No soy dueño de ninguna de las imágenes ni de los animes mencionados en esta historia. Simplemente es una historia con fines de entretenimiento.
???:Disculpa la pregunta pero..
¿Estás bien?
La pregunta del niño fue lanzada hacia un desconocido tumbado y desorientado, que trataba de levantarse sin éxito alguno. Después de darse por vencido al intentar pararce procedió a mirar a su alrededor, tratando de buscar al mago con el que estaba peleando. Sin embargo la vista era distinta, se encontraban en un extenso bosque lleno de árboles gigantes y de mucha fauna, no se encontraban los enemigos del reino trébol por ningún sitio. En cambio estaba parado frente suyo un niño peliblanco con ojos rojos que lo miraban con... ¿Preocupación?
Zenón: ¿Quién eres y donde estoy?
???: E-Este... Hola mucho gusto, mi nombre es bell. Y respondiendo a su segunda pregunta... Estás en... ¡¡Donde estamosss!!
Zenón parecía desconcertado, puesto que el niño identificado como bell, después de gritar donde estaban parecía estar mostrando signos de miedo y tristeza.
Bell: estoy perdido, estaba jugando en la aldea con unos niños cuando de repente una manada de monstruos nos atacaron y no me quedó de otra más que correr al bosque. Todos los de la aldea fueron al refugio y yo fui el único que se separó del grupo, mi abuelo me dijo que me quedara junto a ellos pero no pude. Ahora nose donde está mi abuelito y tengo miedo..
Zenón: ya veo.
Pese a que el mago de la pica puso atención al niño no pudo dejar de lado el hecho de que no podía sentir una fuerte conexión con su demonio Belcebú más sin embargo si sentía el corazón de demonio dentro suyo.
Zenón:(pensamientos) esto es muy extraño, tengo poco mana y me siento diferente.
Niño, ¿puedes ver algo raro en mi?
Bell: (apunto de llorar)lo siento señor pero, nose a qué se refiere con eso.
Zenón: sabes que, olvidalo. Deja levantarme y te ayudaré a regresar a la aldea.
Bell: pero.. Tenemos que correr, los monstruos me siguieron.
Antes de seguir con la conversación ambos comenzaron a escuchar varios rugidos provenientes a escasos metros de ellos.
Se acercaban a una velocidad alarmante y bell por instinto se coloco detrás de Zenón, comenzando a jalarlo de su ropa para que corrieran ambos.
Sin embargo este no hacia caso y pareciendo darle poca importancia al asunto se volteo a mirar los arbustos.
Al cabo de unos segundos unos monstruos semejantes a los lobos comenzaron a surgir de entre los arbustos, gruñendo y acercándose peligrosamente.
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