DÉJÀ VU |Suguru Geto y tú|

Capítulo XXV

—Qué tenga buen día— despidió a la señora de siempre, para ver en la dirección en la que se marchaba, encontrando una figura allí parada.

Se puso nerviosa al divisar de quién se trataba, siendo que apenas volteaba a verla esa persona. Parecía como si tuviese prohibido hacerlo.

—Kaori...— balbuceó desconcertada. ¿Qué hacía allí?

La señora Kubo estaba parada tras ella, regresando a verla con duda, dejando por segundos lo que estaba acomodando.

—Hola, yo... Solo quiero esto— dejó sobre el mostrador unos condimentos, los cuales _____ pasó para escanear y decirle el precio, sintiendo como su cuerpo temblaba. ¿Por qué en Saori había un semblante desanimado en lugar de uno enojado?

No dijo nada, solo quedó parada en su sitio, sin saber qué hacer y dirigir la vista a otros clientes que paseaban entre los estantes. ¿Qué se suponía que debía de hacer en un reencuentro luego de una fuerte charla que tuvieron hacia poco menos de un año?

—Daniel me dijo que trabajas aquí.

—Creo que Ryo le dijo que trabajo aquí— comentó sin verla. Después de todo, desde esa vez que se cruzó con el muchacho, todavía quedaba pendiente el seguir conversando. Y jamás le comentó el lugar en donde trabajaba, por ende, su primo había hablado.

—Quiero... hablar contigo...

Alzó la mirada a ella, analizando su expresión de angustia con la que cargaba. Resopló por la nariz, viendo a otro punto. No esperaba eso.

—Estoy en mi turno ahora-...

Sintió un pequeño codazo en su espalda, volteando a ver a la señora Kubo que seguía detrás.

—Ve. Yo te cubro. Solo no te tardes— sonrió la mujer, regalándole ánimos.   En algún momento, _____ le comentó respecto a la fuerte discusión que había tenido con su amiga antes de dejar el pueblo.

Suspiró para rodear el mostrador para seguir a la otra chica hasta afuera. ¿Por qué estaba actuando así de arrepentida? ¿Sería real u otro engaño? Pero algo que sí podía confirmar eran sus nervios que se mezclaban con todo tipo de emociones. ¿No era que no tenía planeado buscarla?

Al estar fuera de la tienda, no dijo nada. Solo aguardaba a que ella fuera la primera en hablar. Además, tenía un nudo en su garganta. ¿No había alguna premonición que la guiara en esos momentos para bajar sus montos de ansiedad?

—Siento todo lo que dije la última vez...— mencionó sin verla la apellidada Saori, habiendo volteado a Kuroda.

Recordó que ella misma fue la causante de todas sus palabras: desde el motivo que exorcizó la maldición que le impedía hablar. Quizás, de tanto tratar de esconder lo que sentía, se formó de la nada cuando _____ había partido para su última lección de hechicería con Sakura Noguchi.

—No tienes de qué preocuparte. Ya pasaron muchos meses desde eso...— trató de sonar indiferente, alzando la cabeza mientras dejaba escapar un suspiro a medias.

—Y he pensado mucho desde entonces...— alzó la mirada a la otra chica —Mandé a volar todo por no poder controlar lo que sentía... Siempre quise actuar como la chica perfecta para parecerme a ti y poder seguir siendo tu amiga...

_____ cerró por segundos los ojos, oyendo la versión de Kaori Saori.

—Pero el saber que no pasarías las últimas vacaciones con nosotros, me puso muy mal y más si después de eso no te vería tanto como antes... Fue un intento de defenderme de lo mal que yo misma me sentía... todo eso que te dije— ahogó un sollozo.