El Hada y El Mago.

LA SEPARACIÓN.

En el momento en que Adelaide abrió la Puerta del Fuego para poder entrar al Reino, la sorpresa que se llevaron Adelaide y Bancrein no pudo ser mas grande, pues, frente a ellos, se encontraba Meh'tis, acompañado por una legión de soldados, conformada por Ogros, Duendes, Orcos, Elfos, Enanos y su fuerza principal, la cría de un Dragón de Luz; Se conoce que a pesar de que son crías, pueden causar un daño considerable, pero no tanto como un Dragón adulto.

-¿Como es posible que en apenas un poco tiempo consiguiese semejante legión?-Exclama Adelaide.-¡Apenas hace un par de horas nos encontramos en el bosque!

-Pequeña Hada, me alegro que estés a salvo.-Responde Meh'tis, con una sonrisa sarcástica.-Cuando recibimos ese ataque repentinamente en el bosque, no supe que hacer, mis hombres fueron noqueados y amarrados, y tú, desapareciste sin dejar algún rastro, me preocupé y me teletransporté al palacio, para conseguir apoyo y venir en tu rescate.

-Está mintiendo.-Le susurra Bancrein a Adelaide en el oído; Él, baja del lomo de Garm, poniéndose en medio de Adelaide y de Meh'tis.-Si tu historia fuera verdadera, como explicas toda esta gran legión, dudo mucho que en apenas un par de horas, lograsen preparar tantos soldados bien armados y, a una cría de dragón, que tarda mucho en ser controla...

No pudo termina lo que estaba hablando, pues cuando se dio cuenta, un pequeño duende, le había metido una daga en el abdomen, haciendo que Bancrein caiga al piso, de rodillas.

-¡Bancrein!-Grita Adelaide.

-No te preocupes por él, ese no es Bancrein.-Replica Garm

-¿A que te refieres con eso?-Le pregunta Adelaide.

-Solo observa.-Dice Garm, sonriendo, como si la que podría ser una batalla, ya estuviese ganada.

-Parece que eres más inteligente de lo que aparentas, muchacho.-Le dice Meh'tis con una mirada fría.-Espero que sea solo eso lo que sabes.

-Pues no.-Le dice Bancrein, levantándose del piso, sacándose tranquilamente la daga del abdomen.-También se, que este reino tiene planeado asesinar a todos los guardianes de las 8 Puertas.

-Como es que tu... Mejor dicho, de que me hablas, no se a que te refieres.-Responde Meh'tis, poniéndose algo nervioso.

-Me refiero a que intentan matar a los guardianes con una gran cantidad de soldados imperiales, culpando a los monstruos y bestias que atacan constantemente las entradas, pero honestamente, eso no podría importarme menos, yo no estoy aquí para detener eso, pues si por mi fuera, todo este reino puede destruirse, yo estoy aquí por algo más importante.

-Entonces, que puede ser eso tan importante que necesitas, podría ayudarte a conseguirlo y hacer que nos dejes continuar con nuestros planes.

-Te tengo.-Susurra Bancrein, haciendo que solo Adelaide y Garm lo oyesen.-Pues que pena me da por ti, acabas de confirmar que tienen planeado asesinar a los Guardianes y, precisamente, atrás mio esta una de ellos.-Le replica al emisario Elfo, haciendo que este se palideciera por haber caído en una trampa tan absurda.

-No importa, lo único que debo hacer es matarlos y fin de la historia, nadie sabrá que es lo que pasó con la Guardiana, y a nadie le importaría la muerte de seres como ustedes, que dudo mucho, sean de alguna importancia para este reino.

-Dudo mucho que me puedas matar.-Le responde, mientras los últimos rastros de la herida que tenia en el abdomen se desvanecía.

-¿Quieres comprobarlo?, todos, ataquen.-Gritan Meh'tis a sus tropas, las cuales, al escucharlo, lanzaron flechas, las cuales, acertaron en diferentes partes del cuerpo de Bancrein.