Capítulo 18

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23 de septiembre de 2005

Los ocho hermanos estaban en Griddys Doughnuts. Se habían escapado aquella noche porque su padre había salido en la tarde a buscar algo importante, según había dicho Pogo.

—¡Por nuestro cumpleaños! —exclamó Klaus sonriendo ampliamente.

—Falta una semana aún —dijo Luther con una mueca.

—Pero esta es la celebración previa —mencionó Allison levantando su jugo para chocar su vaso con el de Klaus.

Vanya estaba cuchicheando con Ben sobre unos libros mientras Victoria escuchaba atentamente lo que Diego le decía sobre cómo limpiar navajas. Aunque no le entendía ni la mitad, le gustaba prestarle atención.

Cinco tenía una mano apoyada en el muslo de su novia mientras discutía con Klaus y Allison charlaba con Luther sobre el baile para su cumpleaños.

—Piénsalo bien, Cinco, si te dan la oportunidad de ser Papá Noel o el conejito de Pascua, ¿cuál serías?

Cinco suspiró y le dio un sorbo a su café.

—¿Para qué voy a querer elegir ser uno de ellos dos cuando ya soy yo y con eso es suficiente? —dijo Cinco chasqueando su lengua.

—¿Y si el conejito de Pascua es el futuro novio de Vicky? —cuestionó Klaus enarcando una ceja.

—Ser el conejo de Pascua no estaría mal. Tendría mi propia madriguera, me alejaría de ustedes y tendría a Victoria para mí solo.

Klaus sonrió divertido y se llenó su boca con su octava dona de la noche.

—Podrías ser el conejo de «Alicia en el país de las maravillas» —mencionó Diego incorporándose a la conversación.

Victoria sonrió divertida. Miró a sus hermanos antes de sentir que algo le oprimía el pecho.

—Oigan, amigibbys, ¿puedo decirles algo a todos? —habló ella alzando la voz.

Los siete hermanos pusieron su atención en ella y la miraron con curiosidad.

—Bueno, falta poco para nuestro cumpleaños y también para que se cumpla un año de que yo llegué a la academia —empezó Victoria, nerviosa—. Y solo quería darles las gracias porque han sido los mejores hermanos conmigo. Sé que a veces peleamos por tonterías, pero siento que están llenando mi corazón con alegría y paz. Y no me sentía así desde hacía años, y nunca me he tomado el tiempo de decirles con palabras a cada uno lo mucho que los quiero, pero sé que ustedes saben lo mucho que los amo y que estaré eternamente agradecida con ustedes por haberme permitido formar parte de esta familia tan disfuncional, pero tan bonita.

Hubo un momento de silencio. El corazón de cada hermano estaba apretado, sintiendo que aquellas palabras se guardaban en lo más profundo de ellos.

Klaus soltó un sollozo antes de correr a abrazar a su hermana, ignorando que ambos caerían al suelo.

Y así fue, Klaus cayó encima de Victoria y todos los hermanos le siguieron, formando una pequeña torre de personas, sin importarles que toda la tienda los estaba viendo.

Incluso Cinco se había puesto de cuclillas y les había dado palmaditas en la espalda.

Victoria sintió como su cuerpo se llenaba de felicidad y su emociones estaban a flor de piel. Rio divertida y les dio un abrazo grupal.

𝐌𝐲 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐰𝐢𝐥𝐥 𝐧𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐝𝐢𝐞 - Cinco HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora