CASSIDY
Cassidy despertó algo mareada y con un ligero dolor de cabeza. Parpadeó numerosas veces para aclarar su vista; se incorporó un poco y vio que estaba en su cama, en su habitación..., ¿Qué hacía en casa? Lo último que recordaba fue el ataque en el baño, pero...
En seguida notó la puerta de su cuarto abrirse.
—¡Cielo! —Su madre se acercó corriendo y la abrazó fuertemente. Cassidy no pudo evitarlo y empezó a llorar, aferrándose fuertemente a su madre.
—Me ha pasado otra vez... —dijo entre sollozos.
Su madre se separó y le limpió las lágrimas.
—Es normal, cariño. A veces el trabajo abruma, y tú... —Hizo una pausa—, con tu problemilla, es peor y te ataca más. Pero no debes preocuparte, ¿Estás haciendo los ejercicios del terapeuta?—Cassidy asintió—. Bien, eso es lo importante. Ahora descansa.
—No puedo descansar, tengo un proyecto importante que...
—A. Descansar. No pienso repetirtelo
—dijo su madre saliendo de la habitación.A veces, la madre de Cassidy podía dar bastante más miedo que cualquiera. Desobedecerla podía ser un peligro. Revisó su móvil para llamar a su jefe y fue cuando vio que tenía varios mensajes de... ¿Dos chats? Abrió el primero, Rhys, por supuesto.
Rhys
—Hola, Cassidy.
—Hellen me ha contado que te ha visto desmayarte en el suelo.
—¿Estás bien?Cassidy soltó un suspiro y sonrió.
Ya está todo controlado—
Solo fue un ataque de ansiedad—
Me pasa a menudo—
Una vez respondido a sus mensajes, abrió el chat de un número que no tenía agregado.Número desconocido
—Ricitos de oro, ¿Estás bien?
—Lo siento.
—Es decir, no pensaba que por mis comentarios te pusieras así... No creí que fuera para tanto.Cassidy enfureció. Cassius estaba siendo un capullo y encima tenía la osadía de hablarle así.
No me llames Ricitos de oro—
Deja de molestarme—
Casi al instante, Cassius respondió.—¿Así me tratas después de escribirte preocupado y disculparme, Ricitos de oro?
No me llames Ricitos de oro—
De hecho, no vuelvas a llamarme—
¿Cómo demonios tienes mi número?——Tengo mis contactos.
—Y pienso seguir llamándote.Voy a bloquearte—
—Hazlo.
—Hazlo, porque me cambiaré de número para poder seguir escribiéndote.
—No importa cuánto me bloquees o me ignores.
—No voy a dejarte.«¿No vas a dejarme al igual que hace diez años?» quiso preguntarle y sintió una oleada de sentimientos confusos con el último mensaje.
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I d̶o̶n̶'t̶ want you
Genç KurguÉramos grandes amigos... Y tú tuviste que estropearlo todo... ¡Por tu puta culpa me quedé traumada! ¿Esperabas que te recibiera con los brazos abiertos, o las piernas abiertas? Vete a la mierda, Cassius. ¿Por qué volviste ahora de repente?