Dicen que cuando alguien sueña, recuerda momentos de su vida pasada. Cuando despertamos los olvidamos, sin alguna razón aparente se ello.
Aunque a veces es mejor que sea así, no siempre los sueños son agradables. Las pesadillas también vienen. Y un...
La bestia efectivamente era la que buscaba alfred y la enfrentamos, la bestia se acerco lentamente, parecia que estaba contenta de encontrar nuevas presas, esta bestia estaba sedienta de sangre. La bestia era delgada con 4 patas y tenia una especia de manta de carne sobre sus lados
La bestia grito y los ataco ferozmente, tenia una peculiaridad que la hacia muy peligrosa y es que sangraba veneno y para la suerte del castaño es que Alfred sabia un poco de esta bestia y tiraba cocteles de sangre distrayendo a la bestia. Estos eran momentos en los que se dejaba vulnerable, por lo que debían aprovecharse. Se recordó anotar tener siempre unos cócteles de sangre guardados, podrían serle de utilidad contra la vicaria Amelia
Fue un combate frenético, llegó un punto en que la bestia empezó a ser más agresivo y empezó a correr por toda la sala. Fue un dolor de cabeza para ambos, pero después del intenso combate, tras derramar sudor y sangre. Lo que consiguió fue un cáliz, si así como se oye. Y una cantidad razonable de ecos. Soltó un suspiro mientras se entraba en el piso, Alfred se recostó en un pilar con la respiración agitada.
Alfred: No mentían cuando dijeron que era una bestia peligrosa, no lo crees ajajaj - rio con entusiasmo
Tai: Si lo dices por estar correteando de un lado a otro para tratar de darle, el veneno que sufrimos y todo eso...... sí que era peligroso - concordó luego de decir lo malo
Alfred: No te pongas así Buen cazador, siéntete alegre que lo eliminamos y no podrá hacer más daño. - soltó un suspiro tranquilo - Oye... gracias por cubrirme la espalda
Tai: Que dices, tú cubriste la mía
Alfred: Pero tu hiciste más parte del trabajo, así que debo darte algo de compensación. - pareció meditar que ofrecer - Que tal... información sobre la Iglesia de la Sanación?
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El castaño lo consideró unos momentos, a decir verdad no conocía mucho de la Iglesia. Solo lo que Gilbert le dijo de que distribuían la sangre, de ahí nada más. Solo sabía que todos sus miembros estaban ya locos por la sangre, entonces posiblemente saber de ello sea muy útil. Posiblemente, así que solo asintió a la información que pudiese tener Alfred. Este sonrió a gusto, tomó asiento a su lado y tosió para empezar con el relato diciendo que contaría lo que sabía y había reunido.
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Alfred le explicó el origen de casi todo:
Laurence era un estudiante de la academia Byrgenwerth, él pensaba que el futuro de la humanidad era usar la sangre de los antiguos dioses descubiertos, los cuales fueron llamados como Grandes, pero su maestro Willem, pensaba que la humanidad no estaba preparada para ello. Laurence molesto por no tener la ayuda de su mentor terminó convirtiéndose en el primer vicario y el creó la Iglesia de la Sanación en la Gran Catedral. El creó la iglesia para distribuir la sangre por toda Yharnam. Su trabajo era adorar a la sangre y desarrollar nuevas técnicas de sanación mediante la sangre de los Grandes.
