Us&TheDevil

Parte V - La noche del bajo mundo de Birmingham

Shelby.

Su mano se aferró a mi brazo mientras levantaba uno de sus pies para acomodar las botas sobre sus talones, el sombrero con un cinto de color morado resaltaba por completo al resto de su atuendo, completamente negro, excepto por el abrigo.

Stonehenge estaba allí, con sus piedras intactas en un típico día lluvioso que nos tenía completamente empapados.

– Aquí están sus piedras.

– Me entristece que la guerra le haya quitado la capacidad de asombro, Thomas – Me dijo envolviendo su brazo al mío – hace mucho frío, quizás podría volver en verano.

– ¿Podría acompañarla en verano?

– Veremos.

La vi andar por entre las piedras, acercándose mucho a ellas, como si tratara de encontrar algún escrito escondido, una señal que le dijera que la primera de la existencia de las hadas era cien por ciento real.

Pronto me descubrió buscando su mirada por entre las enormes piedras y me ofreció una sonrisa mientras se acercaba subiendo el cuello de su abrigo de piel blanco.

– Deberíamos buscar un lugar para beber un café caliente – Propuse viendo sus mejillas sonrojadas de frío.

– Si – Carmille asintió un par de veces y ofrecí mi brazo para que ella lo tomara mientras regresábamos por el camino hasta donde habíamos dejado el automóvil estacionado.

– ¿Se irá esta noche? – Le pregunté viéndola darle un trago al chocolate caliente que había pedido en la pequeña cafetería que encontramos luego de recorrer un par de kilómetros.

Sus manos de uñas perfectamente arregladas sostenían la taza rodeándola con sus largos dedos que imaginé tibios por el calor que expelía el brebaje caliente.

– Si, Clint ya debe estar viendo por la ventana – Se río alzando las cejas.

– ¿Es su mayordomo?

– Algo así, él está en nuestra familia desde hace eones – Me contó acomodándose en la poltrona – crió a mi padre, así que es algo así como un abuelo, al morir mi padre y esposo, el se convirtió en algo así como mi albacea, ya sabe, una mujer viuda no sabe como administrar los bienes familiares – Bromeó encendiéndose un cigarrillo – él es la única familia que me queda, y yo soy lo único que él tiene, así que – Se encogió de hombros – puede ser un poco complicado a veces, más ahora que he recuperado este título nobiliario, espera que le dé un heredero a mi apellido prontamente.

– ¿Ah sí?

– La verdad es que mi padre ya tenía el título, pero como sabe, las mujeres no podemos heredarlo, el rey me permitió conservarlo dadas mis audaces y valientes hazañas durante la guerra – Alardeó pestañeando rápidamente un par de veces para darle otro trago a su chocolate.

– Como me ha permitido acompañarla a su visita histórica, quisiera invitarla a que me acompañe – Le propuse acercándome más por la mesa.

– ¿Dónde va a invitarme?

– Al Birmingham del pueblo – Le expliqué esperando que dijera que sí – prometo dejarla en la puerta de su casa antes de que el sol despunte.

– Clint no estará de acuerdo con eso – Me sonrió abriendo los ojos como si fuera una travesura.

– La llevaré a su hotel para que recojamos su equipaje y llame a casa – Me asintió alegremente, esperaba que pudiera olvidar la mierda de la noche pasada entre los cánticos del garrison y unas cuantas cervezas.