físico.
Sin oídos ni visión.
Pero no necesitamos tenerlos para saber que estamos llorando, son lágrimas de un llanto incansable. Ahora que no hay cuerdas vocales, el desgarrarte la garganta no es un dolor.
Sin cerebro ni flujo sanguíneo, no hay presión sobre la mente.
Estamos llorando.
Queremos parar, queremos reír, queremos sentirnos cerca pero no podemos.
No podemos sentirnos.
No puedo sentirla.
No puedo sentirlo.
Somos dos, quizá uno, tal vez nadie.
Cadenas han sido puestas a nuestro al rededor.
Se sienten azules por el mar de lágrimas que hicimos derramar.
También se sienten rojas por la sangre que derramamos.
Conquistamos el mundo, después las estrellas; cuatrillones han muerto por nuestro ideal de grandeza. Fuimos enamorados en la órbita de Ganimedes, también emperadores pisando las tierras lejanas de Centauri, conquistadores de sagitario.
Pero también, villanos de Catrag, héroes de sol dos, revolucionarios de Kary III.
MASACRAMOS A TANTOS.
Pero al final, siempre tuvimos razón.
¿Es esta la voz de ella?
¿Está pregunta es de él?
No lo sabemos, duele y aprieta pero sabemos que estamos juntos, esto solo es un sueño, incluso si es el infierno, ni el propio dios pudo separarnos.
Estamos juntos, aunque no la sienta.
Aunque no lo siento.
Incluso si dejamos atrás una vida dolorosa solo para llorar en la triste eternidad, valió la pena.
Siempre lo hizo.
Siempre lo hará.
Dejamos atrás un universo para la eternidad.
Existimos una y mil veces.
Nacimos juntos, separados, unidos y en contra.
Al final, nada de eso nos detuvo.
Nada me detendrá.
Ningún dolor es tan grande como para olvidarte.
No hay razones para rogar piedad.
Ni motivos suficientes para no buscarte.
Pero...
Pero...
Si vuelvo a nacer, seamos uno en la otra vida.
Quiero estar junto a ti, quiero volver a tu lado.
Es nuestro último mensaje a los cielos.
Ni dios ni el diablo.
Ni el castigo.
Ni la eternidad.
Nada en la existencia divina o material puede ni tendrá el poder para separarnos, porque juntos somos la única constante en aquello que nuestros captores llaman infinidad.
Si, incluso tú lo sabes...
¿No es así?
Tú, quien observas más allá de la oscuridad.
Tú, quien llevas estrellas por carne.
Y vacío por sangre.
FIN
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Mensaje a los cielos
Fiksi PenggemarSinopsis. Entre los miles de universos, todo lo que dos estrellas desean es estar juntas por la eternidad. Cómo conceptos todo cuánto surge de ambos es un mensaje, a veces con sentido, otras no. No hay humano que no haya visto el cielo, no hay mundo...