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MinHo no era el tipo de persona que le gustara buscar su nombre o el de sus compañeros en internet, pero últimamente lo sentía como una necesidad.

Y en retrospectiva, aquella “necesidad” era estúpida e infundada; dejando de lado todo lo obvio, las cosas habían ido realmente bien últimamente, tanto para IZZLE como para 3RACHA y el contrato que los unía. Pero todas las veces que lo repasaba en su mente, algo no le cuadraba, y la paranoia de que lo peor aún estaba por venir amenazaba con comerlo vivo.

—¿Qué ves? —preguntó JiSung, intentando no sonar ofendido. Era difícil no sentirse ignorado cuando la persona con quien cenaba no dejaba de revisar su teléfono.

—Nada, sólo... reviso un poco las redes sociales —dijo vagamente.

—¿Preocupado de que nos vean juntos, acaso?

MinHo no respondió.

—Ey, ¿de verdad es eso? —JiSung dejó su malteada de lado para concentrarse completamente en el mayor. Aquella se suponía que debía ser una tarde relajante, pero parecía ser que durante el último rato se les había ido de las manos.

—Lo siento, JiSung —se sentía estúpido por irradiar sus preocupaciones a alguien más, especialmente cuando se suponía que pasarían un buen rato, pero a veces no podía evitarlo. Apagó su teléfono y miró al contrario a los ojos, reconociendo silenciosamente la falta de atención que le había entregado durante toda la salida—. Es una estupidez, en serio. Sé que todos somos adultos que pueden lidiar con las cosas por su cuenta, pero algunas veces no puedo evitar preocuparme. Supongo que luego de lo que pasó en la celebración de año nuevo he estado un poco ansioso.

No podía juzgarlo del todo, JiSung lo entendía. A nadie le gustaría ver a dos de sus amigos besarse a vista y paciencia de todo un país. Eso hubiese significado cruzar la línea, incluso para las dos empresas que se estaban aprovechando de la relación en primer lugar.

—Sí, bueno... preferiría no hablar de trabajo mientras estamos descansando.

—Lo sé, lo siento —volvió a disculparse.

El ambiente se volvió un poco agrio luego de aquello.

El resto de la cena transcurrió en mayor silencio, un adelanto de lo que sería el resto de la noche; MinHo no sabía de qué más hablar si no era de trabajo, pues era lo único que ocupaba su mente, por lo que optó en mantenerse callado para no fastidiar al menor. A JiSung, por su lado, ya lo fastidiaba lo suficiente el hecho de que MinHo pareciera tan paranoico respecto al “qué dirán”. A veces deseaba haberse acercado a él bajo otras circunstancias, sin un contrato de por medio. Sin Chan y Felix de por medio.

Antes de que cada quien fuera por su lado, MinHo volvió a hablar.

—¿Tienes algún plan para tus vacaciones, JiSung?

—Planeaba ir a Incheon durante la primera semana, para ver a mis padres. Uh... más allá de eso, no he pensado en nada más —reflexionó brevemente sobre la pregunta. Hacía meses que no tenían tanto tiempo libre, tres semanas esta vez, por lo que no estaba muy seguro de qué hacer con los días restantes—. ¿Por qué la pregunta?

—Vamos al cine —no se detuvo a pensar lo que salía de su boca, sólo lo soltó todo. Ya no había nada más que perder—, o a ver las nevadas, o a un parque de diversiones, lo que sea. Quiero seguir viéndote... y prometo que esta vez apagaré mi teléfono.

Hubo silencio, y el menor no sabía si reír o llorar.

“¿Es una cita?” “Sí, lo es”, fue lo que se dijeron con los ojos.

JiSung quiso decir algo más, algo prohibido, pero una relación amorosa complicada con la que lidiar entre ambos grupos era más que suficiente. Se tragó sus palabras y sólo sonrió de vuelta.

fanservice ; chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora