Capítulo 8

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24 de marzo de 2005

Número Cuatro iba corriendo por los pasillos de la academia mientras sentía su corazón latir aceleradamente. Estaba asustado, corría como si su vida dependiera de su rapidez.

一¡Dios te salve, María, llena eres de gracia; el señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! 一iba recitando Klaus, esperando que aquello pudiera ayudarle a salvarse de una enojada Ocho.

一¡Por más que reces no te vas a librar! 一le gritó Victoria, corriendo tan rápido que estaba a poco de tomar a su hermano y darle unos cuantos golpes en la cabeza por tonto.

Cuatro dio un vistazo por encima del hombro, y ahogó un grito cuando vio lo cerca que estaba su hermana de él. Se giró nuevamente hacia delante, pero no fue suficientemente rápido para esquivar a su hermano y terminó chocando con él, haciendo que éste botara sin querer su rompecabezas del sistema solar.

一Pero ¡¿qué les pasa a ustedes?! 一exclamó Luther completamente alterado al ver que su rompecabezas de 500 partes caía y sus piezas se esparcían por el suelo.

Ocho se detuvo cerca de ellos, y Cuatro se apresuró a esconderse detrás de su hermano.

一¡Me quiere matar! 一gritó Klaus, provocando que Luther tapara su oído al recibir el grito a pocos centímetros de su oreja.

一¡Y lo voy a hacer! ¡¿Cómo se te ocurre tirar café en mis libros?! 一Victoria estaba enojada, solía ser calmada, pero cuando se trataba de sus libros le gritaba al primero que se le cruzara.

Aún más cuando ella había visto con sus propios ojos como Klaus dejaba una taza de café en su libro abierto y torpemente lo había pasado a llevar con el brazo.

一Eso no tiene perdón 一Luther miró a su hermano de reojo y le dio una sonrisa divertida.

Klaus iba a rechistar cuando la campana del almuerzo sonó en todo el primer piso de la academia. El chico le agradeció a todos los santos al oírla.

一¡A almorzar, gracias Señor! 一Cuatro esbozó una sonrisa inocente y se fue corriendo.

Luther y Ocho lo miraron, el primero tratando de ocultar una sonrisa divertida y la segunda con una mueca de resignación.

一Deja te ayudo a recoger esto 一la chica se puso de cuclillas y empezó a reunir las piezas en la cajita metálica, el rubio imitó su acción y se encargaron de guardar todo en poco tiempo.

一Gracias, Victoria.

Ocho le sonrió amablemente y su rostro expresó confusión cuando vio que su hermano tenía una mancha de labial en la nariz.

一¿Estuviste buscando tutoriales maquillajes o Allison te estuvo comiendo la cara?

一¡Número Ocho! 一exclamó Luther completamente avergonzado y miró a todos lado para confirmar que no la habían escuchado.

Para nadie de la academia era desconocido que Luther y Allison sentían cierta atracción, por más perturbador que sonara aquello.

Allison había conversado con Klaus y Victoria en su habitación sobre lo que sentía por Luther. Que él le había llamado la atención desde siempre, pero que hasta hace poco había empezado a ser algo recíproco.

Algunas veces se metían al dormitorio de la morena y se pasaban las horas acostados abrazándose y hablando de un futuro juntos.

一No le digas a nadie, ¿bien? 一le pidió el rubio a Ocho mientras iban camino hacia el comedor.

𝐌𝐲 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐰𝐢𝐥𝐥 𝐧𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐝𝐢𝐞 - Cinco HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora