Capítulo 13: Guardia

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POV Arthur

Despierto con dolor de cabeza...

¿Qué... sucedió?

Cuando me desperté, vi la luz del sol, por lo que me tapé los ojos instantáneamente, mis sentidos tardaron varios minutos en despertar, uno por uno.

Mi audición, me falla.

Mi vista, borrosa.

Mi olfato, inexistente.

Mi tacto, me dice que algo me tiene rodeado, pero desconozco que sea.

...

...

...

No, no es algo, es alguien.

Conforme recuperé mis sentidos, percibí la suavidad de la piel de otra persona, olí un dulce aroma a ciruela, vi un hombro asomándose por encima de mi nariz en un abrazo, escuché un susurro femenino que balbuceaba palabras inentendibles.

Al paso de varios minutos, le correspondí el abrazo a mi madre.

< Arthur, todo estará bien, lo prometo >

Ocasionalmente empezaba a soltar esos susurros. El tono en su voz era uno preocupado.

Durante un tiempo que no fui capaz de distinguir me mantuve unido a ella, rodeado por sus brazos.

Al separarme, alcé la vista y noté algo que me asombro.

Plantas, hojas, ramas, arbustos, todo de un tamaño mucho más grande del que recordaba, la verde naturaleza nos rodeaba por doquier; estábamos en un bosque. A nuestro alrededor, muchas criaturas extrañas que nunca antes había visto en mi vida dispersas a nuestro alrededor, todas y cada una de ellas con un enorme chorreaban sangre por doquier; estaban muertas, asesinadas.

Ante mi atónita expresión, mi madre reanudó el abrazo una vez más, y nos mantuvimos durante mucho más tiempo así en lo que yo asimilaba lo que veía.

¿Qué fue exactamente lo que pasó?

Lo que recuerdo es... una luz, un fuerte rayo de luz golpeaba con fuerza contra el suelo y se extendía hasta alcanzarnos...

Y después de eso aparecimos acá...

Espera, hay algo más.

Algo que olvidé.

Una persona apareció justo antes de que la luz nos alcanzara.

Me mantuve pensativo un momento rodeado por los brazos de mi madre hasta qué:

< ¡¡RUDEUS!! >

Solté el grito instantáneamente me acordé de ese detalle.

Rudeus había aparecido de la nada, nos dijo que nos mantuviésemos juntos y luego la luz nos alcanzó.

La angustia me hizo separarme del abrazo bruscamente y empezar a buscar.

< Él está bien >

Escuché una voz conocida.

Volteé y vi a Ghyslaine DeDoldia de brazos cruzados, entonces pude notar lo que no advertí hace rato: mi madre y yo no estábamos solos, todos estaban aquí, despiertos.

< Mira >

Me invitó, atrás suyo, cuidado por los Boreas, principalmente por Eris, una figura dormida, un niño con la misma apariencia que yo yacía dormido, con una cierta diferencia, difícil de reconocer era, pues su cabello estaba decolorado.

< ¿Q-que le pasó? >

< No sabemos, cuando despertamos él ya estaba así >

Me acerqué a él, mientras lo hacía, sus palabras y su expresión de ese momento vinieron a mi mente.

MUSHOKU TENSEI: gemelos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora