TERCERA VEZ

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Solo eran las cinco y media del treinta y uno de julio y Harry ya estaba hablando solo en su habitación. Sirius y Remus no se preocupan por esto, pues saben que Harry es un niño bastante hablador, sin embargo, pareciera que el hecho de cumplir tres años haya detonado algo dentro de él, que impulsó esa capacidad. A demás, el niño muy seguramente ya estaba enterado de que era su cumpleaños, o, al menos, que era una fecha especial, y, teniendo en cuenta que ya es la tercera vez que se hace su celebración, debe estar aprendiendo.

Los adultos decidieron seguir durmiendo, después de todo no le estaba haciendo daño a nadie, y es mejor, para que aprenda a pronunciar las palabras correctamente y todo eso, le había dicho Remus a Sirius que habia leído una revista de maternidad hace poco.

Lo que ninguno de los dos sabía, era que Harry no estaba hablando solo, estaba con su fiel amigo, el gato negro, que no tenía nombre, pero no se tardaría en inventar uno lo suficientemente bueno y merecedor para él.

Su buen amigo empezó a aparecer en su cuarto desde diciembre del año pasado, y continuó llegando a distintos lugares de la casa dejándose ser visto por los adultos de la casa en repetidas ocasiones.

Harry no sabía por qué, pero sentía una clase de conexión o relación con el gato, como si ya lo hubiera conocido de antes, pero no era asi, la primera vez que lo vio fue en diciembre del ochenta y dos ¿Cierto?

Resignado y obligado por los múltiples toques en las ventanas desde el comedor, Sirius se levantó de la comodidad de su cama. Cuando llegó al lugar de donde provenía el sonido tan molesto a tan temprana hora de la mañana, se sorprendió al ver que había más de media docena de cartas esparcidas por el suelo del comedor. Sin todavía analizar el porque de tantas cartas, las recogió y las coloco sobre la mesa, mirándolas fijamente y pensando en una posible razón.

Cansado, recordó con mucho esfuerzo que su ahijado cumple años hoy, y que la noche anterior, Remus y él habían preparado algunas invitaciones para que sus amigos fueran y celebraran su cumpleaños con él.

Subió nuevamente al segundo piso para sacar a Harry de su cuna (ya estaban pensando en cambiarla, le estaba quedando pequeña) y a Remus lo iba dejar descansar, estos ultimos días no ha dormido muy bien y no le quiere decir nada a Sirius. Él realmente espera que no sea nada de gran importancia, teniendo en cuenta que días atrás se reunió con Dumbledore.

Abrió la puerta, misteriosamente sin decoración alguna, para un niño de tres años, dándose cuenta de este detalle Sirius se propuso una redecoración urgente, cruzandose por un segundo en su mente un invasivo pensamiento de decepción sobre él por parte de Harry. Sacudió su cabeza con fuerza, intentando quitarse esa idea mientras abría la puerta.

Le hubiera gustado decir que lo primero que vio fue a Harry hablando solo mientras inventaba historias con sus juguetes y peluches. Pero no, lo primero que vio fue al gato negro que se escapaba por la ventana, ya era la tercera vez que lo veía, al principio solo vio cerca de la casa un día después del trabajo, la segunda vez le recordó la comida de Harry, pero ya le empezaba a fastidiar ¿Por qué y como un gato podía estar tan pendiente de un niño de tres años?

Definitivamente los gatos eran su animal menos favorito.

Definitivamente los gatos eran su animal menos favorito

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⏰ Última actualización: Jul 22 ⏰

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