La agenda de Chan durante las últimas semanas del año era algo así:
• Sábado (25 de noviembre)
Photoshoot y entrevista para ELLE Korea con Lix.• Martes y Miércoles (28 y 29 de noviembre)
MAMA (💀)• Sábado (2 de diciembre)
MMA - MC 🕺
Cena 3RACHA × IZZLE• Martes (5 de diciembre)
Desayuno con HongJoong
Gimnasio con ChangBin• Miércoles (6 de diciembre)
Almuerzo con Lix.El resto de las semanas eran prácticamente copias las unas de las otras. Más citas, más premiaciones, junto a uno que otro día de descanso. Un sentimiento al que no podía ponerle nombre se acentuaba cada vez más en su pecho, pesado y abrumador. No necesariamente algo malo, pero si muy extraño, incluso vagamente familiar.
Fue ahí cuando finalmente lo notó.
¿Desde cuándo su vida había empezado a revolver tanto alrededor de Felix? Muchas de esas juntas ya ni siquiera tenían que ver con el contrato, eran lo suficientemente relevantes como para darse ciertas libertades en ese sentido.
Hizo una mueca una vez pasó la vista nuevamente por su agenda. No sabía en qué momento se le había vuelto tan natural llamarlo “Lix”.
Quizás era simplemente natural; habían estado mucho más en contacto durante el último tiempo, hablando hasta altas horas de la noche sobre Australia, anécdotas del pasado y sus vidas en general. No sería raro que, después de todo eso, de perder la noción del tiempo hablando en inglés, llamarlo por aquel apodo tan cercano se convirtiera en un hábito. Sin embargo, si lo era, era muy raro, y no se sentía capaz de explicar el porqué.
Chan rió de si mismo. Frente a lo extraña que era su relación con Felix en el momento, un simple apodo debería ser la última de sus preocupaciones.
Su hilo de pensamiento fue cortado abruptamente por un par de golpes en la puerta de su estudio.
—¿Chan? —era ChangBin.
—Adelante.
—Al fin te encuentro, pensé que también te habías ido —el menor se lanzó sobre el sofá del estudio bajo la curiosa mirada de Chan—. Me preguntaba si querrías ir al gimnasio conmigo. Iba a ir con Hannie, pero sólo se fue a casa y me dejó su tarjeta...
—No sé que más esperabas de él —Chan rió, cerrando su laptop como si realmente hubiese estado trabajando y no pensando en Felix. Estuvo a punto de aceptar la oferta, hasta que el reloj en la esquina del estudio captó su atención—. Mierda, mira la hora que es. Le prometí a YoungJae que iría a ver su nuevo departamento... —también había prometido que beberían un par de cervezas juntos, pero no estaba de ánimo para los sermones de ChangBin sobre no quedarse hasta tarde bebiendo, así que no lo mencionó. Era una reunión que había estado organizando junto a YoungJae durante meses, no podía creer que lo había olvidado a último momento—. Tendrás que ir solo esta vez, Binnie.
—¿Y así te quejas de Hannie? Los dos son unos sinvergüenzas —golpeó el hombro del mayor juguetonamente, y Chan fingió hacerse el dolido.
ChangBin dejó el estudio poco después, dejando a Chan por su cuenta para ordenar —o arrojar, mejor dicho— sus instrumentos en su mochila. Tenía aproximadamente cuarenta minutos para salir de la empresa, ir a una tienda para comprar un par de cervezas y luego ir al departamento de YoungJae, al cual cuyo recorrido de por sí llevaba al menos unos treinta minutos.
No le gustaba ser así, tan distraído y desorganizado. Saber que estaba en ese estado por alguien lo hacía peor aún.
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Dos platos de carne y cuatro cervezas después, el tono de la conversación dejó de ser igual de ligero que al inicio.
YoungJae apoyó su botella en la mesita de café y miró intensamente a Chan, que ya se notaba un poco más ido que de costumbre. El nuevo departamento había sido incluso mejor que lo prometido; cuartos espaciosos, muebles lujosos y vistas preciosas de todo Seúl. Era algo de lo que YoungJae estaba bastante orgulloso, comprado con sus años de esfuerzo en la industria, misma industria que lo había llevado a conocer a Chris cuando aún formaban parte de la misma empresa.
Conocía a Chan desde que tenía dieciséis, lo había visto crecer y transformarse en el hombre que era hoy en día, por lo que me parecía inconcebible todo lo que había leído en las noticias últimamente.
Simplemente no podría vivir tranquilo sin preguntárselo de frente.
—¿Sabes? Aún no puedo creer que te hayas metido con Felix... tenía que ser él, de entre todas las personas.
Chan suspiró, exasperado. No, no quería hablar de eso, no quería tener que pensar en Felix más de lo que ya lo hacía normalmente.
—Es... complicado.
—¿Siempre fuiste así de moldeable, Christopher? —siguió insistiendo en el tema, pues se negaba a creer los artículos y quería escuchar la verdad salir de la boca del mismo Chan, y él, estando bajo contrato, no podía desmentir nada. Aquello lo hizo sentir impotente—. Eres el líder de 3RACHA, por el amor de dios. Tú más que nadie debería odiar a esos chicos, ¿o acaso ya olvidaste todas las noches en vela que pasaste preocupado de caer de las listas de popularidad por culpa de ellos? Ya ni siquiera me importa que ambos sean hombres, mierda, eso es lo de menos ahora mismo. Simplemente... ¿Por qué...? ¿Que le tienes que haber visto a ese niñito?
Vaya, ¿así sonaba Chan cuando hablaba sobre IZZLE? Se sintió estúpido de sólo pensarlo. Toda aquella conversación le parecía ridícula siendo él quien escuchaba aquellos argumentos sin sentido.
—No lo voy a volver a repetir, así que es tu decisión si me escuchas o no, Chris —el nombrado sintió un desagradable escalofrío de sólo escuchar la seriedad del tono, como si lo estuvieran acusando de un crimen atroz. El alcohol que ya circulaba por su sangre no facilitaba las cosas—. Son JiSung, ChangBin y tú quienes se han roto el lomo día y noche produciendo y escribiendo canciones o haciendo coreografías para ganar reconocimiento, no los niños de IZZLE, que se les ha dado de todo en bandeja de plata desde el día uno por el hecho de ser caras bonitas y venir de una mejor empresa. Desde que te conozco, me juraste que nunca te podría agradar la gente así, y ahora resulta que estás de novio con uno, ¿así de débil es tu mentalidad? ¿O acaso también caíste por esa cara bonita?
Chan quiso contradecirlo, realmente lo intentó, pero ni una sola palabra salió de su boca. Y le dolía pensarlo, porque sabía que era cierto que ellos habían tenido que trabajar el doble que la mayoría de grupos por el hecho de no ser “convencionalmente atractivos” para el público, y también porque él realmente había jurado jamás relacionarse con gente así, “spoiled kids”, como YoungJae y él solían llamarlos.
Quizás en parte para que lo dejara en paz, quizás en parte porque seguía estando de acuerdo con partes de todo eso, terminó por darle la razón a YoungJae.
“Competencia siempre es competencia. No porque estés enamorado de ese chico dejarán de ser rivales. Sé un poco profesional y piensa las cosas con la cabeza fría”, le dijo antes de despedirse, y fue una frase que quedó dando vueltas en la cabeza del menor durante días.
¿Y qué si, hipotéticamente hablando, tuviera sentimientos por Felix? ¿Realmente nunca podría ser feliz viéndolo a él y a su grupo triunfar porque siempre serían rivales?
Le prometió a YoungJae que reconsideraría sus decisiones sobre su relación, de la misma forma que le había prometido a Felix que le daría una oportunidad sincera.
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fanservice ; chanlix
FanficDonde Chan empieza a ver con otros ojos a Felix, el chico de otro grupo con el que es obligado a hacer fanservice. o Donde IZZLE y 3RACHA son los grupos más grandes de su generación, y el internet explota la primera vez que interactúan.