[...]
— Charlie, ¿quieres ayudarme a hacer un pastel?
La pequeña, que hasta entonces estaba dibujando en la mesa de la cosina, levantó rápidamente la vista, revelando unos ojos enormes y brillantes con una sonrisa de pura emoción. Alastor sacudió levemente la cabeza con una sonrisa cuando escucho la escuchó gritar '¡Si, si!' para luego correr en su dirección haciendo cabriolas. ¹
— Muy bien pequeña chef. Primero debemos preparar la mezcla. — el hombre la cargo en sus brazos para colocarla en el borde del mostrador, lo justo para evitar que cayera debido a sus movimientos llenos de entusiasmo.
Habían pasado cuatro meses y medio de lo sucedido, y Alastor pudo decir sin arrepentimiento que sus días habían cambiado significativamente desde entonces. Si, Lucifer todavía no le decía lo que se suponía que quería por qué era algo que tenía que descubrir por sí mismo, pero a pesar de que reflexionaba sobre aquello por momentos, no podía encontrar una respuesta que pareciera al menos lo suficientemente convincente para que el dijera de que eso se trataba.
No ansiaba riquezas. No deseaba la fama. No quería habilidades y no necesitaba una cura para algún tipo de enfermedad que pudiera tener. Y mucho menos querer tener a alguien a su lado en el sentido romántico. Habían pasado los años y nunca tuvo una historia de amor ni siquiera alguien que le llamara su atención.
Bueno... No es que hubieran Alfas en su comunidad que estuvieran dispuestos a cortejarlo.
Suspiro profundamente. ¿A quien le importaba ese hecho de todos modos? Ya no tenía ninguna posibilidad.
— Mírame Alitor, ¡hago pastel!
El antes mencionado salió de su ensoñación al escuchar la feliz voz infantil. En efecto, Charlie estaba mezclando con cierta dificultad debido a su mal manejo de sus manos la mezcla de masa teñida de marrón debido al chocolate con el cucharón de madera que previamente le había entregado. A decir verdad la niña estaba echa un desastre por la harina que había caído sobre su vestido y parte de su rostro, sin mencionar los restos de chocolate pegados en las comisuras de sus labios que seguían curvándose hacia arriba mientras giraba el mango del utensilio.
Alastor soltó una pequeña risa. Pensando que lo más probable es que muchas personas vieran esa escena con ojos críticos o de molestia ya que se suponía que los niños debían ser criados para no desperdiciar comida y no jugar con ella hasta el punto de ensuciarse. Pero para sus propios ojos, no había nada más adorable y puro que ver a ese dulce ángel sonriendo y disfrutando aprendiendo sobre el mundo a su manera.
Tomó el cuenco donde previamente había dejado las frambuesas lavadas para colocarlas sobre el postre, sacando una para dirigirla a la boca de la pequeñap quien lo abrió sin quejarse para comer la fruta que le ofrecían.
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Incomplete [AppleRadio]
FanfictionLucifer y Charlie habían comenzado a experimentar sueños en torno a una imagen borrosa del pasado. Y Alastor simplemente prefirió no decir que los conocía desde antes de morir. ★★★ • Quiero aclarar...