Ataru se revolvía en la cama, el reloj digital en la mesilla marcaba las tres de la madrugada con su tenue luz roja. El silencio de la habitación lo envolvía en un manto de soledad, y la oscuridad era densa, apenas rota por los débiles rayos de luna que se filtraban a través de las cortinas de encaje. Su mente, inquieta y desbordada de recuerdos, lo transportaba una y otra vez a los momentos con Lum. El aroma de su perfume, una mezcla de jazmín y vainilla, parecía impregnar aún las sábanas, y la suavidad de su piel estaba tan fresca en su memoria que casi podía sentirla bajo sus dedos.
La nostalgia lo invadía, y su cuerpo respondía a esos pensamientos con una mezcla de tristeza y deseo ardiente. Llevaban ya más de un mes separados, una distancia que se hacía cada vez más insostenible. Ella había dicho "solo dos semanas", pero ya había pasado más que eso. Ataru seguía cumpliendo con sus obligaciones, aunque sentía que la situación se estaba volviendo insostenible. La gente lo veía como un traidor, y era difícil controlarlos.
Se sentó en la cama, dejando que las sábanas resbalaran por su torso desnudo hasta amontonarse en su regazo. Había tomado la costumbre de dormir sin camisa por Lum. El frío del suelo bajo sus pies descalzos le brindó un breve momento de claridad, pero el vacío en su pecho persistía. Sus manos, temblorosas, recorrieron su pecho y abdomen, buscando algún consuelo en la tibieza de su propia piel. Cerró los ojos, evocando la imagen de Lum: sus ojos grandes y brillantes, su risa contagiosa, el modo en que sus labios se curvaban en una sonrisa que solo él conocía tan bien, su cuerpo esbelto y delicado que tantas veces había acariciado con devoción.
Con un suspiro profundo, dejó que su mano descendiera lentamente, guiada por el deseo y la necesidad de sentirse conectado a ella de alguna forma, aunque fuera solo en su imaginación. Deslizó sus dedos por su abdomen, el vello erizado respondiendo al contacto, hasta llegar a su destino. Al contacto inicial, un leve corrientazo de placer mezclado con tristeza recorrió su cuerpo.
Continuó acariciando su pene encima de la ropa, estimulándose lentamente, hasta que finalmente logró una excitación aceptable. Se desvistió lentamente, dejando que su ropa cayera al suelo con un ruido suave. Su pene, ya erecto, latía con anticipación mientras él se sentaba nuevamente. Cerró los ojos y tomó un profundo suspiro, permitiendo que sus pensamientos vagaran hacia Lum.
Su mano derecha comenzó a acariciar su pene, moviéndose con suavidad hacia arriba y hacia abajo. La piel de su pene se sentía sensible y caliente bajo sus dedos, y él podía sentir la tensión creciente en su cuerpo. Su respiración se volvía más rápida y superficial, y su pecho comenzaba a elevarse y bajar con cada inhalación.
Su imaginación empezó a trabajar, se imaginaba a Lum tendida boca abajo, con su cuerpo relajado y sus nalgas levantadas, ella abriendo con sus dedos los labios de su vulva, mostrándole la entrada al paraíso, al de ambos, meneando sus caderas de forma descarada, suplicando que la penetrara ya.
Él cambió de ritmo, aumentando la velocidad y la presión de sus movimientos. Su mano derecha se movía hacia arriba y hacia abajo con más fuerza. Su gemido de placer era audible en la habitación, y su cuerpo comenzaba a sudar.
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Between The Darkness |Urusei Yatsura|
Hayran Kurgu¿Cómo seria la historia si Rupa hubiera ido a casarse con Lum antes de conocer a Ataru? ¿Qué cosas van a cambiar? ________ Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi