🕊️ A tus pies 🕊️

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Se había convertido en una rutina para él y su gemelo, quien solo lo veía ir y venir sin decir nada, evidentemente estaba sufriendo, no le gustaba verlo así, pero cada vez que le preguntaba la razón no le respondía, se limitaba a cruzar palabras pero era evidente que algo le pasaba, su semblante había cambiado, se miraba decaído, triste y cansado, las ojeras eran evidentes, signo de que no había estado durmiendo bien.

- Saga, tienes que parar con esto, no sé a dónde quieres llegar o que pienses, pero no es bueno, mírate, luces mal. - dijo el gemelo menor acorralando a su igual - Tienes que olvidarlo ya!

- ... - se negaba a hablar, solo desviaba las miradas-

- No puedo soportar verte así por alguien que ya decidió que su vida está mejor sin ti, piensa un poco más en ti maldición!

- Eso no es verdad... - musitó apenas audible -

- Date cuenta que ya no entras en la vida de Aioros, él es el patriarca ahora, la situación entre ustedes jamás volverá a ser igual Saga, entiéndelo de una vez. - se maldecia internamente por tratarlo así pero sabía que no entendería si no era hablándole rudo-

Le dolía, le quemaba las entrañas y aplastaba su corazón, entendía la posición de Aioros, sabía que un rumor así o tan solo un indicio de su aventura arruinaría su momento, sin embargo, no había Sido  justa la forma en la que había terminado con él.
Quizá si hubieran pensado en algo para seguir en secreto hubiera funcionado, nadie en el santuario a excepción de Kanon lo sabía. Posiblemente hubiera funcionado, pero finalmente aceptaba que él tenía razón, Aioros lo saco de su vida sin previo aviso, no dijo nada, ni siquiera una carta, un día solo lo alejo y se negó a verlo de nuevo, ni siquiera en las expediciones le dirigía la palabra. Tal vez no era que la situación se mantuviera en secreto, tal vez solo era que ya no lo quería más en su vida y sencillamente se le presento la oportunidad de desecharlo, le dolía pensar en eso, pero tal como estaban las cosas era una gran probabilidad.

- Saga... Si hay algo que yo pueda hacer para que estés bien dímelo ahora

Estaba hablando enserio? Lo que fuera?
Tan mal estaba para que su hermano le dijera eso?
Naturalmente Kanon era egoísta, no sé preocupaba más de lo que no debía pero escucharlo decir eso de algún modo lo calmo, Acaso él sería capaz de ir a hablar con él? Lo ayudaría a ir hacia él? No podía perder la oportunidad.

- necesito hablar... - susurro apenas con un poco de aire-

- Quieres... Quieres que vaya a hablar con él?

- No, yo... Yo necesito hablar con él

- Bien, iremos por la noche...

Maldijo una vez más, de tan solo digerirlo su semblante cambio, era claro que lo ayudaría pero le enojaba mucho la situación, sabía que le pediría eso pero no podía evitar odiar la idea de que él estaba permitiendo que posiblemente lo lastimaran más, sin embargo se sentiría miserable si no lo ayudaba.
Una vez cayó la noche, ambos se dispusieron a llevar a cabo su plan, subieron los demás templos con precaución para no ser vistos, de lo contrario habría problemas, ya se encontraban a las afueras del templo, como pudieron maniobraron y abrieron las puertas.

- Recuerda darte prisa, yo te esperaré aquí afuera por cualquier cosa está bien? - acunó el rostro de su hermano entre sus manos y depósito un beso en su frente - suerte hermano.

Tal como acordaron, uno se quedó afuera vigilando mientras el otro entraba sigilosamente, estaba nervioso, que le diría? Necesitaba verlo pero que haría si lo rechazaba? Camino hasta los aposentos privados y ahí se encontraba, sentado cómodamente en su silla, probablemente trabajando, era ahora o nunca.

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