CASSIDY
10 años después...
Cassidy se encontraba sentada frente a su portátil. Acababa de terminar su ciclo formativo y ya había hecho su primera entrevista de trabajo.
El supuesto jefe anunció que mandaría por email si había conseguido el puesto o no. Así pues Cassidy se pasaba las horas muertas frente al portátil, ansiando con que le enviase el dichoso email y obtuviera el puesto.
Sus uñas ya eran un destrozo total, no podía parar de morderlas por mucho que le doliera. Estaba hecha un estropicio.
—¿Cassidy? —irrumpió su madre en la habitación.
Cassidy tuvo que recomponerse al ver entrar a su madre. No quería preocuparla.
—¿Sí, mamá?
—Cariño, sé que estás nerviosa por ese email, pero ¿No crees que deberías salir un poco? Llevas una semana encerrada aquí. Además aquí huele como si se hubiera muerto alguien.
¿Para qué? ¿Para qué salir de casa si iba a estar sola? Antes pasaba más tiempo fuera, pero claro, eso era antes de que se fuera él. Ahora estaba sola, así que ¿para qué salir?
—No me apetece... —se limitó a contestar.
Su madre se acercó y se puso en cuclillas, acariciando la pierna de su hija para calmarla.
Sí, su madre había notado que era un manojo de nervios andante.
—Cariño, estás pálida. Necesitas tomar un poco el aire. Hazlo por mí, por favor...
Si había alguien a quien quisiera más que a Cassius, era a su propia madre. Tenían un vínculo muy especial y no le gustaba ver a su madre mal.
Cassidy suspiró, rendida.
—Supongo que podría dar un pequeño paseo...
Su madre esbozó una sonrisa genuina, aliviada.
—Gracias, cariño. Te servirá para distraerte un rato.
—Dudo que pueda distraerme...
—murmuró más para sí misma.Su madre se marchó y Cassidy se cambió para salir. No sé molestó en arreglarse mucho, ¿para qué? Iba a estar sola y sería solo un momento ¿para qué arreglarse si nadie la vería?
Salió de casa con las manos metidas en los bolsillos del pantalón. Parecía haberse convertido en un vampiro ya que al salir, los rayos de Sol le provocaron una inmensa molestia. Le costó unos minutos adaptarse a la luz solar.
Intentó distraer su mente de mil maneras, pensando en qué cosas podría hacer, aprender... Mientras paseaba, un camión de las mudanzas pasó junto a ella. Desde lo sucedido con Cassius le tenía pavor a esos camiones. No tenía muy claro si el camión vendría de fuera para traer a alguien nuevo al pueblo o, si otra persona más se fuera...
Cassidy agitó su cabeza.
No quería pensar en eso.
No quería pensar en él. Porque sí, no importaba los años que pasaran, ella seguía acordándose cada puto día de él, porque como dijo un buen escritor: «No puedes sacar a alguien de tu mente si no puedes sacarlo de tu corazón» o algo así había leído en alguna parte Cassidy. Y era muy cierto. Cassius había formado parte de su vida durante quince años, compartiendo numerosos preciosos momentos, y eso era incapaz de olvidarlo. Debía sanar, debía pasar página, pero a la vez no podía, y eso era algo que también la mataba, sentirse incapaz de pasar página...
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I d̶o̶n̶'t̶ want you
Novela JuvenilÉramos grandes amigos... Y tú tuviste que estropearlo todo... ¡Por tu puta culpa me quedé traumada! ¿Esperabas que te recibiera con los brazos abiertos, o las piernas abiertas? Vete a la mierda, Cassius. ¿Por qué volviste ahora de repente?