EL TRATO CON EL ANCIANO.

47 3 0
                                    

-¿A qué se refiere con que ambos saldremos beneficiados con esto?-Le pregunta Bancrein, mientras baja la mano izquierda, en la cual tenia una botella de vino.

-Pues veras, da la casualidad que yo me encargo de solucionar problemas y, como te dije anteriormente, necesito un favor.

-¿Qué clase de favor?

El anciano se lleva la mano a la cabeza y se la empieza a sobar mientras le dice.-Pues, sucede que eh terminado de comer, pero me eh dado cuenta que se me a caído la bolsa donde tenía mi dinero y me preguntaba si ustedes...

-Si nosotros podríamos pagar su cuenta a cambio de que usted nos ayude con nuestro problema.-Le interrumpe Bancrein.

-Pues algo así.-Esto le dice mientras se ríe un poco, poniéndose nervioso.

-Pagaré tu cuenta, no te preocupes por ello, pero dudo mucho que puedas ayudarnos con nuestro problema.-Le dice Bancrein, mientras suelta la botella de su mano izquierda y levanta la misma, en señal de duda, por las palabras del viejo.

-Pues no lo sabremos hasta que me lo comentes, toma en cuenta que por mi larga vida, eh conseguido conexiones muy influyentes en este reino, también esta mi extensa experiencia, pues te comento que yo era un aventurero en mis días de juventud.-Le responde el anciano, mostrando en sus rostro una cara de orgullo, por sus logros pasados.

-Pues toma asiento, anciano, y escucha nuestra historia, para ver que puedes hacer, aunque sigo dudando que puedas ayudarnos.

-Eso ya lo veremos, pero no omitas ningún detalle, pues todo es importante para poder encontrar una solución ante su problema.-Le responde el anciano, mientras se sienta justo enfrente a Bancrein.

Pasaron un par de horas, mientras Bancrein le contaba al anciano todas sus aventuras ocurridas desde el día de ayer, lo mas detalladamente posible, tratando de no omitir ningún detalle, como el anciano le había pedido, en el proceso de la historia, Adelaide también ayudaba a contar la historia desde el punto de vista que ella tuvo, dando detalles que a Bancrein se le escapaban.

Cuando terminaron su historia, el anciano solo calló un momento, pensando sobre la increíble y poca creíble historia sobre ellos, pasaron minutos cuando decidió tomar palabra sobre aquello.

-Así que resumiendo todo, ella es la Guardiana de la Puerta del Fuego, en este reino existe una conspiración para matar a los guardianes, pero a ti, muchacho, no te interesa lo que le suceda a este reino, ni mucho menos harás nada para salvarlo, solo te interesa entrar a la prisión de Snt. Grul, para encontrar algo que ni sabes lo que es, para poder salvar la vida de Sophie, la cual es muy preciada para ti. ¿Me eh equivocado en algo?-Le dice el anciano, mirando seriamente a Bancrein.

-Si, te has equivocado en un detalle, de hay, todo está bien.-Le replica Bancrein, mirando fijamente al anciano.

-¿En qué me eh equivocado?-Le pregunta sorprendido el anciano, pues el pensaba que todo estaba correcto.

-En lo del reino, tienes razón en decir que este reino no me interesa, pero Adelaide me a ayudado mucho en este corto tiempo, y por ello, si ella quiere, después de salvar a Sophie, volveré y salvaré a este reino.-Le responde Bancrein, mirando de reojo a Adelaide y con una sonrisa picara en su rostro.

-Ya veo.-Dice el anciano, llevándose la mano a la barba, acariciándola lentamente.-Pues si así están las cosas, lo único que debo hacer es meterlos dentro de la prisión de Snt. Grul. ¿Correcto?

-¿Como que solo?-Le dice Adelaide, levantando un poco la voz y parándose de su asiento, provocando que todos los que estaban alrededor de ellos les regresaran a ver, ella solo se sonroja un poco y se vuelve a sentar.-Ya te lo dijimos, esa prisión es impenetrable.

-Ni tanto.-Le dice el anciano.-Ya hace mucho tiempo, yo estaba encerrado en esa prisión, pero un día, mi compañero de celda, el cual parecía un viejo loco como una cabra, logró escapar, sacándonos a mí y a otros dos de ese horrible lugar, desde ese momento, él, y nosotros tres, que salimos gracias a él, fuimos a grandes aventuras juntos, pero con el tiempo, nos fuimos separando poco a poco, cada quien tomaba su camino, hasta que ya no quedó ninguno de nosotros en el grupo.-Le responde a Adelaide, poniendo un rostro melancólico y, tratando de no llorar por los recuerdos.

-¡¿Lograste escapar?!-Le dicen sorprendidos los dos.

-¿Pero eso en que nos ayuda?-Le pregunta Bancrein, sorprendido por lo que les contó el anciano.

-Ajmmm...-Suspira el anciano.-Niño, piensa un poco, si hay un hueco por donde salir, ¿No será lógico que por ese mismo hueco puedan entrar?

-Tienes razón.-Responde Bancrein.-Entonces el trato está hecho, anciano, pagamos tu cuenta, si nos dices como poder entrar.

-No.-Le responde el anciano.

-¿Como que no?-Le replica Adelaide.-Tu mismo nos dijiste que si te pagábamos la cuenta, tu nos ayudabas en nuestro problema.

-No creen que es injusto darles toda la información que necesitan, solo por ¿El pago de una comida?

-Entonces dime, que más deseas, anciano, te daré todo lo que quieras, pero por favor, ayúdanos a entrar.-Le dice Bancrein, levantándose de su asiento y agarrando al anciano por su abrigo.

El anciano queda viendo a Bancrein diciéndole.-Está bien muchacho, te diré como entrar, pero lo otro que quiero a cambio es que después de que arregles tus asuntos, me ayudes a reunirme con el sujeto que te hablé hace un rato, el mago que me sacó de aquella prisión. ¿Te parece?

-Esta bien.-Responde Bancrein, sonriendo.-Entonces dime. ¿Cómo podemos entrar?

-Pues no va a ser muy fácil, para comenzar, solo uno de ustedes podrá entrar a la prisión, pues el tiempo de entrada solo da para una persona, pero el tiempo para cuando salga, da para 4 o 5 personas.

-Que raro que sea así.-Dice Bancrein.

-Pues hay algo más raro aún, muchacho, una vez que alguno de ustedes entre, deberá evitar toda pelea en lo posible, pero en caso de que se de una pelea, tendrá que luchar sin magia, solo con fuerza física, ya que adentro no se puede usar magia.

-¿Porqué se debe evitar pelear?-Pregunta Adelaide.

-Porque todos los presos siempre están dentro de sus celdas, nunca pueden salir, entonces eso deja a los guardias afuera, y si se ponen a pelear con uno de ellos, lo más lógico es que hagan sonar la alarma para alertar a los demás, y dudo mucho que se quieran enfrentar a toda la prisión; Solo un idiota muy grande iniciaría una pelea accidentalmente.

-Pues yo conozco a un idiota de ese tipo.-Dice Adelaide, regresando a ver a Bancrein.

Pero el anciano no entiende la indirecta que era para Bancrein y le dice.-Que yo empezara la pelea en nuestro escape no significa que lo volveré a hacer, además, no tengo planeado volver a entrar a ese lugar.

-No me refería a ti, me refería a Bancrein, el es muy despreocupado en lo que hace, no me sorprendería que iniciara una pelea.

-Ya veo, espera, eso quiere decir que, ¿Bancrein va a entrar?-El anciano regresa a ver a Bancrein.

-Si, el es más fuerte de lo que parece, además, solo el sabe como identificar lo que busca.-Le explica Adelaide.

-Buen punto, entonces Bancrein, te diré que debes hacer, pero escucha atentamente y sigue las instrucciones al pie de la letra, o sino, estarás en gran peligro hay adentro, ¿Entiendes?

-Claro.-Le dice Bancrein, mientras vuelve a agarrar la botella de vino y se la lleva a la boca.

-Bien, entonces, necesitamos unos instrumentos antes de entrar, lo que necesitamos es...

El Hada y El Mago.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora