Capítulo 19: Caso N (Aspen)

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Llegó el mediodía y Aslan aún no había regresado a casa. Se había ido al bar de Jason, donde pasó gran parte de la noche esperando al hombre que, sin planearlo, se había convertido en un amigo. Cuando finalmente vio aparecer a Jason, Aslan salió de su auto y se acercó a él.

—Cuánto tiempo te demoraste en llegar... —dijo Aslan, con un tono ligeramente irritado, interrumpiendo el camino de Jason hacia la caja.

—¡Aslan! Qué alegría verte, amigo. Hace tiempo que no venías por aquí —respondió Jason, su rostro iluminándose con una sonrisa genuina a pesar del cansancio en sus ojos.

—Lo mismo digo, es una alegría tener un amigo con quien hablar —replicó Aslan, forzando una sonrisa mientras ocultaba su propia agitación.

—¿Qué pasó? Traes una cara larga... ¿A qué se debe eso? —preguntó Jason con preocupación, deteniéndose en su tarea de secar las copas.

—Que soy un completo idiota, Jason —confesó Aslan, bajando la mirada al suelo, la frustración evidente en su expresión.

—¿Esto tiene algo que ver con Mary? —indagó Jason, sus ojos se estrecharon ligeramente, mostrando curiosidad.

—¿Mary? ¿Has hablado con ella? —Aslan levantó la mirada rápidamente, sorprendido.

—Hace unos días estuvo aquí. Parecía preocupada por ti —explicó Jason, volviendo a sus quehaceres, pero manteniendo su atención en Aslan.

—Bueno, no quiero saber nada de ella. No es mi interés por el momento —agitó Aslan su mano con desdén, tratando de desviar el tema.

—¿Cuándo vas a dejar de evitarla? Date cuenta de que ella te ama. No pierdas a esa mujer, Aslan. Tiene un corazón de oro —aconsejó Jason suavemente, pero con firmeza, su rostro mostrando una mezcla de preocupación y sinceridad.

—Tuvimos una cita, y sí, estamos solucionando las cosas. Pero no es ella quien me preocupa ahora. Es otra mujer, que ha estado a mi lado más de dos años y ahora... ha desaparecido —admitió Aslan, un suspiro pesado escapando de sus labios.

—Entonces me estás diciendo que estás así porque crees que no la valoraste lo suficiente y ahora se fue... —Jason dejó de lado el paño, su tono se volvió más serio.

—Exactamente. Di por sentado que siempre estaría ahí, hasta que decidió irse y no ha aparecido desde entonces —la voz de Aslan estaba teñida de remordimiento.

—¿Ya intentaste buscarla? —Jason frunció el ceño, mostrando una mezcla de interés y preocupación.

—La busqué toda la noche, pero no la encontré —respondió Aslan, la desesperación reflejada en su rostro.

—¿De quién estamos hablando? —preguntó Jason, su curiosidad aumentando.

—Aspen —al escuchar su nombre, Jason palideció visiblemente, sus ojos se abrieron con sorpresa y preocupación.

—¿La conoces? —preguntó Aslan, confundido por la reacción de Jason.

—Sí, resulta que la conozco. Trabajó para mi padre... hasta que la echó —confesó Jason, su voz temblaba ligeramente, evitando la mirada de Aslan.

—¿En serio? ¿Y por qué la echó? —la curiosidad de Aslan era evidente, aunque mezclada con una creciente ansiedad.

—Por mi culpa. Me enamoré de ella... —Jason desvió la mirada, su voz se apagó, una expresión de tristeza se dibujó en su rostro—. Mi padre nunca aceptaría que yo me enamorara de una empleada. Un día, de forma cruel, la echó de la casa.

—Entonces, después, ella apareció a trabajar en mi casa. Mi asistente de voz, la contrató —Aslan procesó la información, su rostro reflejando una mezcla de arrepentimiento y tristeza.

TQM - Te quiero ¿Mucho o Matar? [EN CORRECIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora