🌸Our World 🌸 -One Shots-

🥀Redención🥀

Lo apreciaba tanto como para hacerle daño, sin embargo él no podía pensar en nada más que su ambición por gobernar el mundo, deseaba con todo su ser que aioros supiera la verdad, pero él jamás lo dejaría, al menos no sin algo de por medio.

Años después del incidente con su gran amor, seguía sin perdonarse, se sentía tan culpable que de ser posible el mismo se arrancaría el corazón y se lo daría a cambio de su perdón, jamás se atrevió a contarle de su otra mitad, aquella que su hermano sacó a la luz y con la cuál a luchado mucho tiempo, aquella que lo orilla a ser un ser injusto y lleno de maldad y que lo controla más que el mismo.

Después de la batalla con pegaso, agradecía que finalmente habían acabado con su existencia, por fin se sentía en paz, sabía que nuevamente era él, al fin había vuelto a ser ese Saga que todos conocían, aquel que era justo y bondadoso, llamándolo casi un Dios por su benevolencia.
La ambición de Arles no solo le había costado la vida, si no también la de muchos de sus compañeros de armas, arriesgaron su vida por un engaño, murieron por nada, él cargaria con esas penas incluso si se iba al Hades, sería algo que jamás se perdonaría. Gente inocente murió por una mala jugada de los dioses en su contra, agradecía que Athena lo había perdonado, pero deseaba poder obtener el perdón de sus compañeros caídos, era el único deseo de su corazón, el cuál Athena logro cumplir...

~ ATHENA SANCTUARY XVIII ~

Su despertador sonó a la misma hora como de costumbre anunciando el inicio de un nuevo día, se sentía cansado y adolorido, sabía que aquello no había Sido un sueño, pero no entendía por qué estaba ahí, él había arremetido contra su propia vida para expiar sus errores y estaba seguro de eso, pero porque estaba ahí?
Quizá un mal sueño o tal vez ella había tenido algo que ver.
Hubiera pensado más en su situación si no hubiera visto el rostro desencajado del actual guardian de géminis, quien le veía estupefacto desde la entrada de sus aposento privados.

- Saga? - pregunto con un rostro despavorido y lleno de incógnito - No puede ser, tu deberías estar...

La duda de su hermano confirmaba que eso no había Sido un sueño.

- Yo estoy igual o más confundido que tú Kanon, pero dime, que ha pasado? - como pudo se levantó de la cama-

- aún sorprendido- En cuanto al santuario, todo sigue igual a pesar de los años, sin embargo está mañana Athena nos ha citado en la sala del patriarca, al parecer es urgente.

- Ya veo, quizá tiene algo que ver con esto. - dijo para sus adentros-

- Quizá deberías acompañarme, tal vez ella pueda darnos una explicación. - dijo echando una mirada de reojo mientras se acomodaba la cloth de géminis frente al espejo -

- Si...

Saga se dirigió a su antiguo armario, todo estaba tal cual él lo había dejado años atrás, tomó sus ropas mientras recordaba sus tiempos como caballero, recordó las expediciones y las misiones con sus compañeros, sintió una alegría inmensa de recordarlo, él había sido bueno. Pero los eventos cambiaron la dirección de sus pensamientos y poco a poco comenzó a recordar las atrocidades de las que había Sido capaz, si bien él no había Sido el autor intelectual, se sentía culpable, permitió que su imagen y persona fueras mancilladas y usadas para tales fines.
Rápidamente termino de abrochar su camisa y salió al encuentro de su hermano, quien portaba la que alguna vez fue su armadura y portó con tanto orgullo al igual que él, se sentía orgulloso, su hermano finalmente renunció a su maldad y tomo el lugar que siempre le perteneció al lado de Athena, aquella era una imagen digna de ver y alabar.
Ambos salieron de la casa de géminis rumbo al gran salón, las casas que quedaban por el rumbo ya se encontraban vacías, como era de suponer, los demás ya se habían adelantado, sin embargo había algo raro, las casas que actualmente estaban sin guardian deberían resguardar las armaduras doradas en su interior, sin embargo estás no se encontraban ahí.
Saga se imaginaba el motivo de aquello, si logro darle una segunda oportunidad a él, aún más merecedores eran aquellos inocentes que solo seguían sus órdenes. Sintió una punzada en su pecho de recordar nuevamente su pasado, pues a diferencia de antes que pudo esconder su identidad tras una máscara, ahora no le quedaba más que enfrentar la realidad de frente, con el rostro que ya todos conocían, el del verdadero Saga, sintió miedo por primera vez, temía a la reacción de sus compañeros pero eso era algo que ya no podía evitar, pues frente a ellos ya se presentaba la entrada al templo sagrado, recordándole a saga lo pequeño que era y lo miserable que se sentía.
Kanon miro a saga esbozando una sonrisa y entraron hasta los aposentos del patriarca, ambos se hincaron en forma de reverencia uniéndose a la fila con sus compañeros, de inmediato notaron las miradas de recelo que algunos les dedicaban.