ENFRENTAMIENTO

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CASSIDY

Rhys me dejó frente la puerta de casa.

—Me lo he pasado muy bien, Cassidy —dijo Rhys sonriéndole.

—Yo también, me ha venido muy bien quedar y salir de casa... —soltó un largo suspiro—. En fin, gracias por traerme a casa.

—No es nada, todo sea por traerte sana y salva. —Rhys volvió a dedicarle una dulce sonrisa.

El corazón de Cassidy se aceleró un poco. La sonrisa de Rhys era tan bonita...

Cassidy terminó abriendo la puerta del coche y se despidió con la mano de Rhys para luego entrar en casa.

Tuvo que quitarse los zapatos para no hacer ruido y no despertar a sus padres. Sin embargo, una luz se encendió de repente y ahora el corazón de Cassidy se aceleró aún más pero por razones distintas... Su madre estaba sentada en el sillón con su típica bata rosa de flores.

Estaba de brazos cruzados y algo seria.

—¿Dónde estabas?

—Mamá, por favor. ¡Tengo veinticinco años! ¿Podemos ahorrarnos el numerito de madre sobre protectora, por favor?

Su madre se puso en pie y se acercó a ella.

—Cuando me digas con quién estabas.

—Un compañero del trabajo —se limitó a decir. Y no mentía, realmente ella y Rhys solo eran meros compañeros de trabajo, por ahora...

Su madre la escudriñó con la mirada y la repasó de arriba a abajo.

—Tienes la piel brillosa y pegajosa... Muy sudadita para solo ir a cenar con un compañero de trabajo ¿no?

Cassidy no pudo evitar ruborizarse. No había hecho nada fuera de lugar, pero aún así se sentía un tanto avergonzada.

—Vale, fuimos después a una discoteca y ahora tengo los pies hechos polvo ¿Contenta?

Su madre exhaló con fuerza.

—Supongo... ve a ducharte, no quiero que luego dejes las sábanas pegajosas.

Fue lo último que dijo su madre antes de desaparecer escaleras arriba.

Cassidy amaba de corazón a su madre y estaban muy unidas, demasiado quizá, pero a veces se pasaba de sobre protectora...

Pero tenía razón, estaba bastante cansada y necesitaba una ducha que le despejara la mente. Así que subió y se duchó rápidamente para luego ponerse su ligero pijama y tumbarse en la cama. Fueron unos pocos minutos después que cayó rendida en un profundo sueño...

RHYS

Acababa de dejar a Cassidy en su casa y se aseguró de que entraba en casa sana y salva. Luego de eso, condujo de nuevo hasta su casa.

Había sido una noche muy interesante. Cassidy era mucho mejor persona de lo que pensaba, era mucho más lista y graciosa del resto de chicas que había conocido. Había sido muy divertido bailar con ella e intercambiar esas anécdotas graciosas que se anotó para el futuro...

I d̶o̶n̶'t̶ want youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora