TQM - Te quiero ¿Mucho o Matar? [EN CORRECIÓN]

Capítulo 4: Caso Y (Remy)

E n el día siguiente, Aslan se despertó temprano. Porque tal como habían quedado. Se juntaría con Remy, para que le pasara la mercadería nueva.

—Buenos días, mi querido compadre, ya estoy cerca para que me dejes ingresar — Le habló por teléfono a Aslan.

—Bien, está abierto el túnel para que ingreses.

Lo que Remy no se había percatado de es que otro auto lo estaba siguiendo. Solo se dio cuenta cuando entró en el túnel. Inmediatamente, llamó a Aslan para advertirle.

—Tenemos un problema grande, hay otro auto siguiéndome. No lo vi hasta que entré al túnel. Pensé que venía solo — Su voz temblaba de nerviosismo, y en el otro extremo de la línea reinaba un inquietante silencio.

Aslan se inquietó, pues hacía tiempo que no enfrentaban esta situación. No sabía cómo actuar ni quién podía estar detrás de esto. Dary actuó de inmediato y cerró el portón al final del túnel. Remy frenó en seco antes de entrar.

—¡Maldición! ¿Qué está pasando, Aslan? — Gritó por teléfono.

—Tranquilo, Remy, averigua quién es esa persona. Lamentablemente, no podemos ver nada en la oscuridad. Las cámaras no alcanzan a identificarla.

Remy se bajó del auto y se acercó a la persona que lo seguía, decidido a descubrir su identidad y sus intenciones.

—¿Quién eres? ¿Qué estás haciendo aquí? —Se aproximó al auto hasta quedar junto al conductor, su voz cargada de enojo.

Al divisar a una mujer que se bajó del vehículo y se mostró confundida, Remy se desconcertó.

—Disculpa, ¿no es este el camino hacia la carretera? — Mary comenzó con un tono de voz perdido.

—No, te has equivocado de ruta.

—Te estaba siguiendo porque pensé que íbamos hacia el mismo destino.

—Te reconozco. Eres la misma que me pidió droga la noche pasada, ¿verdad? La que también me pidió trabajo — Remy habló con brusquedad, sin ocultar su enojo. Mientras que Aslan también escuchaba parte del dialogo.

—Sí, soy la misma. Parece que nos reconocemos mutuamente. ¿No es así?

—¿Qué es lo que deseas? Debes estar desesperada por dinero si me seguiste hasta aquí. — Su voz denotaba molestia.

—Así es, necesito dinero para sobrevivir. Ayúdame, por favor — Mary cambió su tono a uno más insistente y suplicante.

—Es peligroso que te encuentres aquí. Este mundo no es para ti. — Remy seguía mostrando su descontento.

—Eso lo decidiré yo. Por favor, te lo ruego. — Mary suplicó con sinceridad.

—Bien, si insistes tanto, hablaré con el jefe para que se comunique contigo — Remy aceptó, aunque su voz aún denotaba cierta molestia.

Se acercó nuevamente al auto, para seguir hablando con Aslan por manos libres. Le dijo todo lo que averiguó sobre la chica. Aslan accedió a dejarla entrar. Pero no sabía que hacer eso, le traería bastantes consecuencias en un futuro.

Dary abrió las puertas e ingresaron a la casa. Ella estaba impresionada donde se estaba metiendo. Era una casa muy grande y hermosa. Llena de ventanas y de un blanco radiante. Estaba con un hermoso jardín y una fuente. Donde pudo ver los autos lujosos que tenía Aslan. Le llamó la atención un Lamborghini verde.

—¿Contraseña?

—¿Tan anticuados son? ¿No será ábrete, sésamo? — Se burló de la pregunta que hizo Dary, pero Remy no se inmutó a responderle.