MUSHOKU TENSEI: gemelos del alma

Capítulo 8: Gemelos del Alma Parte 2 - Peligro

POV Tristina

¿Dos Arthur?

¿Por qué hay dos Arthur?

Este otro, el que estaba saliendo de la casa de los Boreas era igualito al que conozco, pero tenía ligeras diferencias.

Sus ojos eran verdes, no azules, y el lunar debajo del ojo estaba del lado contrario al de mi Arthur.

Pero otra interrogante, ¿Por qué estoy en la casa de los Boreas?

Es una historia... demasiado larga, que se remonta a mi cumpleaños, hace dos años...

Mi nombre es Tristina Purplehorse.

Soy hija única de la casa noble de los Purplehorse, al cumplir diez años de edad mi Papá invitó a un montón de nobles de bajo estatus cómo nosotros a una fiesta para celebrar, con la invitación especial de la princesa Ariel Anemoi Asura, amiga mía y los hermanos de la casa Notos, Arthur y Luke, pero, sobre todo, la visita sorpresa del ministro Darius.

Ese fue el momento que marcaría mi vida sin saberlo entonces.

El ministro me lanzaba miradas ocasionalmente, en aquel entonces no le di importancia, era la cumpleañera y todo mundo me iba a ver a mí y solo a mí.

Esa fue la primera vez que recuerdo haberlo visto. Pero, para mí desgracia no fue la última.

Durante un año entero, el ministro estuvo dándonos visitas ocasionales, y cuando mis padres no se daban cuenta se me quedaba mirando.

En aquel entonces solía ir una vez al mes a jugar con la princesa, originalmente no estaba planeado que ella y yo formásemos un lazo de amistad tan grande, de hecho, seguramente seríamos sólo conocidas si tan solo el factor x no estuviese presente, ese factor x tiene nombre y apellido:

Arthur Notos Greyrat.

Un niño un par de años menor que nosotras, el hijo menor de la casa Notos, pero, distinto de lo que esperarías de un noble, (más aun de uno de tan alto estatus) él tiene una personalidad un tanto...

Peculiar.

Tengo una muy buena memoria para momentos felices.

Recuerdo claramente que Arthur fue el que nos enseñó a jugar de una manera más extravagante a la que normalmente jugamos los hijos de los nobles, casi como si fuésemos plebeyos, pero con mucha más imaginación, me pregunto de dónde saca ese niño tantas ideas.

La primera vez que terminamos jugando así recuerdo haber sentido mucha curiosidad.

Al mayordomo de la princesa obviamente no le gusta nuestra manera de jugar al igual que al mío, pero no se puede hacer nada.

El día que más felizmente recuerdo haber pasado entre los cuatro:

La princesa, Arthur, Luke y mi persona.

Fue cuando la princesa y yo decidimos tenderle una trampa al menor de los Notos.

Recordando uno de los cuentos que él sabía inventarse, porque ese es otro detalle de él.

Tiende a inventar bastantes historias interesantes sobre la marcha, mis favoritas son aquellas que involucran artefactos mágicos capaces de volar más allá del sol, ese niño, cuatro años menor que yo, posee bastante creatividad; el cuento en el que nos basamos trataba de un niño que al cumplir diez años comenzó a viajar por el mundo con un monstruo pequeño y adorable capaz de lanzar rayos llamado Pikachu. En un mundo donde los monstruos son entrenados para batallar guiados por humanos.

En este cuento siempre hay un grupo de ladrones que realiza intentos fallidos de robar a Pikachu.

La trampa más común son hoyos en la tierra bien escondidos.